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¿Quién Manda, Cómo y Por Qué? Introducción a la Estructura Política de Israel Lic. Sara Lazar Acta de Proclamación del Estado de Israel La tierra de Israel ha sido la cuna del pueblo judío. Aquí se forjó su personalidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí ha vivido como pueblo libre y soberano. Aquí ha creado una cultura con valores nacionales y universales, y ha legado al mundo el eterno Libro de los Libros. Luego de haber sido desterrado por la fuerza, el pueblo judío le guardó fidelidad en todos los países de su dispersión y jamás dejó de rogar por el retorno a su país, ni de confiar en que restauraría en él su independencia nacional. Impulsados por este vínculo histórico y tradicional, los judíos han luchado, en el curso de las generaciones, para retornar a su antigua patria y arraigarse en ella. En generaciones recientes retornaron en masa. Pioneros veteranos, defensores y nuevos inmigrantes que franquearon el bloqueo redimieron los yermos, revivieron su lengua hebrea, construyeron ciudades y aldeas. Fundaron una pujante sociedad, dotada de economía y culturas propias, amante de la paz pero capaz de defenderse por sí misma, y portadora del progreso para todos los habitantes del país, que aspira a la independencia y a la soberanía. En el año 1897 se reunió el Primer Congreso Sionista, respondiendo al llamado de Teodoro Herzl, visionario del Estado judío, y proclamó el derecho del pueblo judío a la restauración nacional en su propio país. Este derecho fue reconocido por la Declaración Balfour el 2 de noviembre de 1917 y ratificado por el Mandato de la Liga de las Naciones, que acordó validez internacional explícita al vínculo histórico entre el pueblo judío y la Tierra de Israel, y el derecho del pueblo judío a reconstruir su Hogar Nacional. La hecatombe que exterminó en nuestros tiempos a millones de judíos en Europa, volvió a probar claramente la imperiosa necesidad de resolver el problema de los judíos sin patria ni independencia, restaurando al Estado Judío en la Tierra de Israel, que abrirá sus puertas a todos los judíos y los llevará a una posición de nación con igualdad de derechos en la familia de las naciones. Pese a las dificultades, los obstáculos y peligros, los sobrevivientes de la horrenda matanza nazi en Europa, así como los judíos de otras naciones, jamás han dejado de inmigrar a la Tierra de Israel y no han cesado de exigir su derecho a una vida de dignidad, trabajo y justicia en la patria de su pueblo. Durante la Segunda Guerra Mundial, la población judía de la Tierra de Israel contribuyó hasta el máximo a la lucha que las naciones amantes de la libertad y de la paz libraron contra la barbarie nazi. Su esfuerzo bélico y la sangre derramada por sus soldados le valieron el derecho a contarse entre los pueblos fundadores de las Naciones Unidas. El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución disponiendo la creación de un Estado Judío en la Tierra de Israel, y exigió a los habitantes que tomen ellos mismos todas las medidas necesarias para la ejecución de la misma. Este reconocimiento por parte de las Naciones Unidas del derecho del pueblo judío a crear su propio Estado, es irrevocable. Es el derecho natural del pueblo judío, como de cualquier otro pueblo: desarrollar una existencia independiente en su Estado soberano. Por consiguiente nosotros, los miembros del Consejo del Pueblo, representantes de la población judía en la Tierra de Israel y del Movimiento Sionista, nos hemos reunido hoy, en el día de la terminación del Mandato Británico sobre Palestina, y en virtud de nuestro derecho natural e histórico y de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamamos la creación de un Estado Judío en la Tierra de Israel: El Estado de Israel. Resolvemos que desde el momento en que termina el Mandato, esta medianoche entre el 5 y el 6 de Iyar de 5708, el decimoquinto día del mes de mayo de 1948, y hasta el establecimiento de las autoridades electas y permanentes del Estado, de acuerdo con la Constitución que será promulgada por la Asamblea Constituyente a más tardar el 1o. de octubre de 1948, el Consejo Nacional actuará en calidad de Consejo Provisional de Estado y su brazo ejecutivo, la Administración Nacional, constituirá el Gobierno Provisional del Estado Judío, que se llamará Israel. El Estado de Israel permanecerá abierto a la inmigración judía de todos los países. Promoverá el desarrollo del país para el bien de todos sus habitantes. Se basará en principios de libertad, justicia y paz, a la luz de las enseñanzas de los profetas de Israel. Mantendrá una completa igualdad de derechos sociales y políticos para todos sus ciudadanos sin diferencia de credo, raza o sexo. Garantizará la libertad de culto, conciencia, idioma, enseñanza y cultura. Salvaguardará los lugares santos de todas las religiones. Será fiel a los principios de la Carta de las Naciones Unidas. El Estado de Israel estará dispuesto a cooperar con los organismos y representantes de las Naciones Unidas para llevar a la práctica la resolución de la Asamblea General del 29 de noviembre de 1947, tomará las medidas necesarias para crear la unión económica de toda la Tierra de Israel. Apelamos a las Naciones Unidas para que ayuden al pueblo judío en la construcción de su Estado y a admitir al Estado de Israel en la familia de las naciones. Exhortamos a los habitantes árabes del Estado de Israel –aún en medio de la agresión sangrienta que se lleva a cabo contra nosotros desde hace meses– a mantener la paz y a participar en la construcción del Estado, sobre la base de plenos derechos civiles y de una representación adecuada en todas sus instituciones provisionales y permanentes. Ofrecemos la paz y la amistad a todos los países vecinos y a sus pueblos, y los invitamos a cooperar con el pueblo judío independiente en su país, en base a la ayuda mutua. El Estado de Israel está dispuesto a colaborar en el esfuerzo común por el progreso del Medio Oriente en su totalidad. Llamamos al pueblo judío de toda la diáspora a congregarse en torno a la población del Estado y a secundarlo en sus tareas de inmigración y construcción, y en su gran empresa por la materialización de sus aspiraciones milenarias de redención de Israel. Con fe en el Todopoderoso, firmamos de nuestro puño y letra esta declaración en la sesión del Consejo Provisional del Estado, sobre el suelo de la patria, en la ciudad de Tel Aviv, este día, víspera de sábado, el 5 de Iyar de 5708, catorce de mayo de mil novecientos cuarenta y ocho. David Ben Gurión Y. Zvi Luria Daniel Auster Golda Meyerson Mordejai Bentov Najum Nir Itzjak Ben Tzvi Tzvi Segal Elihau Berlín Rab. I. Lev Hacohen Fritz Bernstein Fishman Rab Wolf Gold David T. Pinkas Meir Grabovsky Aharon Zisling Itzhak Gruenbaum Moshé Kolodny Dr. Abraham Granovsky Eliezer Kaplan Eliahu Dobkin Abraham Katzenelson Meir Vilner-Rubner Felix Rosemblueth Zeraj Warhaftig David Remez Herzl Vardi Berl Repetur Rachel Cohen Mordejai Chattner Rab. Kalman Cahana Bentzion Steinberg Saadia Kobashi B. Shitrit Rab. Itzjak Levin Moshé Shapira Meir D. Levinstein Moshé Shertok Directivas para el debate Lee la declaración de Independencia del Estado de Israel. ¿Qué párrafo consideras que expresa la filosofía del nuevo Estado y por qué? Subraya las oraciones que se refieren a: a) El sueño del judío en la diáspora durante casi dos mil años. b) La forma de vida que ofrece el Estado. c) La posición que ofrece a los diferentes grupos étnicos, religiosos y culturales. d) La democracia e) Relación del Estado con la diáspora f) La paz ¿A qué conclusiones puedes llegar en cuanto a las aspiraciones del nuevo Estado judío? |
![]() | «¿Cómo, pues, invocarán el nombre de aquel en quien no han creído, y cómo creerán en aquel de quien no han oído, y cómo oirán si... | ![]() | |
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