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Los grandes ganadores de la “Revolución Ciudadana”“El único problema con los bancos es que están ganando demasiado” Rafael Correa (24/04/2015) El gobierno de Correa, como se lee en un documento interno, admite que “nunca antes los grupos económicos poderosos estuvieron mejor, nunca antes los más excluidos de la Patria estuvieron menos peor”. Así, la reducción de la pobreza vía distribución de los crecientes ingresos fiscales (sobre todo petroleros), sin un cambio en la modalidad de acumulación, vino necesariamente acompañada de una mayor concentración de la riqueza en pocos grupos económicos que, a la postre, sacaron la tajada de león de dichos ingresos adicionales. Como muestra, en el año 2014 un total de 118 grupos económicos (3.833 empresas) obtuvieron 48,5 mil millones de dólares en ingresos, lo cual representa un 48,2% del PIB. Sobre esos ingresos solo se pagaron, en impuesto a la renta mil millones de dólares, es decir aproximadamente un 2,2%. En términos más específicos, podemos considerar que los principales grupos económicos favorecidos durante el gobierno de la “Revolución Ciudadana” se agrupan en los siguientes sectores:
La estructuras oligopólicas no han sido afectadas en más de ocho años del gobierno de Correa. El 71% del mercado de las bebidas está controlado por la Cervecería Nacional y Coca Cola Ecuador; 62% del mercado de las carnes está controlado por Pronaca; 72% del mercado de vehículos es controlado por General Motors - Omnibus BB; 85% del mercado de electrodomésticos es manejado por Indurama; 91% del mercado del azúcar está en manos de 5 ingenios con 3 dueños; 92% del mercado de aceites es controlado por 2 empresas, y así por el estilo31. En cuanto a la banca, el propio gobierno ha admitido que ésta ha sido beneficiada durante su gestión. En efecto, solo entre enero y mayo del 2015 los bancos ganaron 132 millones de dólares, un incremento del 7,8% en comparación a los mismos meses de 2014 (122 millones). De hecho, para todo el año 2014 los bancos obtuvieron ganancias por 335 millones, las segundas más altas durante los últimos 10 años, solo superadas por las ganancias de 2011, que fueron de 395 millones de dólares. Tomando información a diciembre de 2014 vemos que entre los bancos más rentables del país están el Banco del Pichincha (79,7 millones de dólares en utilidades, 24% del total de las utilidades de todos los bancos), el Banco de Guayaquil (51 millones y 15%), el Banco del Pacífico (48 millones y 14%), Produbanco (40 millones y 12%), el Banco Internacional (32 millones y 9%), el Banco Bolivariano (14 millones y 8%)32. En esta economía dolarizada, las utilidades de la banca en relación a su patrimonio neto llegaron a superar el 17% en 2011 y habrían bordeado el 13% en 2012; mientras que las empresas de comunicación (sobre todo las telefónicas) obtuvieron beneficios anuales superiores al 38% en relación con su patrimonio neto. Otro aspecto preocupante es la distribución de la tierra. Según datos del propio gobierno, mientras en 2007 el índice de Gini de distribución de la tierra fue de 0,78, para el año 2013 el índice prácticamente no cambió, manteniéndose en 0,77. Similares o aún peores niveles de concentración se registran con el agua. Hay que tener presente que las políticas agrarias aplicadas en el país, más allá de algunos programas menores para los campesinos (muchos de ellos con claro contenido clientelar), favorecen la lógica de los agronegocios, impulsan los monocultivos, es decir a los grandes capitalistas en el agro. Es decir, en casi nueve años el Gobierno no ha intentado romper la fuerte concentración de la tierra y del agua, para nada ha promovido una verdadera reforma agraria (con la cual Correa ha expresado, una y otra vez, no estar de acuerdo), a pesar de que la redistribución de la tierra y del agua es un mandato constitucional. En suma, la economía ecuatoriana durante el gobierno de Correa ha consolidado a varios grupos de poder económico tradicionales, al tiempo que han emergido otros a la sombra de las grandes inversiones del sector público. La lista de ganadores es larga: la banca, las empresas de construcción, los importadores, los agronegocios, los centros comerciales, algunos industriales y exportadores, los diversos intermediarios de los intereses transnacionales, los consultores del Gobierno o del gran capital sobre todo asociado al Gobierno… Ese creciente gasto público ha permitido incrementar el consumo, situación que beneficia al sector privado intermediador de bienes y servicios, mucho más que al productor. Esta realidad de enormes beneficios para el gran capital es inocultable. |