2. La relación entre educación y economía
2.1. Educación y proceso económico.
Los textos citados anteriormente nos permiten observar la posible relación entre la educación y la economía, fenómeno que al parecer, tomó mayor importancia a partir de la Revolución Industrial, la economía de mercado y el triunfo del liberalismo como ideología predominante en el llamado mundo occidental, estos procesos generaron una aparente necesidad de población abierta a aceptar más rápidamente los cambios tecnológicos, las transformaciones en las relaciones de producción y en la cultura que en las sociedades anteriores al siglo XVIII.
Por ejemplo: el proceso de alfabetización se llevó en España casi un siglo, a decir de Clara Eugenia Núñez, de tal forma, que se logró pasar del umbral a la alfabetización universal de 1860 a 1930, pero, todavía, en el año de 1901 el sistema educativo español distaba mucho de tener las características estructurales que le permitieran abarcar a la mayoría de la población. No existía un organismo del Estado que se encargara de ella, de tal manera que "la gravedad del problema escolar variaba entre unas regiones y otras debido [...] a la distinta capacidad de financiación de los municipios locales", la solución consistió en la creación del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes en 1901 que tendría asignados fondos generales del Estado para su distribución a las distintas regiones y provincias del país. Curiosamente en la creación de la Secretaría de Educación Pública mexicana en 1921 se argumentó una situación similar.
Las investigaciones de Núñez para España, la llevaron a encontrar la existencia de una fuerte regionalización en las tasas de alfabetización, que coincidían con los procesos de desarrollo económico de las provincias y regiones de ese país. En primer lugar las pautas de alfabetización entre la población rural y urbana se encuentran a favor de la segunda gracias a la mayor concentración "en los núcleos urbanos" de actividades que requieren de comunicaciones escritas, como el "comercio o la administración". ![[mct 475]](16340_html_64e070dd.gif)
Dentro de ello, se dan una serie de "pautas regionales y provinciales", puesto que la transición hacia la alfabetización universal no "fue uniforme en toda la península", la "submeseta" norte se alfabetizó más rápido que la sur y, en apariencia, esos niveles de alfabetización diferenciada poseen una fuerte relación con la actividad económica. En la submeseta norte se encuentran las regiones más industrializadas de España como Vizcaya y Barcelona; algunas que se habían distinguido como centros comerciales: Cádiz, la propia Barcelona, Madrid y Santander. "La relación entre atraso económico y analfabetismo parece aún más evidente, como pone de manifiesto la escasísima alfabetización del sureste peninsular". ![[mct 477]](16340_html_64e070dd.gif)
Núñez encontró que esta relación se dio en otros países europeos como Italia en donde el norte "más adelantado económicamente, con una industria y agricultura", tenía a la mayoría de su población alfabetizada, mientras que en el sur el atraso económico era ancestral y "lo era también por su baja alfabetización". ![[mct 478]](16340_html_64e070dd.gif)
A la par con la regionalización de la alfabetización y su relación con el desarrollo económico Núñez encontró que se deben de estudiar las diferencias existentes entre la alfabetización masculina y la femenina. La masculina se ajustó a pautas más regionales que la femenina, "aparentemente los hombres sabían leer y escribir en mayor número en aquellas zonas que habían experimentado una cierta prosperidad económica", como en Castilla la Vieja o el puerto de Santander. Y en las regiones en donde se estaba efectuando el proceso de industrialización (Cataluña y el País Vasco) "la difusión de la alfabetización entre la población masculina fue más rápida". ![[mct 479]](16340_html_64e070dd.gif)
La menor alfabetización de la mujer pudo generar en España un conflicto entre dos sistemas culturales distintos, "el tradicional" que descansaba en una población mayoritariamente analfabeta y "anclada en un pasado estático": la femenina". En el otro extremo estaba el "moderno" representado por una población masculina que tenía mayores facilidades de acceso a la alfabetización. Este conflicto aparentemente se reflejó en el proceso de desarrollo económico. ![[mct 480]](16340_html_64e070dd.gif)
Jorge Padua analizó los resultados de la educación en América latina desde otro punto de vista. Este autor tomó el analfabetismo en esa región del Continente como piedra angular de su estudio, poniendo en el tablero de la discusión la existencia de otros factores que están presentes en los procesos de alfabetización de la población, así como el impacto que ello tiene en la economía. Dichos factores corresponden a la estructura socio-económica, los elementos culturales y los sistemas de producción imperantes en un país o región.
El estudio de Padua va de lo general a lo particular: inicia con un "diagnóstico general" del área (Latinoamérica) que le permite observar tendencias y establecer modelos de comportamiento en cuanto a la escolarización, el alfabetismo, el analfabetismo y la diferenciación por sexo de estos dos últimos rubros. Para tomar después tres casos y compararlos entre ellos: Argentina, Perú y México.
De manera tal, que pone de manifiesto que los procesos de escolarización y alfabetización en América latina han estado directamente relacionados con fenómenos demográficos, económicos, sociales y culturales. En tanto la distinción social, es importante resaltar las diferentes oportunidades de acceso al sistema escolarizado que se tienen dependiendo de la clase social a la que se pertenezca, así:
Varios países han mantenido sus tasas [de escolarización] relativamente estacionarias, particularmente Nicaragua, Haití, Honduras, Guatemala, Bolivia y El Salvador. Es decir, la situación educacional en cuanto a la penetración al sistema parece no haber cambiado sustantivamente para las distintas generaciones lo que hace pensar que la escolarización es fuertemente dependiente de la estructura de clases, de factores ecológicos y de la producción. En otros términos, perecería que la asistencia a la escuela es un fenómeno de las clases altas y medias altas urbanas. ![[mct 482]](16340_html_64e070dd.gif)
Aunado a la pertenencia a la clase social está la distribución espacial de la población y la distinción étnica, elemento este último que no ha estado presente en los estudios sobre el analfabetismo en Europa, pero en Latinoamérica es de suma importancia tomarlo en cuenta como una limitante para tener acceso al sistema educativo, por lo que, la población urbana se ve más beneficiada que la rural, no obstante, es importante añadir que en las ciudades también existen sectores sociales marginados de todo acceso a la educación:
De los actores sociales, son quizá las clases medias urbanas y las clases altas tradicionales las que ejercen mayor presión sobre el sistema educacional. Las primeras [...] por su influencia como grupo de presión por su predominio entre los que manejan el sistema (maestros, planificadores, funcionarios); las segundas por la gran resistencia abierta o solapada, consciente o inconsciente, organizada o espontánea, contra las tendencias e innovaciones. ![[mct 483]](16340_html_64e070dd.gif)
En tanto las clases campesinas y los distintos grupos étnicos no pueden ejercer presión sobre las autoridades políticas y educativas, por lo que, "la oferta educacional cuando existe es mínima y de muy baja calidad. De ahí su marginación y las altas tasas de analfabetismo". ![[mct 484]](16340_html_64e070dd.gif)
El tercer factor que incide sobre la alfabetización y la escolarización en América latina son los sistemas de producción altamente desiguales en esta región. Latinoamérica conoce las grandes urbes con una infraestructura de servicios, comercial e industrial impresionante, con sus grandes contrastes en la distribución de la riqueza en donde se impone la necesidad de contar con elementos educativos en todos los niveles, desde el primario hasta el superior.
En contra parte, el campo latinoamericano, en gran medida, está sumergido en una agricultura de subsistencia, que no requiere de grandes conocimientos, ni técnicas innovadoras por lo que, la demanda educacional disminuye. Padua encontró que en la Argentina:
Las zonas de alta alfabetización, correspondientes a Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Santa Fe, Santa Cruz y Tierra del Fuego, representan tanto a la zona rica en tierras húmedas de la pampa central-este, trigueras y ganaderas de alto rendimiento y de alta concentración industrial, cuando al extremo sur, de escasa población, con distribución de la tierra predominantemente en latifundios, con núcleos proporcionalmente importantes de población de origen alemán e inglés, y mano de obra migrante temporaria de origen chileno: en este sector, no sólo la población indígena está más aislada, sino además en un proceso de franca extinción (el analfabetismo es más alto). ![[mct 485]](16340_html_64e070dd.gif)
Esto significa que puede existir alguna relación entre economía y educación, puesto que los sistemas educativos evolucionan a la par del desarrollo económico alcanzado por un país o región, en este caso la educación sería un "efecto de la economía", así esto explicaría porque las naciones pobres no pueden salir de su condición sólo con un rápido e intenso desarrollo de sus sistemas educativos. Latapí encontró una correspondencia entre el Producto Nacional Bruto (PNB) y el gasto en educación: los "países más ricos gastan una mayor proporción de su PNB en educación que países menos ricos", en 1966 los Estados Unidos gastaban el 10% de su PNB contra el 3% o menos que dedicaban los latinoamericanos. ![[mct 487]](16340_html_64e070dd.gif) 
En el mismo sentido, la educación condicionaría a la economía, existen múltiples factores de la educación que inciden sobre la economía, por lo menos, en tres de los elementos de la producción: capital, trabajo y tecnología. El capital no es un bien que se genere por sí mismo, para ser producido necesita de la acción del hombre. La fuerza de trabajo entre mejor calificada y especializada esté, su actuación en el mercado de trabajo será más provechosa, las economías modernas necesitan echar mano de una fuerza de trabajo "diversificada y diferenciada por sectores y ramas económicas", así vemos transformarse a los oficios, ocupaciones y profesiones, del mismo modo que vemos desaparecer a los que no se pueden adaptar a los cambios que imponen los procesos de innovación científica y tecnológica. ![[mct 488]](16340_html_64e070dd.gif)
La tecnología: el progreso tecnológico se sirve desde el siglo XIX en gran medida de los avances y descubrimientos en la investigación científica y en la enseñanza superior. De tal forma que los tres factores (capital, trabajo y tecnología) dependen en un alto grado de una población con distintos grados educativos que van desde la instrucción elemental hasta la educación superior.
Analizar la relación existente entre educación y economía conlleva algunas dificultades, hasta ahora podemos estar de acuerdo en que son dos variables que están intensamente relacionadas en los procesos sociales, pero dilucidar "cual es dependiente y cual independiente" es el problema que esta en el fondo de la discusión. Esto se debe, como vimos en los planteamientos de Latapí, a que la educación es un factor ambivalente, es decir, que es un "bien de inversión y un bien de consumo" a un mismo tiempo:
Como bien de inversión, la educación se convierte en una variable independiente, o explicativa, en el proceso de modernización económica. No cabría distinguirla, en este caso, de las inversiones en capital físico porque se pretende mejorar la calidad productiva del ser humano, y no, por ejemplo, la de una finca agrícola. Como bien de consumo, sin embargo, la educación es función, entre otros del nivel de desarrollo alcanzado. En términos generales, cuanto mayor sea el nivel de renta de una determinada sociedad, mayor será su consumo en educación. ![[mct 490]](16340_html_64e070dd.gif)
Para Clara E. Núñez la educación es claramente una variable independiente, puesto que en las sociedades en donde existe una menor alfabetización de la población es "menor el componente de consumo que el de inversión", por lo que, la educación como tal se comporta en mayor medida como una "variable independiente" que como una variable dependiente y, por consiguiente, en una variable "explicativa". ![[mct 491]](16340_html_64e070dd.gif)
Esta historiadora piensa que la educación permite mejorar las habilidades y capacidades productivas del ser humano y, por ende, su repercusión en los sectores productivos y de servicios se dejarán sentir ampliamente.
Es de todos nosotros conocida la destrucción de centros urbanos, plantas industriales, infraestructura de comunicaciones y transportes, así como, las incalculables pérdidas humanas causadas por la acción devastadora de los distintos ejércitos, durante la Segunda Guerra Mundial, a grado tal, que la recuperación tan acelerada no se puede explicar únicamente por las inyecciones de capital del Plan Marshall norteamericano, sino que, a decir de Gabriel Tortella, en gran parte se debió gracias al excedente de población alfabetizada con que se contaba -habría que preguntarse si para el Japón se una situación similar.
A esa acumulación de población alfabetizada se le ha denominado capital humano: capital porque es un recurso sobre el cual se invierte para generar mejores satisfactores a futuro y humano porque precisamente son los seres humanos quien reciben la educación, así esta última, se convierte en la "forma más frecuente de inversión en capital humano".
En apariencia, entonces, la educación y la alfabetización, es decir, la formación de capital humano facilitan la adopción de "avances tecnológicos en la agricultura y en la industria", así como la modernización de los "sectores comercial y financiero" de una sociedad. La necesidad que tienen los sectores productivos y de servicios de mano de obra educada es generada por el "incremento de las bases científicas para realizar los avances tecnológicos" a partir del siglo XIX. Recordemos que las innovaciones tecnológicas en las primeras fases de la Revolución Industrial se realizaron sobre la marcha, esto es, sin más conocimiento que el que daba la observación y la práctica cotidiana en el uso de la maquinaria.
No obstante lo anterior, no se debe de ver a la habilidad de leer y escribir de la fuerza de trabajo como un elemento "mágico" que inicie el desarrollo económico en cualquier sociedad, está claro que la "alfabetización es una condición necesaria para la industrialización, pero no es la única", se deben de conjuntar con ella una serie de elementos sociales, políticos y culturales que propicien el tan ansiado desarrollo económico. Hasta ahora, parecen confundirse dos procesos sobre los que la educación repercute favorablemente, ellos son: el desarrollo económico y la Revolución Industrial.
En cuanto al primer elemento: la generación del desarrollo económico, se supone que la alfabetización de la población permite generar los cambios estructurales necesarios para que el crecimiento económico acelerado pueda convertirse en desarrollo, al incidir en la aceptación y adopción de innovaciones técnicas, de nuevas formas de organización del trabajo y facilitar la formación de sistemas bancarios y financieros modernos. Durante el siglo diecinueve la población analfabeta europea era más renuente a utilizar documentos fiduciarios como el "papel moneda, los depósitos bancarios, o las letras de cambio", del mismo modo que, la población alfabetizada mostraba "mayores habilidades empresariales, comerciales, de mercadotecnia y mayor adaptabilidad a la movilidad geográfica y social". ![[mct 497]](16340_html_64e070dd.gif)
En tanto, la Revolución Industrial depende de la cantidad y calidad de la fuerza de trabajo, que, además, esté aglutinada en áreas específicas a través de los procesos de urbanización; de la calidad educativa dependerán las habilidades que la mano de obra tenga para desarrollar distintos trabajos. Los viejos oficios desaparecieron paulatinamente para dar paso a la formación de "un proletariado diferenciado", conocedor de nuevos oficios y nuevas profesiones como la ingeniería, incluso se formó una "elite de trabajadores alfabetizados: capataces, oficiales y mecánicos", surgió, también, un sector de operarios "subalfabetizados" para el manejo de algunos equipos e, incluso, hubo algunas ocupaciones para las que no fue "esencial la alfabetización". ![[mct 499]](16340_html_64e070dd.gif) 
Las evidencias históricas muestran la posible existencia de una correlación entre economía y educación, es decir, que son dos procesos -el económico y el educativo- dependientes el uno del otro y se ha llegado a pensar que la variable independiente podría ser la educación, por lo que cabría esperar que una alfabetización alta de la población sería un elemento causal de un crecimiento económico fuerte o, incluso, motivar el desarrollo económico. Pero la educación es un factor fundamental para la economía, mas no el único.
La teoría indica que la educación propicia un entorno cultural favorable a la adopción de la tecnología y los cambios en los sistemas productivos favoreciendo el crecimiento económico, es decir, que "la ignorancia o el atraso educativo de la población es un poderoso obstáculo al desarrollo económico de un determinado país al dificultar su especialización". Por lo que, algunos estudiosos de la economía han empezado a considerar no sólo al capital físico, sino también al capital humano como un elemento que contribuye al crecimiento económico. Educar a la población supone mejorar sus habilidades y capacidades de trabajo, por lo tanto supone también una mejora en la productividad individual y colectiva.
Para Clara Eugenia Núñez la educación:
...contribuye no sólo a mejorar el grado de especialización de la mano de obra y, por tanto, su productividad, sino también a hacerla más receptiva a las necesidades de una economía en continua evolución y más proclive a desarrollar y adoptar las ideas, técnicas y productos que contribuyen a la modernización económica. ![[mct 501]](16340_html_64e070dd.gif)
De acuerdo con esas teorías, para Núñez, existen tres formas de analizar la relación entre educación y crecimiento económico, a saber:
a. Tasa de alfabetización b. Relación entre alfabetización y renta c. Diferencial sexual de la alfabetización 
Esta autora afirma que la tasa de alfabetización es un indicador adecuado del nivel educativo de la población porque es el producto mismo del proceso educativo y es, también, un indicador de la formación del capital humano. ![[mct 502]](16340_html_64e070dd.gif)
La relación entre la alfabetización y la renta representan la interacción que se efectúa entre el "stock educativo y nivel de desarrollo", y el diferencial sexual de la alfabetización "permite concluir que una distribución equilibrada del stock educativo en ambos sexos es clave para el proceso de desarrollo económico". Puesto que la alfabetización de la mujer mejora la calidad de la familia al tener un impacto en "las tasas de fertilidad, mortalidad infantil e incluso sobre la escolarización de los niños y su nivel de rendimiento en la escuela". ![[mct 504]](16340_html_64e070dd.gif)
Kaser realizó series temporales, con información a partir de 1850, entre el Producto Nacional Bruto (PNB, también conocido como PIB) y cinco indicadores educativos: Tasas de escolarización; relación entre estudiantes de primaria, secundaria y educación superior. Relación alumno / profesor; gasto total por alumno en los tres niveles educativos (primario, secundario y superior), y sueldo de los profesores como porcentaje del PNB per capita, para algunos países industrializados. Kaser tomó en cuenta el desfase temporal entre la edad escolar y la "edad modal de entrada en la fuerza laboral" y llegó a la conclusión de que a "niveles similares de PNB, per capita, cuanto mayor sea el número de niños actualmente en la escuela, mayor será la tasa de crecimiento del PNB durante el decenio siguiente". ![[mct 507]](16340_html_64e070dd.gif)
El desfase temporal permite obtener un coeficiente de determinación seguro al correlacionar alfabetización y renta. El "mejor ajuste" fue el encontrado por Núñez "con un desfase de 35 años [...] aproximadamente" equivalente "a la vida activa de un trabajador adulto". Por ello es que los países subdesarrollados que han tenido crecimiento económico se han visto "presionados a mejorar sus niveles de educación" buscando erradicar el analfabetismo lo más pronto posible.
La distribución regional y el diferencial sexual de la tasa de alfabetización permiten obtener un grado de representatividad mayor de los impactos de la alfabetización en la economía, así por ejemplo: en la España del siglo XIX "la sustitución del modelo familiar tradicional al moderno pudo verse entorpecida por el bajo nivel de alfabetización de la mujer". Desde este punto de vista, la "alfabetización de la mujer" tiene impacto en el desarrollo económico al mejorar la calidad de la población, reduce el tamaño de la familia y amplía los niveles de salud e higiene en el hogar. ![[mct 510]](16340_html_64e070dd.gif)
Núñez pudo apreciar una fuerte "consistencia" en los resultados que obtuvo al "correlacionar renta y alfabetización" cuando tomó en cuenta el diferencial sexual que afecta a la segunda variable y con la aplicación del desfase temporal que oscila entre los 15 y 35 años para que una "determinada acumulación de capital humano tenga efectos sobre la economía del país en cuestión". ![[mct 511]](16340_html_64e070dd.gif)
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