EL PAPEL DE LA OTAN DESPUÉS DE LA GUERRA FRÍA
por Bernardo Ortiz Ugalde y Oscar Torrecilla
LA OTAN Para poder analizar el rol que juega la OTAN en la actualidad, debemos primero retrotraernos a sus comienzos y repasar brevemente su desarrollo histórico. La Organización del Tratado del Atlántico Norte, es una alianza de países independientes, con un interés común en mantener la paz y defender su libertad por medio de la solidaridad política y adecuando su capacidad militar defensiva para detener, y si es necesario repeler cualquier posible forma de agresión contra ésta. Creada siguiendo los lineamientos del articulo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, que reafirma el derecho inherente a la defensa individual o colectiva, es una asociación de países libres unidos en su determinación por preservar su seguridad a través de garantías mutuas y relaciones estables con otros países. Es una organización inter-gubernamental en la que cada miembro retiene su total soberanía e independencia y su objetivo principal es salvaguardar la libertad y seguridad de todos sus miembros en forma tanto política como militar en consonancia con los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Basada en valores comunes de democracia, derechos humanos y el imperio de la ley, la Alianza ha trabajado por el establecimiento de una larga y duradera paz en Europa. La OTAN también lleva consigo el eslabón con el que la seguridad de Europa está indisolublemente unida con la seguridad de América del Norte . La solidaridad con la que la alianza da sustancia y efecto al trabajo político, militar y en otras esferas de la OTAN, asegura que ningún país-miembro se verá obligado a afrontar los desafíos de la seguridad nacional desprotegido del respaldo de la alianza. . ORÍGENES DE LA ALIANZA Con la segunda guerra mundial finalizada, el mundo entero se convierte en botín de guerra, en la cual los vencedores comienzan una carrera desesperada hacia la conquista ideológica de la Europa de posguerra, por supuesto liderada por las dos superpotencias mundiales, Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La situación económica era desastrosa, la maquinaria industrial había sido destruída, ya que habían apuntado todo el potencial a la producción de armamentos, lo que había llevado a desprovisión de alimentos y productos de primera necesidad; la situación política era endeble, campo propicio para el surgimiento de focos comunistas. Con la Carta de las Naciones Unidas recién firmada, Estados Unidos y sus Aliados necesitaban consolidar la nueva era de paz. Entre 1945 y 1949, comenzaron a preocupar-se acerca de la política expansionista y los métodos utilizados por la Unión Soviética de Stalin, que al finalizar la guerra había empezado a formar con sus fraternales partidos comunistas en cada uno de los países que ocupó con sus fuerzas, una “cortina de hierro”, como la llamó Winston Churchill en el año 1946, (tal vez el primer líder de los Aliados que se dio cuenta del peligro que representaba la Unión Soviética para los países libres de Europa). en la Universidad de Fulton, Missouri. Así para marzo de 1948; Hungría, Polonia, Rumania y la por entonces Checoslovaquia habían caído bajo el total control de partidos comunistas que respondían al Soviet Supremo, además Grecia y Turquía estaban amenazadas por grupos insurrectos de corte comunista. Temiendo que la atención del Kremlin recayera sobre una debilitada Europa Occidental, estos países empezaron a idear sistemas de defensa. Así fue como surgió lo que se conoce hoy como la “Doctrina Truman,” el presidente norteamericano Harry Truman en su anuncio del 12 de Marzo de 1.946 instó a ”Apoyar a los pueblos libres que están oponiéndose al intento de sometimiento de minorías armadas o la presión externa... Debemos ayudar a los pueblos libres a resolver a su propio modo su destino”. Así se comenzó un movimiento de ayuda hacia los países más afectados. En ese contexto, el Secretario de Estado de ese momento, El General George C. Marshall, motivado por la necesidad económica de los países europeos, lanzó en la Universidad de Harvard el conocido PLAN MARSHALL, que no fue otra cosa que estrategia de ayuda económica para reconstruir los países de Europa Occidental que estaban en la ruina y combatir al comunismo, con un costo total de alrededor de 10.200 millones de dólares, apoyando de manera incondicional a los gobiernos que respetaran los ideales de libertad y democracia. El Plan Marshall cimentó las bases de una Europa occidental y meridional apoyada en sus propias fuerzas. Hacia 1950 era sin duda un éxito abrumador. Convencidos de la necesidad de apoyar en las armas los principios establecidos por la Carta de las Naciones Unidas, se firma el Tratado de Bruselas en marzo de 1948 por cinco países – Bélgica, Francia, Luxemburgo, Holanda y El Reino Unido -, para desarrollar un sistema común de defensa tanto militar como ideológico, que pronto incitó a los Estados Unidos, debido a la creciente amenaza rusa, a la constitución de un mayor bloque militar que defendiera los intereses del sector del Atlántico Norte. Los 323 días de bloqueo terrestre que llevaba Berlín a manos de las fuerzas soviéticas, alimentó aun más sus preocupaciones, entrando en conversaciones con Canadá y demás países de Europa Occidental, que culminó con la firma del Tratado de Washington el 4 de abril de 1949 por 12 países. Así nace la Organización del Tratado del Atlántico Norte, formada originariamente por EEUU, Canadá, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Holanda, Reino Unido, Dinamarca, Islandia, Italia, Noruega, Portugal. Luego se unirían Grecia y Turquía en 1.952; Alemania Occidental en 1.955, y en 1.982 España. La réplica de los países comunistas, no se hizo esperar: inmediatamente después de que Alemania occidental ingresara en la alianza, ocho Estados, liderados por la URSS suscribieron el llamado Pacto de Varsovia. A partir de este momento comienza el período de división en dos bloques bien definidos, cristalizándose de esa manera la guerra fría. La Alianza fue fundada, así, sobre la base de un tratado, el cual debía ser ratificado por los respectivos gobiernos. El tratado combina los derechos individuales de cada Estado-parte, así como las obligaciones internacionales, de acuerdo con la carta de la Naciones Unidas. También significó que cada país firmante iba a tener que afrontar los riesgos y responsabilidades así como los beneficios de la seguridad colectiva, y requerir de cada uno, que bajo ninguna circunstancia formaran parte de otra organización o tratado que fuera en contra o pudiera estar en conflicto con las bases del Tratado. El mismo fue firmado por un lapso mínimo de 20 años, y en su artículo 5º se decía “El ataque contra uno o varios países en Europa o en América del Norte, se consideraría ataque contra todos ellos”.
EL PERÍODO DE LA GUERRA FRÍA Con el avance de la guerra fría, el principal objetivo de la alianza, ante el creciente aumento de las fuerzas soviéticas, fue el de tratar de avanzar y focalizar sus fuerzas tan al este como se pudiera. Asegurar que Alemania tuviera un gobierno democrático y no cayera por entera bajo el dominio Soviético fue el siguiente objetivo. Una vez reconocida como un estado soberano, la república Federal Alemana se unió a la alianza atlántica, luego, como es sabido la Unión Soviética crea la organización llamada “Pacto de Varsovia”, el cual estaba integrado por sus países satélites. Armada con la bomba de hidrógeno La Unión Soviética no mostró ningún signo que permitiera a los países satélites mucha libertad política, así las tropas soviéticas aplastaron las rebeliones en Hungría y Polonia en 1.956.
Con el apoyo para la nacionalización del Canal de Suez, quedaba claro que el líder soviético Nikita Kruschev no solo miraba hacia Europa, sino también a otras partes del globo. El Medio Oriente y otros países fueron objetivo directo de la política expansionista rusa. Para disolver tensiones internacionales en torno a la guerra armamentista la OTAN propuso acuerdos de desarme que fueron enérgicamente rechazados por Moscú. Este no quería que los Estados Unidos liderara seguro sobre su superioridad nuclear. Con el lanzamiento de su primer satélite espacial (el Sputnik en 1957), además, comenzó la carrera espacial. El mundo se veía cada vez más amenazado por el armamento nuclear. La escalada armamentista llegó a su cúspide con la crisis de los misiles cubanos. Era la primera vez que el pueblo norteamericano sentía la amenaza nuclear en su propio territorio. Se tornó imprescindible para la alianza lograr un acuerdo para el desarme nuclear y así impedir en el futuro un incidente similar, en el que países distantes pudieran responder un ataque nuclear en cuestión de minutos. Además quedó demostrado con el citado incidente, la capacidad de la Unión soviética de establecerse militarmente en cualquier lugar del planeta. Respondiendo a ello y a la creación del muro de Berlín, la alianza formó en el año 1.962 una fuerza militar móvil, integrada con unidades de los distintos países miembros que pudieran responder en forma inmediata ante cualquier ataque contra la alianza.
Viendo el potencial riesgo del armamento nuclear, la OTAN en el año 1.962 estableció los lineamientos y los requisitos de consulta previos para el uso de armas de destrucción masiva. Eso derivó en la necesidad de intentar sentar a los soviéticos en la mesa de negociaciones para establecer las reglas de conducta.
Los años setenta, fue una década en la que primó el apaciguamiento de las relaciones; de las negociaciones surgirían los primeros acuerdos sobre limitaciones al uso de este tipo de armas (SALT). Al mismo tiempo, la alianza inauguraba la presencia la fuerza naval en el mediterráneo, en miras a contener el avance soviético en el mismo. Luego vino el desarrollo del potencial aéreo, con el establecimiento de un sistema de control y aviso (AWACS), éste fue uno de los más grandes despliegues militares y tecnológicos creados por la alianza. Hacia el final de la década un acuerdo suscripto por los ministros de defensa y de relaciones exteriores estableció las pautas para la construcción de defensas, así como también la reducción progresiva del arsenal nuclear. La década del 80 fue una época de contradicciones para la OTAN. Expandiéndose y contrayéndose a la vez la, Alianza se encontró en medio de un mundo cambiante. En 1983, habían mas de 2.400 cabezas nucleares estaban en proceso de ser sacadas de suelo Europeo. Para la misma época España fue admitida como miembro pleno de la Alianza. Mientras las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética estaban totalmente subsumidas al devenir de la guerra fría, los ministros de la OTAN reunidos en Bruselas, en diciembre de 1983 firmaron una declaración llamando a un mayor compromiso por la paz con el Pacto de Varsovia, cuestión que empezó a rendir sus frutos con la llegada de Mikhail Gorbachov al cargo de Secretario General del partido comunista soviético, el 11 de marzo de 1.985. En diciembre de 1.986 ministros de la Alianza emitieron una declaración llamando a Moscú a la reducción de armas convencionales. En febrero de 1.987 comenzaron en Viena las conversaciones entre las dos alianzas, y en diciembre de 1.988, Gorbachov anunció la reducción unilateral de armamento convencional, instando a su vez la OTAN a una reducción aun mayor de ambas partes. El año 1.989, fue el punto de partida de cambios radicales para las relaciones internacionales. Cae el muro de Berlín, que por tres décadas había separado a Alemania, éste fue el hecho más significativo de la agonía del sistema comunista, un año después Alemania Oriental votaba por la unificación con Alemania del oeste. El que alguna vez fuera un sólido miembro del Pacto, hoy era integrante de la OTAN. La zona de influencia del Pacto de Varsovia disminuía, desde Hungría y Checoslovaquia, hasta Bulgaria y Rumania donde su asentamiento era muy sólido. Dos años más tarde se declaraba oficialmente el término de esta unidad defensiva. En diciembre de 1.989 el parlamento polaco anuncia la abolición del partido comunista. El líder rumano Ceausescu moría a manos de una revolución armada. Los 80´s terminaban con un claro predominio de la Alianza Atlántica, y el sistema comunista en franca decadencia. La guerra fría ya tenía un claro vencedor. Sin embargo, de acuerdo con los acontecimientos, los peligros y amenazas a la paz y estabilidad no se habían acabado. Con el ascenso de Boris Yeltsin a la presidencia de una Rusia democrática, una vez desintegrado el Partido comunista ruso y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a manos del ex presidente Gorvachov, se sucedieron una serie de acuerdos con el objetivo de establecer una paz duradera en Europa. Las armas nucleares habían sido reducidas por ambas partes. Ahora en las reuniones con los líderes mundiales de los países que alguna vez fueron enemigos, primaba la intención de crear lazos de cooperación con la Alianza y se llegó hasta la inclusión de algunos de ellos. CAMBIO DE RUMBO La situación mundial había cambiado, ahora sin comunistas de quien defenderse, la Alianza se había quedado sin la directriz motora de su accionar. La pregunta del momento era si valía la pena mantener semejante estructura militar sin un claro propósito. La sugerencia de la diplomacia internacional era la de transformar a la OTAN, de ser una alianza defensiva en un vehículo para la paz y la estabilidad, una suerte de policía europea. Fue a lo que se arribó en Oslo en 1.992, la decisión de transformar a la Alianza para desarrollar actividades de control de la paz, sobre la base del análisis del caso concreto. Los Balcanes serían la primera prueba de su efectividad Hacia 1.991, Yugoslavia se encontraba en un estado de guerra civil. Pero la situación en la que se encontraba la OTAN era preocupante ya que se le estaba disminuyendo su capacidad ofensiva, los países miembros estaban recortando sus fuerzas. La crisis en los Balcanes se agudizaba, y la falta de decisión impedía tomar las medidas necesarias para intervenir en el conflicto. No fue hasta 1.996 que la OTAN no desplegó sus fuerzas en la zona, hasta el momento se había limitado a brindar ayuda humanitaria. Los últimos 5 años han sido críticos para la OTAN. Abarca en su campo de acción temas que van desde contaminación hasta problemas de inmigración. De alguna manera se ha convertido en un instrumento de la Unión Europea. Una de las últimas iniciativas de la OTAN fue la llamada SOCIEDAD PARA LA PAZ, la que cuenta con más de 20 miembros, incluyendo a Rusia, esta empresa apunta a actividades de cooperación concreta, diseñadas para incrementar la confianza y reforzar los esfuerzos de seguridad. Esto fortalece las relaciones con la Alianza de acuerdo con los intereses individuales. Se estableció además un Consejo de Cooperación del Atlántico Norte (CCAN) para analizar los futuros problemas que se presenten. La reunión inaugural tuvo lugar en diciembre de 1.991 con la presencia de los Ministros de Relaciones Exteriores, representantes de la OTAN, representantes de 6 países de Europa Central y del Este y de 3 Estados Bálticos. El rol de éste Consejo es el de facilitar la cooperación en seguridad y temas relacionados entre los países participantes, y el de crear vínculos institucionales y de información. Los 11 Estados del territorio de la ex Unión Soviética, Georgia y Albania se unieron en 1.992. El otro tema de gran importancia que acaparó la atención de la Alianza, fue el de la inclusión de países que alguna vez fueron miembros del desaparecido Pacto de Varsovia a la OTAN. Hoy es un hecho consumado la incorporación de la República Checa, Polonia y Hungría como miembros plenos.
De acuerdo con las decisiones tomadas por los jefes de Estado y Gobierno en las reuniones-cumbre de Londres en 1.990, en Roma en 1.991 y en Bruselas en 1.994, la Alianza Atlántica ha adaptado su estrategia general a la luz del ambiente político y estratégico. La atención se ha focalizado en la particular necesidad de reforzar la estabilidad y la seguridad de la que tanto Europa depende. Parte de la estrategia es la de contar con la cooperación de los socios de Europa Central y del Este. Este modelo estratégico prevé una reducción de las armas nucleares, cambios en las fuerzas militares integradas, una reducción de su tamaño, mejoras en su movilidad, flexibilidad, y adaptabilidad a las diferentes contingencias. KOSOVO Kosovo es una de las cuatro provincias de Yugoslavia, junto con Montenegro, Vojvodina y Serbia. Hasta 1.989 Kosovo gozaba de un alto grado de autonomía dentro de la ex Yugoslavia, pero el líder serbio Slobodan Milosevic alteró su estatus removiendo su autonomía y sumiéndolo bajo el poder central de Belgrado. Los kosovares se opusieron rotundamente a tal atropello. Durante 1.998 el conflicto entre las fuerzas militares y policíacas serbias por un lado, y las fuerzas albano-kosovares por el otro, resultó en la muerte de más de 1.500 albano-kosovares y forzó la huida de 400.000 de sus casas. La comunidad internacional tomó conciencia acerca de la escalada del conflicto y sus consecuencias humanitarias. El presidente Milosevic desestimó los esfuerzos diplomáticos para un acuerdo pacífico. El Consejo del Atlántico Norte ya se preparaba acerca de las posibles medidas que la OTAN podría llegar a tomar. Ya en octubre de 1.998 el Consejo de la OTAN puso en alerta a la fuerza aérea. La medida apuntaba a que Milosevic retirara sus fuerzas de Kosovo, y así ponerle fin a la violencia y facilitar el retorno de los refugiados. Después de varias visitas de altos funcionarios de la OTAN, aquel accedió. Naciones Unidas expresó su preocupación por el aumento de la violencia en la zona y llamó al cese del fuego. La Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa (osce) creo un comité de vigilancia para controlar el cumplimiento de tales medidas. La OTAN vigilaría desde el aire. También comenzó el despliegue para una posible asistencia a los refugiados. La situación recrudeció a comienzos de 1.999, con un aumento del uso de la fuerza por parte de Belgrado. Nuevos esfuerzos diplomáticos comenzaron para lograr una solución. Urgía una negociación, bajo una mediación internacional. La OTAN renovó sus advertencias a ambas partes del conflicto. Esto culminó con las negociaciones de Rambouillet, las cuales fueron firmadas por los albano-kosovares, pero no por la delegación serbia. Inmediatamente se incrementaron los ataques serbios en la región de Kosovo. En marzo la misión de la OSCE tuvo que retirarse debido a la oposición serbia. El embajador norteamericano advirtió a Milosevic del inminente ataque de la OTAN, éste se rehusó a ceder, y el 23 de marzo fue dada la orden de comenzar con los ataques aéreos. El 9 de junio finalmente se logró un acuerdo técnico-militar, a consecuencia de esto cesaron los ataques aéreos y el 10 de junio el Secretario General de la OTAN anunció oficialmente que los serbios se estaban retirando de Kosovo. Así se evitó el ingreso de tropas militares terrestres que tanto se trató de evitar. El Secretario General Javier Solana anunció que desde ese momento las negociaciones se ampararían en las normas de las Naciones Unidas. A partir de entonces la principal tarea de la OTAN sería la de contribuir al retorno de los refugiados a sus hogares y velar por la paz en la zona. Mientras tanto, mediante una resolución de N.U. se hizo efectiva la su presencia en Kosovo. Se logró el acuerdo sobre la base de los principios de la Carta de las N.U. y sobre la oferta hecha a Milosevic por el Presidente de Finlandia Ahtisaari y por el Secretario de Estado ruso Víctor Chernomyrdin, protagonistas de la paz en los Balcanes. Las principales medidas contenidas en el acuerdo fueron: el inmediato fin de la violencia y la represión; el retiro militar, policial y paramilitar de la zona de conflicto; despliegue de presencia internacional, con la participación sustancial de la OTAN; el establecimiento de un marco político, de conformidad con las leyes internacionales y los principios básicos de la carta de las N.U., y el acuerdo de Rambouillet; el retorno libre y seguro de los refugiados; el avance hacia un gobierno autónomo, así como la desmilitarización del Ejército de Liberación Kosovar (ELK). El 12 de junio entró en vigor la unidad de seguridad llamada KFOR, con el objetivo de actuar como fuerza policíaca, para asegurar el retiro de las fuerzas serbias e impedir la represalia albano-kosovar. Hay que resaltar la tarea de ayuda humanitaria brindada por la Alianza en los países vecinos. Asimismo fueron creadas bases militares permanentes en Albania y Macedonia con el objeto de abastecer de alimentos y medicinas, además de transporte para los refugiados. De esta manera concluye el conflicto, con saldo de cerca de 1 millón de refugiados, 2.000 albano-kosovares muertos, pérdidas materiales inconmensurables, miles de hogares destruídos, además del resto de las consecuencias que todavía hoy no han llegado a conocerse. Se estima que el costo de la reconstrucción será de 2.000 millones de dólares. LA OTAN Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES La guerra de los Balcanes terminó, pero la situación sobre el terreno dista de ser clara. Se encamina hacia el establecimiento de un cierto orden que responderá en lo militar a un protectorado de la OTAN similar al que ejerce en Bosnia-Herzegovina, y en lo civil a una administración bajo los auspicios de la O.N.U., pero que está conducida en la práctica por los dirigentes de la Alianza. Con el ataque a un Estado soberano sin que hubiese mediado una agresión de su parte contra otro estado y sin la expresa autorización del consejo de seguridad de la O.N.U, deliberadamente fueron vulnerados dos principios básicos que habían tenido plena vigencia hasta entonces: el respeto a la soberanía de las naciones y la no intervención en los asuntos internos de otros estados. Aunque los bombardeos fueron justificados por una razón de orden humanitario. Significa entonces, que las democracias integrantes de la OTAN resolvieron prescindir de aquellos principios de derecho internacional y de la legitimidad de la debida autorización de la ONU, en nombre de un supuesto “deber de injerencia”. Estas guerras humanitarias están dejando de lado la primacía del concepto de soberanía nacional. Esa voluntad política es el producto del documento suscripto por la OTAN con motivo de la celebración de su quincuagésimo aniversario en el que se dejó bien claro que la alianza esta preparada y dispuesta ha enfrentar militarmente una variedad de peligros y situaciones tales como emergencias humanitarias, rivalidades étnicas y religiosas y violaciones a los derechos humanos, no sólo en Europa sino también en el resto del mundo. El siguiente interrogante es ¿Cuál será su vinculación con la O.N.U?. Estados Unidos fue el primero en oponerse a tratar el tema en el seno de las Naciones Unidas aduciendo que la Alianza debía actuar independientemente, en clara oposición al Tratado del Atlántico Norte donde se establece que el actuar de la Alianza iba ha estar amparado por los principios de la O.N.U. La verdadera razón es que de haber sido tratado el tema por el Consejo de Seguridad hubiera sido vetado por Rusia y China. En realidad esta posibilidad hubiera obligado a buscar una solución consensuada como ha ocurrido en otras oportunidades. Otra conjetura a resolver es si el motivo de la medida de intervención responde a una necesidad coyuntural o si responde a conseguir un mayor nivel de independencia de la O.N.U. Existen varios indicios que confirman esta última hipótesis, por ejemplo: la renuencia al pago de la deuda que mantiene el país del norte con la entidad, la firma de los acuerdos sobre Bosnia bajo la conducción y patrocinio norteamericano, la continuación del proceso de paz en medio oriente con Estados Unidos como mediador fuera de la jurisdicción del Consejo de Seguridad y los bombardeos a Irak sin la autorización de este órgano. De todas maneras la OTAN no puede permitirse prescindir por completo de las Naciones Unidas, la prueba está en que terminada la guerra, recurrieron a la organización para conseguir su aprobación respecto de lo hecho. Incluso el Secretario General de OTAN se refirió en algún momento a la intervención militar como respaldada por la comunidad internacional. Otro tema interesante por dilucidar es si la OTAN seguirá dando prioridad al mantenimiento de la integridad territorial o a la autodeterminación de los pueblos. Aquel es el criterio al cual adhiere la resolución del Consejo de Seguridad de la O.N.U, es decir acepta que Kosovo siga formando parte de Yugoslavia y descarta una posible fusión con Albania. Muchos interrogantes son los que surgen de las últimas actuaciones de la Alianza, pero el factor común es claro: EEUU. No son pocos los países que piensan que el mundo se encuentra tiranizado por éste país. A juzgar por lo que se observa, el resto del mundo no es más que un escollo para lograr sus propios objetivos y la imposición de los valores para ellos importantes y que deberían primar en el mundo entero. Considerados en sí mismos son realmente loables y por demás respetables, así por ejemplo la democracia, la autodeterminación de los pueblos es de suma importancia a la hora de construir una nación, mucho más para la solidificación como Estado; el respeto de los derechos humanos es de necesidad insoslayable, pero lo criticable es que se llegue por medios no del todo legítimos para la aplicación e implementación de los mismos. Siempre hay una institución a mano que sirve a sus intereses, y luego de un tiempo se hace visible su verdadera intención política. Debemos aprender de nuestros errores, y extraer de todo esto que el abuso que se hace de las instituciones prostituye los loables objetivos para la cual fueron creados, y así se convierten en meros medios para lograr los intereses particulares de los que cuentan con el poder suficiente para imponer su voluntad. Si positivamente sabemos que la democracia y la libertad son valores que permiten el desarrollo humano, no es lógico que se implante por la fuerza. Tampoco podemos permitir la violación de los derechos humanos, pero la solución a tales problemas siempre debe llegar por la vía del respeto a los derechos de las naciones, sino sólo estaríamos invirtiendo el orden de valores, de lo contrario se sienta el precedente para un nuevo conflicto. Bibliografía: Artículos extraídos de INTERNET Artículos extraídos de diarios nacionales. |