PREC 2 Mª Dolores Nates Fernández
D.N.I. 72028376-N
“GESTIÓN ECONÓMICA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL SECTOR PRIMARIO EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANTABRIA”
A lo largo de las páginas que componen este trabajo hablaré de la política económica desarrollada por la Comunidad Autónoma de Cantabria en el ámbito de la industria de conservas de pescado, y más concretamente en el de la transformación de la anchoa, un subsector de la industria agroalimentaria de especial relevancia en nuestra Comunidad, teniendo presente, claro está, el marco general que configuran las políticas promovidas por el Gobierno español y por la Unión Europea.
Dichas políticas, la de España y la de la UE, han estado orientadas en los últimos años, dados los problemas ecológicos a los que la anchoa ha tenido que enfrentarse, a la preservación de la especie, por lo que en las mismas ha primado el imperativo de vedar la pesca hasta que se produjera una recuperación de aquélla con ciertas garantías. Esta ha sido la línea que se ha seguido hasta ahora, y en este sentido, la ministra de Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, señaló en febrero de este año que el plan de gestión de la anchoa es la prioridad de la presidencia española en materia pesquera. Expuso la necesidad de avanzar en el establecimiento de los ejes que deberán regir el cambio de la Política Pesquera Común; trabajar en la reforma de la Organización Común de Mercado; en los planes plurianuales para determinados stocks; y en el etiquetado ecológico de los productos de la pesca. Espinosa afirmó que la PPC "avanza a buen ritmo", aunque hay que analizar los "éxitos y fracasos" de la actual PPC y evaluar las futuras propuestas de gestión de los recursos pesqueros, teniendo en cuenta la integración de las políticas medioambiental y marítima. Respecto a los planes de gestión, afirmó que al igual que España lideró la lucha contra la pesca ilegal "queremos hacerlo ahora con la gestión de los recursos pesqueros bajo nuestra presidencia". En concreto, con planes como el de la anchoa, el jurel o la merluza, que "serán una prueba concreta de nuestro trabajo" con acuerdo al Tratado de Lisboa, y añadió que será el plan de la anchoa "el que ocupe el primer lugar". No obstante lo dicho por la ministra española, la Union Europea cambió de idea sobre esta materia y el plan de gestión para la anchoa del Cantábrico va a retrasarse varios meses, porque la Comisión europea ha decidido adaptar su propuesta al Tratado de Lisboa de 2007, por el que la UE tiene personalidad jurídica propia para firmar acuerdos internacionales a nivel comunitario. El plazo inicialmente contemplado para la reformulación de los planes comunitarios para la especie era el de este mes de mayo, pero se da por admitido que la propuesta no podrá ser aprobada en la Presidencia española de la UE, como pretendían la Comisión, Madrid y la Eurocámara.
El plan que estaba sobre la mesa había sido en buena medida inspirado por el sector. Contemplaba la sustitución de los totales admisibles de capturas que se fijan anualmente por una cantidad variable, determinada cada año en función del estado del recurso. Pues bien, en relación a estos planes y políticas acogidas por el Gobierno español y por la Unión Europea, no podemos dejar de destacar a la que probablemente es la comunidad autónoma que más se ve afectada por cualquier medida que se adopte en el ámbito de la mencionada industria de conservas de pescado, y en especial de la que se dedica a la transformación de la anchoa, y que no es otra que Cantabria. Hemos de comenzar diciendo que esta industria es un subsector de la industria agroalimentaria de especial importancia para Cantabria, siendo varias las razones que justifican esta afirmación. En primer lugar, el número de empresas y capacidad para crear empleo, ya que 79 empresas daban empleo directo a más de 1600 trabajadores en 2007. En segundo lugar, por su implantación en esta Comunidad, especialmente en la zona Oriental, concentrándose en Santoña, Ampuero, Argoños, Castro Urdiales, Colindres, Laredo, Ramales, Reinosa y San Vicente de la Barquera. En tercer lugar, por su tradición, así como por la calidad de su oferta, que transmite prestigio a los productos agroalimentarios de Cantabria. La evolución de esta actividad está marcada por la pesca de la anchoa en el Cantábrico , que atrajo a los primeros empresarios, de origen italiano, a finales del siglo XIX, y fue desarrollándose lentamente hasta que , en la década que va de 1955 a 1965, coincidiendo con una coyuntura económica favorable y unas costeras de anchoa extraordinarias, se produjo un fuerte crecimiento de esta actividad en Cantabria, logrando una importante presencia en el mercado nacional y comenzando a exportar a los mercados internacionales Esta evolución positiva se vio truncada de forma drástica por la caída de las capturas de anchoa a partir de 1966, precedente que sirve para constatar que la constatar que la caída actual de las capturas, si bien es más fuerte que la de entonces, no es una contingencia nueva para las administraciones. Las consecuencias de aquel primer descenso fueron muy graves hasta el punto de hacer peligrar la viabilidad de la actividad en Cantabria, con la disminución progresiva del número de empresas a la mitad en los siguientes 20 años. Al final de la década de los 90, una nueva coyuntura económica, con la entrada de España en la Unión Europea y la financiación del Instrumento Financiero de Orientación a la Pesca (IFOP), permite el relanzamiento de esta actividad que obtuvo financiación para modernizar y desarrollar las empresas existentes y potenciar nuevas iniciativas, con el consiguiente aumento de la producción y el empleo. Por todo ello, parece lógica la preocupación de las Instituciones Públicas tanto Locales como Autonómicas por el efecto que tendrá sobre esta revitalizada actividad la reducción/ausencia de las capturas de anchoa en el Cantábrico a partir de 2006. De ahí que la política económica seguida por Cantabria para este sector en la actualidad, gire en torno a la gestión sostenible de los recursos existentes. Para ello era necesario, antes de nada, realizar un exhaustivo análisis de la escasez de la anchoa en el Cantábrico, así como una valoración de lo que supondría la desaparición de lA especie desde un punto de vista social y laboral. Es por todo ello que se decidió desarrollar un trabajo que se instrumentó mediante un convenio entre el Ayuntamiento de Santoña, en representación de todos los municipios de Cantabria con empresas dedicadas a la transformación de anchoa: Ampuero, Argoños, Castro Urdiales, Colindres, Laredo, Ramales de la Victoria, Reinosa y San Vicente de la Barquera y el Grupo de I+D, integrado en el Departamento de Administración de Empresas de la Universidad de Cantabria, a fin de analizar el efecto que tiene la escasez de anchoa en el Cantábrico en las empresas conserveras de la especie con prioridad en el impacto sociolaboral. Para la consecución de este objetivo, se plantearon varias líneas de trabajo, de las que voy a destacar las siguientes: la evolución de las capturas de anchoa y las expectativas de futuro en el Cantábrico y en el resto del mundo, el efecto de esta contingencia en las
empresas de conservas de esta especie y la repercusión laboral en los trabajadores de dichas empresas. De forma resumida las conclusiones de cada línea de trabajo son las siguientes:
Estudio sobre la oferta de anchoa
Hoy en día la máxima preocupación es la recuperación del stock a unos niveles sostenibles que permitan la viabilidad económica de la pesquería de la anchoa. Cuando esto se produzca, la esperanza es que esta gestión adaptativa con el acuerdo de todas las partes interesadas pueda permitir una explotación más racional y sostenible de este recurso que evite, en lo posible, episodios de escasez tan drásticos y prolongados como el que se está viviendo en estos últimos años.
Estudio empresarial
El impacto en las empresas de transformado de anchoa de Cantabria de la contingencia que da origen a este trabajo, la ausencia/reducción de las capturas de anchoa en el Cantábrico, es limitado. Esta aparente contradicción se debe a que debido a la escasez de anchoa, los empresarios se vieron obligados a buscar fuentes de suministro de materia prima estables y de calidad en mercados internacionales. El resultado es la importación de anchoa de alta calidad del Mediterráneo y de Argentina. En las empresas transformadoras de la anchoa en Cantabria destacan como principales debilidades:
* Apalancamiento financiero. La rentabilidad del negocio unida a las favorables condiciones de obtener financiación externa de los últimos años hicieron que la mayoría de las empresas se endeudasen mucho, por encima del 70%, tratándose en su mayor parte de financiación a corto plazo, por encima del 80% del total de la financiación externa de media en el periodo 2000-2006, lo que supone un alto riesgo financiero sobre todo en coyunturas donde hay restricciones crediticias como la presente, constituyendo éste el mayor problema de las empresas del sector.
* Estancamiento de las ventas, detectándose un ligero deslizamiento a la baja de las ventas debido a la presión de la competencia unida a una política comercial, en las condiciones de pago de los clientes, más conservadora.
* Incremento de la competencia, especialmente la internacional, destacando la de Marruecos. La estrategia comercial de la competencia se fundamenta en el menor precio y en la innovación con presentaciones y coberturas más variadas que la tradicional.
* Mayores costes de producción, fundamentalmente del coste de la materia prima y de la mano de obra, un 19% y 41% mayor, respectivamente, durante el periodo 2000-2006 que el resto de empresas de España que, si bien tiene una explicación clara en la estrategia de diferenciación de la calidad del producto que adoptan, supone también una importante rigidez al tener que competir con empresas más eficientes.
En conclusión, la situación de las empresas de transformados de anchoa en Cantabria, aun con un producto de una calidad contrastada y un dominio de la tecnología de producción, es compleja, con dos importantes retos de gestión: adaptar la estructura financiera a la nueva situación de los mercados y desarrollar una estrategia comercial que permita, sin perder la reputación de los productos, recuperar cuota de mercado.
Estudio laboral
Las conclusiones de la parte laboral se estructuran en tres apartados:
- Los trabajadores de las empresas de transformación de anchoa de Cantabria son fundamentalmente mujeres, un 93,7%.
- La discontinuidad de la contratación queda patente si se tiene en cuenta que analizando toda la vida laboral de los trabajadores hasta 2006, éstos tuvieron de media 5,42 interrupciones de la actividad laboral, lo que da como resultado 123 días al año sin trabajo ni prestación de desempleo, cifra que se incrementó en el segundo semestre de 20089 como consecuencia de la crisis.
- Debido a dicha discontinuidad se detecta que una parte de los trabajadores, un 3,2% no tendrán derecho a prestación de jubilación y otro 11,42% tendrán derecho a menos del 80% del salario de referencia, ya de por sí bajo debido a los salarios.
Respecto al impacto que tienen las restricciones de suministro de anchoa fresca del Cantábrico en las empresas de Cantabria, la conclusión es que no tiene prácticamente incidencia en: el volumen de trabajo, la discontinuidad de los contratos y el tiempo medio que los trabajadores discontinuos permanecen sin trabajar entre contratos y, por tanto, no afecta a los derechos pasivos que previsiblemente cobrarán los trabajadores en el momento de la jubilación.
Otra situación claramente distinta es la que se detecta a partir de 2008, y de forma especial a partir del segundo cuatrimestre, donde la crisis económica global tiene una repercusión negativa importante en todos los indicadores laborales: volumen, estacionalidad, días en paro entre contratos y generación de derechos pasivos, delimitando un escenario muy complicado para los trabajadores de este sector.
En conclusión, la situación de los trabajadores de las empresas de transformados de anchoa en Cantabria, más por las características del colectivo y de su trabajo y por el efecto que sobre las empresas y, por tanto, sobre sus trabajadores demuestra tener la crisis global que por las restricciones de la pesca de anchoa en el Cantábrico, reúne las características específicas para considerarlo un grupo susceptible de apoyo prioritario. La ambición de este proyecto (que abarca muchos más datos y análisis de los que por la extensión de este trabajo puedo abordar) pudo llevarse a cabo gracias a la colaboración de todos los agentes implicados. Colaboraron en el mismo las siguientes instituciones: Gobierno de Cantabria a través de la Consejería de Empleo y Bienestar Social y la Dirección General de Trabajo y Empleo, los Ayuntamientos y sus Agencias de Desarrollo Local, los Sindicatos CC.OO. y UGT, la asociación de Conserveros, Semiconserveros y Salazoneros de Cantabria (CONSESA), el Instituto Español de Oceanografía de Santander, la Tesorería General de la Seguridad Social en Cantabria, la Dirección General de Ordenación Pesquera de la Secretaría General del Mar del Gobierno de España y la Universidad de Cantabria. CONCLUSIÓN Comentar, a modo de conclusión, que desde mi punto de vista el análisis de la situación, no transmite una sensación de tranquilidad, sino que más bien genera una fuerte inquietud por los retos empresariales y laborales que plantea el mantenimiento de la actividad, en este periodo de crisis y su desarrollo futuro. Así las cosas, la política económica de la Comunidad Autónoma de Cantabria, al igual que la del Gobierno español y la de la UE, en esta materia, tendrá que hacer frente a todos los problemas mencionados, por lo que deberá seguir orientada en todo momento a una gestión sostenible de los recursos disponibles, bajo la amenaza de la desaparición de la especie y de la actividad, pero deberá también adoptar medidas para solventar los problemas laborales y empresariales que se presentan en el sector.

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