Grupos de promoción Impulsan o promueven como su nombre lo indica causas, ideas o posiciones. El sustento de este grupo es ideológico por eso también se le llama grupo de vocación ideológica; ejemplo, iglesias, ecologistas, pacifistas.
Su base está integrada por ciudadanos de distintas clases o categorías sociales, como razas, sexos, profesiones. Lo que los unifica es su afinidad ideológica o causa que persiguen.
Los grupos de presión pueden llegar a combinar tanto propósitos de protección, como propósitos de promoción, debido a que demandan reivindicaciones de índole moral, ideológica o valorativa, y también exigen mejoras materiales o económicas.
Los partidos políticos y grupos de presión, como mediadores entre sociedad civil y Estado, y por encontrarse en un mismo plano o terreno de acción, frecuentemente se establecen relaciones entre sí y tienen participación simultanea, esto sucede cuando en un movimiento social se unen partidos políticos con grupos de presión y éstos últimos aceptan esta unión porque el partido puede ser vocero de sus demandas ante problemas específicos.
La relación que establecen los grupos de presión con los partidos políticos pueden volverse una relación orgánica y regular, integrándose estructuralmente al programa de acción del partido con lazos permanentes, tal es el caso de los partidos que tienen integrados en su estructura a los más importantes grupos populares organizados, por ejemplo, el PRI compuesto por el sector obrero, campesino y popular.
c) Sindicatos
Es una organización formal constituida por trabajadores en defensa de sus intereses económicos, es la forma peculiar de organización de la clase trabajadora en tanto sujeto colectivo organizado. Su principal arma es la huelga.
Como estructuras sociales autónomas se desarrollan en el contexto del desarrollo del capitalismo durante el siglo XIX, adquiriendo auge con la industrialización y aparición de las masas, consolidándose como la forma predominante del movimiento obrero frente a su contraparte económica, la burguesía.
En un principio los gobiernos se opusieron a ellos, pero a través de las luchas obreras se reconocieron, autorizaron y se les otorgó personalidad jurídica por parte del Estado. Su fuerza radica en su carácter colectivo y contractual, actualmente su ámbito de acción, que en un principio era económico, se ha extendido hacía lo político.
Las características organizativas de los sindicatos son diversas, según los países, en su configuración y definición confluyen tradiciones nacionales, desarrollos legislativos y la correlación de fuerzas con los distintos sectores empresariales. Tienden a organizarse en estructuras horizontales o verticales para intervenir en problemas políticos generales y sociales generales, esto sucede cuando establecen relaciones con otras fuerzas políticas, por ejemplo, con los partidos políticos.
El sindicato es un actor central en los procesos de contratación triangular, o sea, entre sindicatos, empresarios y gobierno, los dos últimos tratan de disminuir su participación y delimitar sus funciones, con el fin de mantener a las actividades sindicales dentro del marco y control político.
Existen varios tipos de sindicatos: gremiales, de empresa, industriales, de oficios. El predominio que tenga un tipo u otro en la escena de un país depende de la correlación de fuerzas que exista entre las mismas organizaciones sindicales, el Estado y los empresarios.
La capacidad de representación de los sindicatos sobre el conjunto de la clase obrera, se mide por su densidad sindical (porcentaje de afiliados respecto a los asalariados) el grado de capacidad organizativa y por la cobertura de negociación colectiva (entre empresas y trabajadores).
d) Corporativismo
El término tiene distintas acepciones, pero en el análisis de las formas tradicionales de representación retomaremos el que denomina de esta forma a cualquier tipo de participación de los sectores sociales organizados por los gobiernos. 2
Esta forma de corporativismo tiene sus orígenes en el período de entreguerras, en los regímenes fascistas en Italia, Alemania, España y Portugal, y en Latinoamérica en Brasil. Preconizaba la organización de la sociedad en estructuras corporativas de tipo profesional que controladas o mediatizadas por el Estado debían sustituir al pluralismo de los sistemas de partidos políticos y sindicatos y su fin era someter los procesos económicos al control del gobierno en periodos de crisis para estimular el crecimiento económico y aunque la intención es distribuir beneficios a la población, la distribución resulta desigual y selectiva.
En el corporativismo está presente la idea de la integración de un cuerpo social aparentemente homogéneo, en el que el interés de los individuos particulares se debe supeditar al interés general de la corporación a la que pertenecen o al proyecto económico del país.
La sociedad acepta la corporación porque el Estado se compromete a proporcionarles bienestar. Entraña intereses comunes entre Estado y sociedad, donde ésta última se presta a ser comparsa y apoyo de las políticas económicas a cambio de retribuciones en forma de beneficios sociales.
Cabe aclarar que no emerge de la sociedad civil, sino que se impone como un mecanismo de control de organizaciones que si son representativas de la sociedad civil, los sindicatos y partidos políticos.
e) Sindicatos y corporativismo en México
En México, los sindicatos históricamente se pueden dividir en clasistas, blancos y corporativos.
Los sindicatos blancos han sido poco estudiados, están subordinados a las gerencias, se les ubica como dependencias de los departamentos de personal de las empresas contribuyendo subordinadamente a las políticas empresariales.
Los sindicatos de clase o independientes tienen su espacio fuera de las políticas estatales, como oposición política para los sindicatos que sí se habían incorporado a la política económica, fueron socavados y reprimidos violentamente, hasta los años setentas cuando ganaron algún espacio.
Los sindicatos corporativos se caracterizan por tener como espacio principal de negociación el campo estatal de las grandes políticas, se trata de un intercambio de beneficios materiales para los trabajadores, por apoyo a las políticas del Estado y orden social y para los líderes, poder sindical y participación en puestos de elección popular como senadurías, diputaciones y gubernaturas. 3
En el proyecto posrevolucionario, el crecimiento económico requería de estabilidad política que le ofreciera seguridad a los capitalistas, por lo tanto los grupos o sectores debían ser controlados, a través del proceso de corporativización, permitiendo la formación de sindicatos y organizaciones campesinas, al mismo tiempo las iba incorporando al partido oficial. La sociedad se convirtió en un gran aparato corporativo organizado dentro del partido de gobierno con el proyecto de la Revolución Mexicana. 4
Desde 1946 las organizaciones sindicales representaron el contingente principal del andamiaje corporativo que le otorgó grandes logros al sector obrero organizado en instituciones de seguridad social y mejoramiento laboral.
A partir de los años ochentas, ante la crisis económica, las políticas neoliberales, con menor intervención estatal y la reestructuración productiva han ido mermando al corporativismo que no se ha sabido adaptar a la nueva situación. El gobierno al retirarse de la participación económica, dejo de favorecer a los sindicatos.
El corporativismo entró en crisis de legitimidad, pues ya no logran controlar el descontento de la bases ante su incapacidad para negociar la política salarial.
Los procesos de modernización productiva y globalización han modificado las relaciones laborales privilegiando los criterios de flexibilidad, eficacia y productividad, para lo que se requieren nuevas formas participativas y consensuales de interacción entre empresas y sindicatos. Pero el viejo corporativismo es incompatible con estos requerimientos, por su estructura centralizadora, jerárquica, autoritaria e inflexible. Por lo que se hace necesaria una renovación, y redefinición de las relaciones entre Estado, empresarios y sindicatos apropiados a los cambios económicos, donde la fuerza de trabajo resulte menos afectada ante las nuevas políticas salariales y laborales, que delinean una modernización autoritaria.
Es evidente que existe crisis de representación de la dirigencia oficial sindicalista, que obstruye la resolución de los conflictos obrero-patronales por las actuales vías institucionales, ahora también son cuestionados los acuerdos alcanzados por las cúpulas sindicales que también han sido golpeadas por el gobierno para reducir su anterior influencia en los procesos político-económico, ya que ahora son un obstáculo en el proyecto de la política económica neoliberal.
La crisis prolongada que se inicia en los ochentas y que se agudiza con las nuevas políticas económicas conlleva a aspectos de ruptura con las formas de representación tradicionales y que conlleva a una reformulación de la relación Estado- Sindicato.
1.4.2 NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN SOCIAL a) Caracterización de los movimientos sociales nuevos
Se manifiestan principalmente en los llamados "movimientos contemporáneos" o "nuevos movimientos sociales" que son formas de acción colectiva cuyos protagonistas son estudiantes, ecologistas, pacifistas, feministas, homosexuales. Surgen principalmente en las sociedades occidentales de los años sesenta, se diferencian de las formas tradicionales de representación o de acción colectiva por una serie de "características", que hace que se les considere "nuevos". No son nuevos porque sean de reciente aparición como se ha llegado a considerar ya que algunos de estos movimientos ya se habían dado desde la antigüedad.
Sus características son que no hay una relación entre los roles específicos (estudiantes, amas de casa, etc.) de sus actores con las clases sociales, las cuales aparentemente se diluyen en estos movimientos. Su pertenencia corresponde a factores como el status, edad, género, orientación sexual.
Los factores de movilización tienden a centrarse en aspectos o cuestiones de tipo cultural y simbólico relacionados con creencias y significados colectivos, en las que suelen fundarse sentimientos de pertinencia de un grupo diferenciado y los procesos de construcción de la identidad colectiva de sus seguidores, ejemplo, el respeto a los derechos humanos.
Existe pluralismo de ideas y valores en sus seguidores, suelen tener una orientación programática y persiguen reformas destinadas a ampliar la participación de los individuos, como ciudadanos, en las instituciones sociales.
La estructura de su organización suele ser informal, difusa, descentralizada y tiende a formas asambleístas de debate, contrasta por lo tanto con la estructura vertical y jerárquica que se da en las formas tradicionales de representación, como los sindicatos.
Sus tácticas de movilización son radicales combinando técnicas de resistencia, desobediencia civil y perturbación en el funcionamiento de las instituciones.
Surgen y proliferan por la crisis de credibilidad que afecta a las organizaciones de representación tradicional, pero también ante el Estado que se revela incapaz de afrontar los problemas derivados de la crisis estructural. Por estas razones, los movimientos nuevos tratan de guardar su autonomía ante los partidos políticos y el Estado, lo anterior motiva la búsqueda de formas alternativas de participación más directas y próximas al individuo, de ahí que se identifiquen actualmente como movimientos de ciudadanos, realizados por organizaciones no gubernamentales.
A las sociedades occidentales, tanto en el Este como en el Sur (países subdesarrollados), se les ha otorgado un importante significado político y se consideran promotores dinámicos del cambio y democratización de las instituciones sociales y de la vida cotidiana.
b) Organizaciones no gubernamentales
Las organizaciones no gubernamentales (ONGs), que se desarrollan principalmente en los noventa, tratan de cubrir una porción del vacío político generado por la deslegitimación de las estructuras de representación.
Pertenecen a un movimiento mundial, se trata de actores relativamente "nuevos" que se nutren de sentimientos u objetivos altruistas o filantrópicos que tienen un buen conocimiento y cercanía con los grupos sociales objeto de sus acciones.
Como su nombre lo indica tienen el propósito de mantenerse al margen de cualquier institución de gobierno, tienen carácter internacional reconocidas por la ONU (Organización de Naciones Unidas), son grupos heterogéneos que realizan una diversidad de actividades de beneficio social, tienen diversa naturaleza jurídica (asociaciones civiles y fundaciones entre otras) espacio de trabajo (local, regional, nacional e internacional), sector hacía el que enfocan su trabajo (campesinos, marginados, mujeres, etc.)
Las ONGs guían su trabajo hacía el diseño de enfoques, métodos y perspectivas que superen las ineficiencias institucionales (descuido de la ecología, por ejemplo), conciben la posibilidad de proyectos alternativos a partir de nuevas formas de distribución del poder social a las clases subalternas.
Han logrado avances en lo que se refiere a derechos humanos y en especial en asesoría a proyectos de agricultura, salud y desarrollo comunitario.
Las ONGs son actualmente un actor importante que llenan parte de un vacío que no tienen un estatuto de solución a los problemas, ni son en sí mismos la sociedad civil a la que representan.
Estas organizaciones abarcan todo el espacio político, abarcan desde principios ultra conservadores hasta revolucionarios.
Una característica de las ONGs es que cuentan con medios de comunicación (Internet) que facilitan una acción internacional, solidaria a escala global, esto gracias a la llamada cuarta revolución tecnológica que facilita las relaciones humanas internacionales, pero también permite la agresión de la globalización, desde el poder, contra la identidad cultural, comunitaria y colectiva de los grupos subordinados y marginales.
Existe la crítica de que se pueden convertir en grupos de presión del capital internacional contra los Estados Nacionales, esto se debe a que los funcionarios de varios países se han visto obligados a "tomar en cuenta" a las ONGs presionados por organismos financieros internacionales. Se señala que pueden estar siendo utilizados como paliativos y asistencia social ante las carencias sociales que impone el modelo económico neoliberal para detener el descontento social con una tarea de cooptación.
Sin embargo, se debe reconocer el carácter positivo de las ONGs, que no son sociedad civil, pero que le prestan un servicio social coadyuvando a la democratización, a la construcción de la ciudadanía y a la búsqueda de otro modelo de desarrollo social.
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