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Eje Apure-Orinoco punto neurálgico del Proyecto Simón Bolívar
Por:Osiris Cedeño.
Resumen
Introducción
Orientación teórico metodológica
Antecedentes Históricos
Proyecto de desarrollo en el Eje Orinoco – Apure
Visión Geopolítica
Conclusiones
Referencias
RESUMEN
Desde el comienzo del proceso de ocupación y fundación de los pueblos durante los siglos XV, XVI, XVII y XVIII en Venezuela; estos han mantenido un mismo esquema de poblamiento. Este crecimiento se manifiesta particularmente, en la zona centro- norte del país en especial en la región Capital y en el Estado Miranda los cuales presentan síntomas de la explosión demográfica, insuficiencia de servicios públicos. Por otro lado, la problemática del transporte y la vinculación de los espacios y circuitos intra-regionales para los distintos tipos de actividades (turísticas, económicas, sociales, culturales, etc.). En éste trabajo de investigación se aplicará el enfoque Geohistórico, el trabajo de campo y las fuentes documentales en el aspecto metodológico. El Eje Orinoco-Apure, se inicia durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez en año 1973-1978 promovido por el Gobierno Nacional y luego es dejado sin acción, hasta el año 1999-2000, momento en el cual es retomado como plan bandera por el actual Presidente de la República Hugo R. Chávez Frías para unir a Venezuela de este a oeste a través de un eje fluvial, que pretende además contribuir con la desconcentración de población de la zona Capital y Central; también pretende impulsar el desarrollo socioeconómico del país. La intención es establecer la interconexión entre los espacios potencialmente productivos, de modo que se puedan apuntalar bases sólidas para enfrentar con posibilidades de éxito los retos propios de la globalización. Esta investigación está centrada en el estudio del Eje Apure-Orinoco y su área de influencia geoeconómica; y pretende investigar qué ocurre; qué está pasando en este espacio; sus problemáticas, logros, oportunidades de desarrollo y soluciones a los diversos problemas que conforman el llamado Eje Apure-Orinoco y su desarrollo dentro de las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013 (Proyecto Simón Bolívar).
Descriptores: Eje Apure-Orinoco, Desarrollo Endógeno, Globalización, Interconexiones, Desconcentración de Población, Desarrollo socioeconómico. INTRODUCCIÓN
Dentro del contexto del ámbito geohistórico, se abordará el eje Apure-Orinoco y su área de influencia geoeconómica como objeto de estudio de esta investigación.
Si bien es cierto el eje Apure-Orinoco requiere de varios lustros para su desarrollo. Es de resaltar su importancia estratégica y geoeconómica para seguir postergando su materialización pues no existe tal justificación. La puesta en marcha de este eje permitirá aprovechar los fabulosos recursos naturales y reducir los desequilibrios de la zona central del país, generados por su excesiva concentración de población urbana e industrial.
En otro sentido tanto el río Apure como el Orinoco representa, un bastión tanto en el sentido histórico, geográfico, estratégico, hídrico, comercial, fluvial y de otro tipo que se encuentran en este eje. De lo expuesto anteriormente quiero circunscribir o dar un bosquejo sobre la idea central objeto de estudio; momentos y situaciones sobre la problemática o posibles soluciones que pueda aportar el eje Apure – Orinoco y su área de influencia geoeconómica.
El eje Apure – Orinoco surge con el nombre de Plan Nacional de Desarrollo Regional durante el periodo (1973 – 1978), en el primer mandato del Señor Carlos Andrés Pérez, como Presidente de la República de Venezuela. Este promulga un decreto en La Grita “Estado Táchira” para el desarrollo del eje fluvial. En ese momento comienza este plan, auspiciado por el Ministerio del Ambiente de los Recursos Naturales Renovables y No Renovables (actual Ministerio del Ambiente) y la oficina Proyecto Orinoco – Apure.
En el mandato del Dr. Jaime Lusinchi, (1984 -1989), específicamente en el año 1986, cuando se da inicio a la apertura del ansiado proyecto del eje fluvial Apure - Orinoco, con más de 1150 Kilómetros, que comprende los estados; Apure, Barinas, Guárico, Anzoátegui y Bolívar con influencia directa hacia Portuguesa, Monagas y Delta Amacuro.
Este eje comienza con la creación por parte del Estado Venezolano de tres puertos fluviales: Guasdualito, Santo Luzardo, Puerto Nutrias, población del mismo nombre, ambos en el estado Barinas y el Puerto de San Fernando de Apure.
El eje Apure – Orinoco tiene como objetivo fundamental la estructuración de un eje de desarrollo en el área de influencia inmediata de los ríos Apure y Orinoco, a través de la identificación, promoción y ordenamiento de una serie de actividades productivas y sociales capaces de generar un significativo proceso de ocupación territorial y servicios.
Un esfuerzo de tal magnitud requiere de la definición de un ámbito geográfico donde se concentren esfuerzos, decisiones e inversiones de las diferentes actividades que sustentan los desarrollos planteados por el Gobierno Nacional. El eje Apure – Orinoco es retomado en el año 1999 por el actual Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, como un proyecto bandera para lograr la consolidación del desarrollo económico – social del país. Además, propone un Plan Nacional de Desarrollo Regional, Redes Ferroviarias, transporte acuático, marítimo y fluvial, sistema de ciudades desconcentradas, todo esto basado en el desarrollo de los ejes;: Occidental, Oriental y el eje Apure – Orinoco, propuesto en las líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2008.
El área comprende en la actualidad buena parte de los estados Táchira, Barinas, Apure, Portuguesa, Cojedes, Guárico, Anzoátegui, Amazonas, Monagas, Bolívar, Delta Amacuro, Maracaibo y Nueva Esparta.
Su área de influencia inmediata comprende 30% del territorio nacional, de allí su trascendencia y alcance. Especialmente si se analiza que sólo contempla dos núcleos relativamente poblados, San Cristóbal y Ciudad Guayana.
El mencionado plan pretende la consolidación de un eje geoeconómico en la parte media y sur del país, promoviendo el aprovechamiento sostenido de su enorme potencial minero, agrícola, faunístico, pesquero, forestal, turístico y el desarrollo de la navegación fluvial, como factor vinculante de ese desarrollo. Se pretende lograr un sistema de conexión confiable y de bajo costo.
Según este eje fluvial, se conectará a la red carretera y ferroviaria existentes y proyectadas, conformándose así un sistema intermodal del transporte, integrando áreas económicamente complementarias y aprovechar las ventajas que pueda tener la navegación.
Esta red fluvial tiene una capacidad para el transporte comercial de carga, se estima en unos 5000 Km., desarrollados para la navegación oceánica; 1500 Km., para la navegación con sistema de gabarra-empujador y el resto para la navegación menor. Además de la conformación de industrias en la zona o áreas de influencia geoeconómica del eje esta es una de las razones de peso del Estado Venezolano para ejecutar dicho plan.
Por otra parte, los ríos Apure, Portuguesa y Orinoco constituyen ejes básicos de esta red fluvial que conectará al país en sentido este – oeste y sur – norte, complementando las economías regionales, estimulando la ocupación armónica del territorio, la conservación de los recursos, la consolidación de las poblaciones del área y fortalecimiento de la seguridad y defensa nacional.
La capacitación laboral de la población, garantía de seguridad, mejoramiento de la calidad de vida, recuperación de los ríos Apure y Orinoco, para convertirlos en una autopista fluvial e interconectada con la red ferroviaria y carreteras; además proporcionar las condiciones que hagan atractiva la zona a la pretendida desconcentración de la región centro – norte, son algunos de los objetivos específicos y generales del proyecto de desarrollo del Occidente y Sur del país, punto de partida del plan de reordenamiento territorial de la administración Chávez.
A este eje se le suman frases como las siguientes: “de la palabra a los hechos”. Si este proyecto prospera la partida es la activación de Puerto Nutrias, en el estado Barinas, para convertirlo en el primer punto de negocio del polo territorial de centrooccidente y sur del país.
Por otra parte, los graves problemas de deterioro ecológico derivados de la intensa presión generada por la población para ocupar suelos de vocación agrícola; asentamientos humanos en zonas endorreicas y el congestionamiento urbano a lo largo del eje costero norte, entre otros problemas. Potenciación del proceso de urbanización en un número limitado de centros urbanos, con perspectivas de que surjan megápolis con grandes dificultades para su administración.
En otro ámbito la localización de los poderes públicos y del aparato productivo industrial y financiero en un perímetro geográfico reducido, con la consiguiente concentración de la riqueza y la consolidación de un patrón de asentamiento centro-periferia.
Red polarizada de transporte hacia la región capital que dificulta y encarece el intercambio entre las regiones periféricas.
Desequilibrios territoriales indeseables derivados de la existencia de extensas zonas despobladas en el centro del país y las zonas fronterizas más meridionales que no están integradas a la economía nacional.
Costos unitarios en ascenso y rendimiento francamente decreciente en la prestación de servicios públicos, debido a su sobre saturación. Dentro de este contexto de los servicios públicos se tiene el caso de los acueductos, derivados de los desequilibrios hidrológicos que presenta la región Centro – Norte – Costera.
Incluso estas últimas décadas se ha iniciado trasegar algunos ríos que forman parte del sistema Orinoco para el abastecimiento de las principales ciudades de la megápolis Caraqueña – Valenciana. En efecto, las fuentes de abastecimiento del área Metropolitana de Caracas que están constituidas por los embalses del Sistema Tuy y sus afluentes con Agua Fría, La Pereza, Lagartijo, Quebrada Seca, Ocumarito, La Mariposa, Macario, no dan abasto y tiene que ser apoyado fundamentalmente por el embalse Ingeniero Ernesto León, a pocos kilómetros de Camatagua, sobre el río Guárico que va a desembocar al Apure-Orinoco. También se está trayendo agua del sistema Orinoco para el abastecimiento de otras ciudades como: Valencia, Maracay, y La Victoria, mediante el acueducto regional del centro, situado sobre el río Pao.
Para hacer navegables los ríos Apure – Orinoco durante los 12 meses del año hay que conocerlo y generar las tecnologías adecuadas para poder transportar de extremo a extremo y no sólo en el periodo de lluvia los distintos productos, materia prima y ser utilizado para transporte de pasajeros.
Los ecologistas miran con cuidado el proyecto a la espera que sea para el provecho y no para la destrucción del magnífico ecosistema que es la Orinoquía. Es preocupante que al realizar obras de ingeniería en el río para lograr la navegación durante todo el año, vaya a ocasionar un daño irreparable al entorno.
Desde otro punto de vista la base de que el desarrollo económico y social de un país no puede concebirse separado de su planificación territorial, pues ella determina, en buena medida, el auge de la actividad económica de las regiones.
En nuestro país la concepción de la planificación territorial ha estado ausente en el diseño de políticas públicas y ello ha generado un proceso de ocupación territorial con marcada tendencia hacia la concentración de población y de las actividades productivas en un número reducido de núcleos urbanos. Esto ha traído como consecuencia un marcado desequilibrio territorial que resta dinamismo a la provincia y crea significativos problemas sociales y ambientales en las principales ciudades. Estancamientos, migraciones, desempleo, marginalidad, pobreza, deterioro ambiental y criminalidad, son algunas consecuencias de esta desigualdad de población, en un país paradójicamente, con recursos naturales que no sólo permitirían, también propiciarían, el desarrollo de muy disímiles y rentables actividades económicas en sus estados.
Por otro lado, la planificación del desarrollo territorial resulta un ejercicio inútil si se realiza independientemente de la globalidad nacional. En la Venezuela deseable, lo social y lo económico serán factores determinantes, lo territorial, lo condicionante. El equilibrio entre ambos tendrá como resultado un proceso de ocupación regional, armónico y eficiente del territorio en el mediano y largo plazo.
Los desequilibrios territoriales en Venezuela son excepcionalmente graves. En los estados centro – norte - costeros (Distrito Capital, Vargas, Miranda, Aragua, Carabobo), hay una excesiva concentración ya que en ellos se ha ubicado aproximadamente el 40% de la población, poco más del 70% de los establecimientos industriales y las tres cuartas partes del empleo manufacturero. Allí se genera más de la mitad del valor agregado en las diferentes actividades productivas. Se acumula así casi el 50% del capital fijo generador de más del 60% de la producción bruta no petrolera que ocupa menos del 2% del territorio nacional. Es decir, todo este conjunto de factores ha provocado una macrocefalia de las actividades productivas y la concentración de la población.
Desde esta óptica, el proceso descentralizador es complejo y necesario; sin embargo, sus posibles efectos beneficiosos han sido ampliamente neutralizados por los efectos concentradores en lo territorial, social, político y económico.
La diversificación y la desconcentración son ideas fundamentales de la propuesta del actual Presidente de la República Hugo Chávez Frías para la transformación de Venezuela. Es por esto que el Eje Apure-Orinoco, aparece como un plan de desarrollo bandera dentro de esta propuesta.
El eje Apure - Orinoco tiene como objetivo principal la estructuración de un eje de desarrollo en el área de influencia inmediata de los ríos Apure y Orinoco, a través de la identificación, promoción y ordenamiento de una serie de actividades productivas y sociales, capaces de generar un importante proceso de ocupación territorial e intercambios económicos de bienes y servicios. La importancia, diversidad y magnitud de los estudios y obras involucradas sitúan al eje Apure-Orinoco como una gran obra nacional, con un alto componente estratégico y geopolítico que persigue una ocupación más racional del territorio venezolano y mejor aprovechamiento de sus recursos.
El área de influencia inmediata ocupa una superficie aproximada de 300.000 Km2 que representa el 30% del territorio nacional. Carece de un sistema de centros poblados, presentando dos núcleos poblacionales relativamente desarrollados: San Cristóbal y Ciudad Bolívar – Ciudad Guayana, con un pequeño número de poblaciones de menor jerarquía. Su nivel de poblamiento representa el 12% del total nacional lo que representa muy poco dinamismo de las actividades económicas y de poblamiento con excepción de los dos núcleos principales. La agricultura y la ganadería en general son de caracteres extensivos y poco integrados y la explotación forestal presenta un desarrollo incipiente.
Posee abundantes recursos naturales, lo que ha permitido la formulación de una serie de proyectos basados en el aprovechamiento de los mismos. Dicho potencial está representado por: 200.000 millones de barriles de crudo pesado ubicado en la faja petrolera del Orinoco, constituyéndose en la mayor reserva de crudo pesado del mundo. 25 millones de hectáreas de bosque natural con potencial de producción sustentable, lo que representa el 83% del país, asimismo, en el área se ubica la mayor proporción nacional de tierras aptas para plantaciones forestales, estimadas en más de un millón de hectáreas. Capaces de abastecer la totalidad de la industria celulósica. El mayor potencial forestal se concentra en el sector oriental del eje.
El 90% de los recursos hidráulicos del país y el 95% de los recursos hidroeléctricos, representados básicamente por los ríos Caronì, Caura y Orinoco. Cerca del 50% de los suelos con vocación pecuaria del país y aproximadamente un millón doscientas mil hectáreas, de suelo con vocación para cultivos anuales mecanizados y plantaciones tropicales, ubicados en el sector occidental, aguas arriba de San Fernando de Apure.
Además, importantes recursos pesqueros. En el tramo fluvial entre Cabruta y Barrancas del Orinoco la comunidad íctica está compuesta de cuatrocientas cincuenta especies, sesenta explotadas comercialmente y un potencial de explotación sustentable de cuarenta mil toneladas al año. En el Apure y el Delta este potencial puede estar sobre las diez mil toneladas al año.
Alta concentración de minerales metálicos y no metálicos, destacándose por una parte cincuenta y ocho millones de toneladas de carbón y mil millones de toneladas de fosfato en el sector occidental del eje, y por otro, reservas superiores a los doscientos millones de toneladas de bauxita con un tenor superior al 50% de alúmina y unos dos mil millones de toneladas de hierro, en el sector oriental. Esta distribución espacial permite la vinculación, a través de los ríos Apure-Orinoco, de zonas geológicas diferentes, así como la integración industrial en el procesamiento de estos recursos.
Posee en sus extremos importantes ventajas comparativas para el desarrollo industrial: al este, abundancia de agua dulce, energía, minerales metálicos, recursos forestales y facilidades de acceso al Océano Atlántico y al norte de Brasil: al oeste, una estratégica ubicación respecto al mercado del Pacto Andino, infraestructura industrial y de servicios y presencia de importantes recursos mineros no metálicos (carbón, fosfato, caolín).
El proceso de ocupación futura estará enmarcado en las siguientes estrategias de desarrollo:
Utilización de los ríos Apure y Orinoco como eje de convergencia de diversos proyectos y actividades, haciendo el mayor uso posible del transporte fluvial para el traslado de productos e insumos y estimulando las complementariedades interregionales.
Fomento, impulso y reactivación del desarrollo de actividades productivas agrícolas e industriales, que contribuyan a impulsar y establecer el crecimiento poblacional.
Incentivación de mecanismos que faciliten la integración de las diferentes economías de los espacios geográficos que conforman el área. En los extremos del eje tendrá lugar un desarrollo industrial complementario, donde San Cristóbal será un centro procesador de productos semielaborados de acero y aluminio fabricados en Ciudad Guayana, hacia donde se enviará la materia prima carbón y coque para satisfacer la demanda de estos productos en dicho sector. Así mismo, los abonos fosfatados del Táchira recorrerán el eje fluvial fertilizando las tierras agropecuarias ribereñas.
Promoción del desarrollo de los centros urbanos intermedios: Guasdualito, El
Amparo, El Nula, La Victoria, Mantecal, Elorza, Bruzual, Puerto Nutrias, San Fernando, Puerto Páez, Cabruta, Mapire, Barrancas como apoyo a las actividades agrícolas, agroindustriales, de servicios y de navegación. El desarrollo apoyado por estos centros urbanos permitirá su articulación espacial, propiciando la ocupación de espacios vacíos o poco poblados, la conformación de niveles jerárquicos dentro del sistema urbano y el desarrollo de nuestras fronteras.
Orientación en una primera fase, a los desarrollos ribereños.
Localización, a mediano plazo, de industrias mecánicas de apoyo a la actividad agrícola en los espacios intermedios.
Desarrollo de la fase industrial asociada a las explotaciones madereras.
Desarrollo de un turismo ecológico y de aventura basado en la navegación fluvial.
Para consolidar el eje de desarrollo Orinoco – Apure se requiere impulsar o reactivar proyectos considerados como motrices por los efectos multiplicadores que poseen sobre la ocupación del espacio, la generación de empleo y el desarrollo de la navegación. En consecuencia se consideran prioritarias las siguientes actividades y proyectos:
De naturaleza agropecuaria: Uribante – Aragua – Caparo – Uribante – Módulos de Apure, Guanare – Masparro, Biruca – Achaguas, Sur del Guárico, Vegas del Orinoco, La Paragua – El Cristo y Delta.
Lo anteriormente expuesto se enmarca dentro de las líneas generales del territorio nacional. Pero en el ámbito internacional o a través del Eje Apure – Orinoco se pretende:
Impulsar la multipolaridad.
Fortalecer la soberanía nacional.
Promover la integración latinoamericana y caribeña.
Impulsar un nuevo modelo de integración en América Latina y el Caribe.
Establecer un sistema multimodal de transporte estructurado de los grandes ejes de integración internacional: Caracas-Caribe-Caracas-Bogotá y Caracas-Manao.
Impulsar a través del eje fluvial Apure-Orinoco el libre comercio con toda América, MERCOSUR; UNASUR, ALBA y el mundo.
El Eje Orinoco-Apure no puede estar fuera del contexto globalizador. Debe enmarcarse en los profundos y acelerados cambios en la dinámica y organización del espacio geográfico mundial, cuya tendencia es hacia la conformación de un espacio cosmopolita mundial. Integrado a los avances tecnológicos y las nuevas formas organizativas de producción a escala mundial.
Lograr la multiplicidad de vínculos e interconexiones entre los países que constituyen el sistema mundial moderno de las distintas actividades que se producen en cualquier parte del mundo.
Buscar la competitividad y la integración de distintos países del mundo para incorporarlas al desarrollo del Eje Apure-Orinoco. Así como también incorporarlos al desarrollo e todos los planes y proyectos a ejecutarse en el área del eje, lo que contribuye a dinamizar e integrar las actividades productivas a mayor escala, en los distintos sectores (energético, hidroeléctrico, ferroviario, pesquero, maderero, fluvial) y otros que se pretenden ejecutar o desarrollar en el denominado Eje Apure- Orinoco.
Por otro lado, tratar de incorporarse a los mercados internacionales, mediante la venta de materia prima y procesada a través del eje utilizando el transporte fluvial. Así como también para la mayor importación de productos e insumos de diversos renglones, que son necesarios en el país. Dejando muy en claro que el desarrollo económico de la región debe ir acompañado de un profundo desarrollo social progresivo. ORIENTACIÓN TEÓRICO METODOLÓGICA
En el contexto geohistórico se tiene que abordar la construcción y la reconstrucción del objeto de estudio, dentro de un marco de múltiples determinaciones que influyen sobre una determinada realidad, y bajo condiciones históricas dadas. Dentro de la interpretación teórica se hará referencia a diversos factores que intervienen directa o indirectamente en el proceso de formación geohistórica del Eje Apure – Orinoco; los cambios, momentos claves y transformaciones de la dinámica social y cultural ocurrida o por ocurrir en el espacio que conforma el Eje Apure-Orinoco. Así la elección del tiempo y espacio obedecen a momentos concretos.
El hombre se presenta como un ser transformador del sistema sociedad naturaleza condición que le es inmanente con la capacidad para organizar el medio donde vive (organización del territorio). Tovar, (1986) Afirma.
Los grupos humanos se han afirmado organizando sus espacios dentro de condiciones históricas determinadas, el espacio así constituido, consciente o inconscientemente, tiene error fundamental de facilitar la conservación como la producción de la comunidad respectiva (p.37 ).
Por su condición, el hombre es el único animal capaz de plantearse objetivos cada vez mas elevados. Lo natural aparece dado, lo humano es crear, concebido, planeado. Esta acción se produce dentro de un sistema dinámico sociedad – naturaleza, responde a un equilibrio integrado por un complejo de relaciones factibles de ordenar en las de los hombres con su entorno y de los hombres entre sí.
Se trata de un equilibrio socio -histórico detectable tanto a escala planetaria como en la del nivel que se selecciona. La perspectiva metodológica del enfoque geohistórico conduce a la identificación del problema espacial especifico y determina en la medida de sus alcances u objetivos la gama de factores o variables participantes en el mismo, así como su ponderación. Tovar, (1986) Afirma.
El enfoque geohistórico plantea otra necesidad de orden metodológico. La periodificacion de carácter histórico donde se apoya; periodificación que no tiene que ser coincidente con la de los que cultivan y ejercen el oficio de historiadores (p.69).
Desde este punto de vista, el enfoque geohistórico se basa en propuestas no en imposiciones. La conformación de los espacios geográficos y la dinámica espacial, forman parte del contexto geográfico mundial. Dentro de este contexto esta inmerso el hombre, que es parte elemental del dinamismo y transformación del mismo. Tovar, (1986) Afirma.
La presión demográfica de las sociedades apoyadas en el campo, se volvió inmigraciones y en una distribución en el sentido de la extensión (p40).
Este no ha sido el caso que ha generado la “gran industria”. El paralelismo industrialización – urbanización es un fenómeno único y relativamente reciente en la historia de la humanidad, que ha generado gran congestionamiento en las grandes ciudades y las ciudades industrializadas, por la deficiencia de espacios y de los servicios básicos para las personas.
Tal situación la vivimos en la actualidad por diversas razones (migraciones campo – ciudad), mala planificación de ordenamiento territorial y otras que se mencionarán en este trabajo de investigación. En lo metodológico el enfoque geohistórico se incorpora a explicar nuestras realidades, no puede ni debe seguir dándose dentro de esquemas y métodos prestados. Estamos en presencia de una nueva tendencia que permite explicar y buscar la realidad venezolana y latinoamericana a partir de unas bases metodológicas engendradas desde su propio seno hondando la investigación desde la localidad y haga posible la explicación de su dinámica, así como también del contexto nacional y mundial.
El enfoque geohistórico trasciende para dar explicación con una visión geodidactica de la dinámica del espacio. Rojas, (1992). Afirma.
La investigación, la reflexión y la acción mediante las múltiples aplicaciones que se van produciendo a través de los espacios geográficos en acción y en base al descubrimiento de nuevas categorías (p3).
Tal situación obliga a una flexibilidad y evita la conversión del enfoque geohistórico en un dogma. La investigación geohistórica permite comprender la magnitud de los cambios desde una nueva perspectiva, en la que se vincula la externabilidad y la internalidad. Este enfoque no está sujeto a una limitación del problema, sino que incluye la especificidad que se reviste de la totalidad de un en foque global de esta totalidad. En otro sentido este enfoque no particulariza ni excluye.
En otro ámbito se abordará el componente espacial ciudad y su problemática. Es decir la ciudad como fenómeno espacial desorbitado, generando problema de satisfacción de los servicios públicos esenciales, problemática que se explicará en este trabajo y que es uno de los objetivos que enfoca esta investigación; en lo referente a la desconcentración desconcentrada de la población, mediante eje de desconcentración poblacional en Venezuela.
Es de resaltar que actualmente la mayor cantidad de la población venezolana vive en centros urbanos; sea en ciudades grandes o pequeñas y la perspectiva indica que seguirá creciendo, minimizando la población rural que está en proceso de contracción cuantitativa, la cual representa un problema de ordenamiento territorial. La inquietud es obvia, esos venezolanos que seguirán emigrando del campo a la ciudad están en capacidad de fundar nuevas urbes organizadas, o se sumarán a la población de las ya caóticas ciudades.
Esto puede generar el surgimiento de problemas de tipo social y económico en el país como: la inseguridad, la educación, la salud, la alimentación, el desempleo, el deterioro ambiental, la vivienda todos estos en grados extremos. Lo anteriormente expuesto es uno del los objetivos del eje Apure - Orinoco, que apunta al descongestionamiento de la población. Caso especial del área metropolitana, sin duda es el más grave, pues caracas se extiende de norte a sur, este y oeste sin ninguna planificación lo que replantea le necesidad de comenzar de cero en otro punto del país. Durante el marco de la Venezuela agraria y rural, donde el aprovechamiento de nuestros recursos naturales fue mucho más racional a diferencia del tiempo presente, nuestras aguas particularmente las de los ríos se presentaron como verdaderos caminos para comunicar pueblos, como fuente de provisiones para la dieta del campesino como factor de desarrollo comercial y como eje orientador en el establecimiento de vecinos y comunidades.
Dentro de ese modelo espacial, la cuenca hidrográfica del Orinoco se ofrecía como una riqueza extraordinaria que era necesario conocer y aprovechar. De tal manera la riqueza de este y los demás ríos: Apure, Meta, Arauca y sus tributarios, fueron tejiendo una inmensa red que conectaba una buena parte del territorio venezolano. Hoy día la utilización de estos ríos es de gran importancia tanto en el sentido comercial, suministro de alimentos, materia prima, materia procesada, transporte de personas, podría propiciar un impulso en todas estas actividades, no solamente a escala local, regional, nacional si no también a escala mundial.
Se debe estudiar entonces, la realidad social a través de sus características, dinámicas y contradicciones y en particular lo espacial. Este trabajo responde al estudio evolutivo de los procesos históricos que se han dado y por darse (actualidad) sin perder de vista el enfoque geohistórico. Esta investigación no solamente esta basada en el aspecto geohistórico, si no que dentro de lo metodológico se incorpora: lo documental, lo histórico, lo geográfico y estudio de campo, realizado por la Fundación Apurinoco y otros entes a lo largo y ancho de este Macro Desarrollo Endógeno Sostenible.
Para desarrollar esta investigación hemos utilizado un plan de carácter multidisciplinario para cambiar los esquemas investigativos que reducen el campo objeto de estudio; por su rigidez, aplicado al proceso de investigación. El estudio del eje Apure – Orinoco esta enmarcado dentro del contexto geográfico espacial ya que abarca o esta inmerso en el espacio geográfico de varios estados de Venezuela.
Salazar señala qué: (Febrero 2005).
El eje Apure – Orinoco como elemento fundamental para la descentralización desconcentrada, sigue manteniendo el horizonte de planificación de ocupación a largo plazo del eje, como elemento fundamental para cambiar el actual patrón de poblamiento y ocupación del territorio por uno más racional y equilibrado.
Esto significa que uno de los objetivos primordiales, del eje Apure – Orinoco se basa en la integración y ocupación del territorio. Pues el patrón de poblamiento ha generado una deformación en la zona norte costera de Venezuela, en especial la ciudad de Caracas que no soporta la gran cantidad de pobladores y sus ciudadanos ya no soportan el caos que se genera en dicha ciudad. Por otro lado es importante señalar que:
El instituto nacional de canalizaciones (INC) culminó en el año 2004 el proyecto para ser viable la navegación comercial en el eje Apure – Orinoco, según informó el presidente de este ente oficial capitán de navío Wolfang López Carrasquel (Enero, 6, 2005, p.8).
El citado plan, según dijo se ejecutaron concretamente en el tramo Puerto Nutrias – Boca de Apure, y los estudios hidráulicos para su viabilidad se realizaron en los sectores Boca de Apure – La Culebra, El Cochino – Manatí y San Fernando. Diario Mayor. (Enero, 6, 2005).
Este proyecto forma parte de una estrategia coherente para ocupar el territorio nacional a mediano y largo plazo, y de esa manera aprovechar el enorme potencial minero, agrícola, pesquero, forestal y turístico de ese tramo del eje Apure–Orinoco (p.8).
Lo citado anteriormente da muestra que el eje Apure–Orinoco, apunta a la apertura del gran eje fluvial comunicacional, propósito que puede lograrse a mediano y largo plazo. Desde este punto de vista el eje Apure – Orinoco puede ser retomado luego del proceso de desestructuración económica, social y espacial de la Venezuela agrícola con el advenimiento del petróleo.
Esto da muestra que el elemento antro pico determina una nueva realidad; nos introduce ante una situación que se inscribe a su vez en un proceso factible de experimentar cambios, bien a mediano o a largo plazo por que es histórico.
El mismo obedece a la determinación social, coordinadora de la función trabajo y de su relación inevitable con los bienes y configuración (fisonómica- paisaje), de su entorno.
Registro completo este ultimo de esa dinámica – global, la cual reproduce según su rango, las cualidades del hombre como ente antropológico, económico, político, espiritual y en esencia histórico. Tovar, (1986), Afirma.
Antes de la reevaluación de los transportes y de la afirmación de la navegación marítima en el nivel que a hora conocemos, las barreras naturales continentales oponen a la topografía como factor condicionante, tanto las relaciones como las comunicaciones. Los puntos de aprovisionamiento, los pasos y corredores así lo confirman (p67).
Esto implica que a pesar de las dificultades el hombre ha mantenido la comunicación e intercambio de diferentes tipos (comercial, cultural, religioso y de otro tipo). De igual manera en nuestra América pre-europea, tanto en el ámbito cordillerano como en el potámico, a si nuestros valles ínter móntanos como nuestras redes fluviales hermanadas a nuestras costas marítimas aseguraron la continuidad e intensidad de las relaciones., el caso del desequilibrio entre el atlántico y la cuenca amazónica, nuestro mar caribe escenario de peso geohistórico. Tovar, (1986), Afirma.
En perspectiva geográfica de Venezuela se plantea el relieve del país fundamento del soporte natural del territorio, es un elemento positivo en o que toca a accesibilidad y fluidez de las comunicaciones. (p67).
En este sentido se tipifica a Venezuela como un país no montuoso, con pendientes suaves y desarrollo de superficies planas y bajas. Lo que contribuye a facilitar el proceso de comunicación, de poblamiento y fomentar la dinámica económica a través de las políticas correctivas que pueda tomar el Estado Venezolano debido al relieve de nuestro país a diferencia de otros en el mundo.
Esto da fundamento al objetivo de ejecutivo nacional, de incorporar e integrar otras regiones, ciudades, localidades y espacios a través de la red fluvial del eje Apure – Orinoco. Diario Mayor (Enero 6, 2005)
Actualmente se ejecuta el sistema automatizado de recolección y retransmisión de niveles del eje Apure – Orinoco y el estudio hidráulico del caño La Resaca sector Bruzual. (p8)
Igualmente se actualizaron los parámetros básicos, económicos de las cargas en el eje y el estudio integral del río Portuguesa. También se encuentra en ejecución los mapas de apoyo para la divulgación y promoción del eje y el atlas de comparación de sondeos de los años 2003 – 2004, del río Apure tramo Boca de Apure – San Fernando.
Pienso que este tipo de integración a través del eje Apure – Orinoco puede darse a mediado o largo plazo. Hay que señalar que esta tiene sus dificultades pues el eje presenta problemas de tipo hidráulico (dragado), de infraestructura, servicios, salud, vivienda, educación y otros. Debido a que todos los espacios que conforman el eje no tienen las mismas condicione de infraestructura, servicios, acceso a la vialidad, transporte y otros.
Como señala López Carrasquel al hacer el balance de la gestión durante el año 2004 se realizó un mantenimiento al canal de navegación del Lago de Maracaibo, para asegurar el transporte en condiciones seguras y confiables de los buques de gran calado. Apuntó el funcionario, que esta vía de navegación, que se localiza en las inmediaciones de las islas San Carlos, Pájaros y Zapara, se había afectado por el encallamiento de la motonave El Exportador. Suceso ocurrido en el año 1998.
En lo atinente al parque naval se han recuperado varias dragas (La Guayana) en la que se desembolsó 1,2 millardos de Bolívares. El citado equipo se encuentra en plena ejecución en el canal del Orinoco, después de un exitoso proceso de mantenimiento realizado en la República de Cuba. En la draga Catatumbo también se realizó un mantenimiento cuya inversión alcanzó aproximadamente 3,4 millardos de Bolívares, esto da muestra que el eje Apure – Orinoco no está paralizado. Diario Mayor (Enero 6, 2005)
Para finales del mes de Enero de 2005 será llevado a dique la draga Río Orinoco, cuyos trabajos de mantenimiento correctivo tienen un costo de 1,6 millardos de Bolívares (p8).
Esto significa que los trabajos se están desarrollando en el eje Apure – Orinoco, a pesar de las dificultades que ha tenido el ejecutivo nacional y los demás entes involucrados. López Carrasquel anunció que este año se proyecta ejecutar el estudio para mejorar el balizaje y señalización con nuevas tecnologías en los diferentes canales de navegación, con una inversión aproximada de 7 millardos de Bolívares.
Esto demuestra la viabilidad que el estado venezolano hace para contribuir no solo a la generación de empleos, sino también a la dinamización de las actividades económicas, comerciales, turísticas y hasta de tipo ecológicas en el sentido de poder hacer estudios mediante el acceso a los diferentes lugares de los ríos Orinoco y Apure.
De lo expuesto anteriormente otro objetivo primordial del eje Apure – Orinoco es el sistema de interconexión de los espacios, que conforman a dicho eje y dinamizar las actividades productivas para aprovechar el potencial de los diferentes recursos que se encuentran en los distintos espacios del eje. Un ejemplo de ello, es la construcción del segundo puente sobre el rio madre (Palital-Punta Cuchillo) uniendo los estados Anzoátegui-Bolívar, la ejecución de la construcción del tercer puente (Caicara-Cabruta), uniendo los estados Guárico- Bolívar, construcción en el Estado Guárico, de la central del Satélite Simón Bolívar, y próximamente creo que se dará inicio a la construcción del primer puente sobre el rio Apure (Puerto Páez-El Burro), uniendo así el Estado Apure-Amazonas.
Es de destacar que desde tiempos antiguos ha existido una constante búsqueda, para comunicarse no solamente en el sentido social, sino también como trasladarse de un lugar a otro a través de las distintas vías de comunicación y de otros medios. Es importante destacar que los descubrimientos geográficos del siglo XVI, son una consecuencia de esas vías de comunicación y de esos medios de transporte que fueron utilizados para un propósito o fin.
Es conveniente señalar que el hombre ha estado en la búsqueda de nuevos horizontes y rutas para trasladarse de un lugar a otro. Por consiguiente las vías de comunicación fluvial han representado a escala mundial, nacional, regional y local, la interconexión entre las distintas partes del planeta. Es conveniente señalar que esta interconexión se presenta por diversas necesidades que el hombre tiene, en su relación hombre–sociedad-naturaleza. Esto nos refleja la importancia de las vías fluviales para establecer un proceso dinamizador de cada uno de los espacios geográficos.
Muestra de la importancia de las rutas y vías de comunicación, por ríos y mares fue el proceso de ocupación realizado por los españoles a nuestro continente (América) y específicamente a Venezuela. En el ámbito de la geografía venezolana se cuenta con una variedad de rutas fluviales, que hacen posible la articulación e interrelación de los contextos espaciales, hidrográficos, nacionales, regionales, locales, latinoamericanos y mundiales; los cuales forman parte de esa dinamización del quehacer cotidiano del hombre.
En la actualidad y desde tiempos anteriores, uno de los principales ríos de Venezuela que fue y es utilizado, como una de las rutas mas importantes para la comercialización fluvial y otras actividades que se realizaron y se realizan por esta arteria vial como lo es el río padre de Venezuela “El Orinoco” el cual está conectado a otras rutas fluviales como: Apure, Barinas, Delta Amacuro, San Cristóbal, Amazona, Monagas y Bolívar los cuales forman parte del eje Apure – Orinoco.
Salazar 2005, señalar que.
La nueva Junta Directiva de CORPOANDES, tiene intenciones de explotar los yacimientos de fosfato existentes en el Táchira, para la fabricación de fertilizantes y su distribución en las zonas agrícolas del país, planteándose la vía acuática y fluvial como la mas económica para llegar a ella.
Esto indica que el eje Apure – Orinoco, como elemento fundamental para la descentralización desconcentrada de la población, sigue manteniendo el horizonte de planificación, de ocupación a largo plazo. La ocupación futura del eje, es un elemento fundamental para cambiar el actual patrón de poblamiento del territorio por uno más racional y equilibrado que el desarrollado hasta el presente.
Esto significa que el eje Apure – Orinoco además de ser un importante eje fluvial permitirá la ocupación e integración de los espacios que se encuentran desarticulados en dicho eje. A través del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013 y políticas implementadas como los Núcleos de Desarrollo Endógeno, las Comunas Productivas Socialistas y los nuevos Territorios Socialistas, los cuales complementarán este proceso de integración poblacional. |