14 de octubre de 2014
Johanna Gari Fonseca
johanna.gari@est.uexternado.edu.co
Mercado de trabajo: entre la informalidad y la flexibilización
Resumen:
Este artículo habla sobre cómo el sector informal en Colombia ha venido en aumento por cuenta de que hay una clara incapacidad del sector formal para emplear a la población. Es por esta razón que es importante conocer cuál es la manera en que se está empleando la mano de obra en el país. Más complicado aún, es saber que la flexibilización del mercado laboral en Colombia ha traído consigo una inestabilidad laboral para las personas que en el afán de buscar ingresos para poder cumplir con sus obligaciones domésticas, ya sea para pagar servicios o arriendo, o bien sea para pagar las obligaciones financieras que han adquirido con el paso del tiempo, se ven obligados a buscar ingresos a como de lugar. Los efectos que puede llegar a producir la flexibilización laboral o la informalidad a nivel macroeconómico son la disminución de la inversión, inseguridad y la disminución del PIB.
Palabras clave: Informalidad, flexibilización, trabajo, estabilidad laboral.
Abstract:
The informal sector in Colombia has been increasing on account of the inability of the formal sector to employ people, it is for this reason that it is important to know how the colombians are being employed in the country . More complicated is knowing that a flexible labor market in Colombia has brought job insecurity for people in an effort to find revenue to pay for their domestic obligations, either to pay for services or the rent for their home places, or whether to pay financial obligations they have acquired over time, are forced to seek income at all costs. The effects can produce labor flexibility and informality are declining investment, insecurity and the decline of GDP.
Keywords: Informality, flexibility, work, job stability.
Introducción
Aproximadamente el 52% de los trabajadores en Colombia están vinculados al sector informal, caracterizado por ser un sector con bajos niveles de educación e ingresos menores a los del empleo formal. Este sector, al igual que el “nuevo” método de flexibilización laboral, impacta negativamente a la economía puesto que afecta al crecimiento de los países de distintas maneras.
Surge entonces un cuestionamiento relacionado con la estabilidad laboral de las personas, para precisar un poco más, ¿acaso la informalidad y la flexibilización realmente afecta en la estabilidad laboral de las personas?.
Para dar respuesta al cuestionamiento inicial, este artículo está dividido en cuatro partes. En una primera parte se hablará sobre el problema de la informalidad, sus definiciones y las características de este sector de la población. Se tendrán en cuenta estadísticas del DANE relacionadas con este tema, así mismo se expondrá el porqué la informalidad puede ser considerada como un problema en la economía y en el desarrollo económico del país.
En una segunda parte se hablará de la flexibilización laboral en Colombia y sobre cómo se pone en tela de juicio la estabilidad de las personas que están vinculadas de esta manera. Se espera desarrollar un breve análisis de cómo se afecta el desarrollo económico del país, la estabilidad laboral y económica de las personas. Este tema se relacionará también con la calidad del empleo y la satisfacción de las personas al estar vinculadas de esta manera al mercado de trabajo.
En la última parte del artículo, se hablará de la calidad de vida de las personas que están vinculadas tanto en el mercado informal como en la flexibilización del trabajo. Se hará un paralelo entre la informalidad, la flexibilización y entre trabajadores formales. En este punto se espera dar respuesta al cuestionamiento inicial, si estas personas tienen verdaderamente una inestabilidad laboral o no y la manera en que impacta esto en el desarrollo económico del país.
Trabajo informal en Colombia
Generalmente, el trabajo informal no cumple con ciertas características económicas y administrativas propias de una economía formal. En 1993, la OIT definió el empleo informal como “unidades dedicadas a la producción de bienes o la prestación de servicios con la finalidad primordial de crear empleos y generar ingresos para las personas que participan en esa actividad. Estas unidades funcionan típicamente en pequeña escala, con una organización rudimentaria, en la que hay muy poca o ninguna distinción entre el trabajo y el capital como factores de producción. Las relaciones de empleo -en los casos en que existan - se basan más bien en el empleo ocasional, el parentesco o las relaciones personales y sociales, y no en acuerdos contractuales que supongan garantías formales” (Córdoba, 2011, p. 12). Podría decirse entonces que, según esta definición, aquellos trabajadores que están en el sector informal podrían salir de la pobreza, pero al no estar garantizada su estabilidad laboral, el empleo informal se convierte en un círculo vicioso pues existe la posibilidad de perder el trabajo y caer en la pobreza nuevamente.
El trabajo informal se trata entonces, de unidades que pertenecen a individuos que no están constituidos como sociedades comerciales y que este sector se enfatiza en los trabajadores por cuenta propia, empleadores y personal de microempresas pertenecientes a empresas con menos de cinco empleados, trabajadores familiares sin remuneración y personal doméstico (Córdoba, 2011, p. 12).
Según el DANE, el 49% de colombianos ocupados son empleados informales y de ese porcentaje el 51,9% son hombres y el 48,1% mujeres. Esta cifra es verdaderamente alarmante pues el empleo informal puede traer consigo una seria evasión en la recaudación de impuestos, pues como se mencionó anteriormente, muchas de las empresa del sector informal no están reglamentadas y no están constituidas como sociedades comerciales. Esto hace que dichas empresas no paguen ni impuestos ni hagan tampoco los pagos obligatorios de la seguridad social, afectando así las finanzas públicas del Estado colombiano.
En el trimestre junio-agosto del 2014, la proporción de ocupados informales en las 13 ciudades fue de 48,1% y para el total de las 23 ciudades y áreas metropolitanas fue de 49,3%. Este resultado es interesante pues se supondría que, en el deber ser, las personas que llegan a las grandes ciudades esperan encontrar más y mejores oportunidades para salir adelante que en las zonas rurales o áreas metropolitanas. El hecho de que los porcentajes sean tan simétricos el uno con el otro es algo a lo que hay que ponerle atención, puesto que las altas tasas de informalidad no garantizan un flujo de recursos para hacer sostenible el sistema pensional, habrán menos ingresos para los hogares y se afectará el bienestar general de la sociedad.
El plan de desarrollo del 2010-2014 del presidente Juan Manuel Santos proponía unas políticas para atacar la informalidad que eran “diseñar un esquema tributario simplificado para reducir la complejidad del sistema, y automatizar y virtualizar los trámites y el establecimiento de mecanismos de inspección, vigilancia y control empresarial” (Galvis, 2012, p. 16). Sin embargo, esas políticas no son suficientes si no se atacan problemas más grandes, como la falta de educación en los niños y jóvenes de nuestro país. Al tener un nivel educativo eficiente y de calidad, se garantizaría una mano de obra más calificada para acceder a un trabajo formal.
Aún hoy en Colombia, el perfil de los trabajadores informales se caracteriza por tener un nivel bajo de educación y niveles de ingreso reducidos, ¿cuál es entonces el objetivo de querer disminuir la población del sector informal si el gobierno de turno no se esfuerza en garantizar la educación a los jóvenes, los cuales son el mayor número de empleados en el sector informal, según el DANE?. Además, debería promoverse también la declaración y pago de impuestos y la formalización de contratos laborales.
El gran problema de estar vinculado laboralmente al sector informal es que, en una ciudad como Bogotá, por ejemplo, el nivel de pobreza es mayor que en una ciudad como Leticia en el Amazonas, o en un pueblo como Paz de Ariporo en el Casanare. Podría decirse entonces, que ser trabajador informal en ciudades grandes es un sinónimo de pobreza, mientras que en las ciudades periféricas hay mayor estabilidad laboral. Pero esto trae además otro problema respecto en el tema de la recaudación de impuestos. Al haber trabajadores formales e informales en una ciudad grande, la recaudación de impuestos es un poco más eficiente que en las ciudades pequeñas pues, como se mencionó anteriormente, a pesar de que el empleo informal en los municipios puede darle a las personas que estén en este sector una buena fuente de ingresos, hay una gran cantidad de municipios que tienen altos niveles de NBI1.
Tomar la decisión de ser un empresario del sector informal involucra una serie de costos y de beneficios. Entre los costos se incluyen las restricciones al acceso de recursos del sistema financieros, limitando así tener proyectos de inversión, acceso limitado a programas de subsidios, asistencia técnica o capacitación por parte del gobierno. No se puede contratar con el Estado y no hay mecanismos tradicionales para la protección a los derechos de propiedad. Estas empresas informales, obviamente, generan también empleo informal, pues al no cumplir las estipulaciones de la legislación laboral los trabajadores no estarían afiliados al sistema de salud, no harían aportes a los fondos de pensiones y prestaciones (Cardenas, 2007, p. 35).
El resultado de la informalidad a nivel macroeconómico es que se afecta de forma negativa la productividad laboral, empresarial, el recaudo de impuestos y el crecimiento del país. La informalidad afecta negativamente el crecimiento puesto que “i) disminuye los ingresos fiscales, disminuye la posibilidad de proveer servicios de seguridad social, ii) es un obstáculo para el incremento de la productividad laboral y por lo tanto para la competitividad internacional disminuyendo los beneficios potenciales del comercio, iii) es una fuente de inestabilidad laboral, iv) afecta negativamente los ingresos relativos de los trabajadores, v) aumenta la vulnerabilidad de los derechos laborales dado que los trabajadores no tienen protección frente a la ley, vi) aumenta el subempleo y vii) afecta el crecimiento de la economía” (Bustamante, 2011, p. 3).
Flexibilización laboral en Colombia
En los últimos diez años un fenómeno que ha caracterizado la contratación en Colombia ha sido la rápida difusión de “formas atípicas y flexibles de contratación, en especial de la subcontratación, las cooperativas de trabajo asociado y el trabajo por cuenta propia” (Farné, Vergara , & Baquero, 2011, p. 3). La flexibilización del mercado laboral tiene drásticos cambios en los regímenes salariales y una facilidad en los despidos, lo que supone disminuir los costos laborales de las firmas a costa del deterioro del empleo. Sin embargo, aún no hay estadísticas certeras que muestren si la flexibilización laboral ha traído o no beneficios en los índices de empleo o cambios positivos
Hay varias modalidades de flexibilización en el plano laboral. Un primer modo es el de la flexibilidad de los salarios, pues en algunas legislaciones se fijaba utilizando mecanismos muy rígidos; la flexibilidad de las jornadas laborales en busca de la conciliación con la vida familiar y el tiempo libre, pero también está la flexibilización para reducir los derechos de la clase asalariada y es en esta en la que nos centraremos en cuanto a las formas de terminación del vínculo laboral, la disminución de la estabilidad del empleo y la reducción de salarios por causa de la crisis (Zuñiga, 2012, p. 325).
Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, ¿podría decirse entonces que la flexibilización laboral si le garantiza a las personas una estabilidad laboral?. La flexibilización laboral le permite a los empresarios a desmejorar las condiciones laborales de los empleados en el momento en que la empresa lo quiera. Claramente, una empresa no va a contratar empleados que no necesita, puesto que lo hará en la medida en que los necesite y, en el caso de que los requiera, es porque la empresa necesita expandirse. Lo único que se consigue con la flexibilización laboral es reducir los costos de mano de obra, y por consiguiente, los costos de producción que incrementarán la rentabilidad de los empresarios, pues al pretender reducir una porción del sueldo de los empleados para pagarle a trabajadores nuevos, lo que verdaderamente hacen es quitarle parte del salario a los empleados para quedarse con esta2.
La calidad del empleo en medio de la flexibilización laboral tiene una serie de características que sirven para hacer un paralelo con la inestabilidad laboral a la que se enfrentan las personas que se encuentran laborando. Los trabajadores por cuenta propia, subcontratados y asociados a cooperativas de trabajo aumentaron entre el 2002 y el 2010, en términos de calidad de empleo creció el empleo asalariado y perdieron importancia algunas otras modalidades u ocupaciones tradicionalmente asociadas a condiciones de trabajo precarias.
Sin embargo, Farné pone en tela de juicio el planteamiento anterior afirmando que “a pesar de todas las variaciones verificadas en las modalidades de contratación, la estabilidad laboral no parece haber sufrido cambios sustanciales: tanto en 2002 como en 2010, un poco más de un 65% de los trabajadores declaró laborar en una misma empresa o negocio por más de doce meses de manera continua. La ligera baja experimentada por este índice debe atribuirse al mayor peso en la ocupación total adquirido por las nuevas contrataciones, sobretodo entre las mujeres”.
¿Qué es entonces lo que hace que la flexibilización laboral no le garantice una estabilidad laboral a las personas? La autora considera que la razón principal es que el hecho de que las empresas se queden con una proporción del salario de sus trabajadores, hace que se cree un efecto dominó en donde todas las empresas que trabajan mediante estos tipos de contratos sigan contratando así y no se formalice la forma de contratación. Finalmente, esto sigue siendo un mal para el crecimiento económico de los países pues al no haber una regulación a la flexibilización laboral los empleados van a tener una inestabilidad laboral.
El trabajo informal y la flexibilización laboral
Como se vio anteriormente, el trabajo informal trae consecuencias negativas para el crecimiento económico del país por todo lo que trae consigo y para la economía, pero además afecta la estabilidad laboral de las personas que están vinculadas a este tipo de empleo. Sin embargo, el trabajo informal no dista mucho de las condiciones laborales que tienen las personas con un empleo flexible, que pueden tener una inestabilidad laboral más grande aún en el sentido en que sus derechos pueden verse afectados directamente, bien sea por la forma de terminación del contrato laboral o por la reducción de los salarios en caso de crisis, que a los únicos que benefician es a los empleadores.
Como se mencionó anteriormente, la calidad de vida de estas personas depende de la ciudad en donde habiten. En el caso del trabajo informal, la calidad de vida de las personas que viven en ciudades pequeñas o municipios es mucho mejor que la de las personas que trabajan bajo esta figura y viven en alguna de las 10 ciudades grandes del país3. La calidad de vida de los trabajadores está relacionada de manera directa con la calidad del empleo que tienen las personas, puesto que “los empleos con mayor calidad son los que son los más típicos posibles y además ofrecen valores intrínsecos como las posibilidades de formación y ascenso como aproximación a la satisfacción y la motivación del individuo con su empleo” (Córdoba, 2011).
La calidad de vida de los trabajadores involucra una serie de criterios como lo son la certidumbre, la estabilidad, la seguridad en el sitio de trabajo, la protección social. La calidad del empleo adiciona un nivel de satisfacción a la calidad de vida pues brinda un nivel de autonomía, da motivación personal y además, el hecho de tener un estatus fortalece en el desarrollo emocional y profesional en las personas. Si una persona se siente satisfecha con su puesto de trabajo, muy seguramente es porque ese empleo satisface sus necesidades y por lo tanto considera que tiene un buen nivel de vida.
En Colombia, por ejemplo, los trabajadores independientes, en comparación a los trabajadores asalariados reportan una “menor probabilidad de utilizar equipo protector y una mayor problabilidad de trabajar en posiciones que pueden generar problemas de salud”. En lo que refiere a los trabajadores autónomos, temporales y aquellos con contratos de corta duración “están expuestos a más riesgos por el limitado acceso a la información en materia de seguridad y de salud”. A los tele trabajadores les preocupa “el aislamiento social, el número excesivo de horas de trabajo, el diseño ergonómico del lugar de trabajo y los problemas de dilucidar el carácter laboral en caso de que ocurra un accidente laboral”
Debe existir entonces, una responsabilidad para el Estado en materia de formulación de políticas públicas enfocadas a generar empleo formal y disminuir el empleo informal y la flexibilización en el país. Haciendo una crítica a la corta legislación existente para atacar estos dos problemas del mercado laboral, se debe considerar que las decisiones en materia de políticas públicas que se están llevando a cabo en materia laboral, no contemplan hacer algo para erradicar estos dos males que estancan el crecimiento del país y que afectan en la recaudación de impuestos.
Se sabe que hay dos maneras en que el Estado puede intervenir en el mercado: poniendo sanciones o dando incentivos para erradicar una conducta. En el caso de la formalidad, se pueden hacer inspecciones a lugares de trabajo en donde hay trabajos informales, y para la flexibilización laboral se puede, simplemente, erradicarla.
Conclusión
Para concluir, se puede decir que las personas que se encuentran entre la informalidad y la flexibilización laboral son personas que tienen una inestabilidad laboral, pues se encuentran en una condición que no les garantiza poder crecer como profesionales y estancarse en el mercado laboral. A pesar de que en las ciudades pequeñas y en los municipios tener estos tipos de contratos es un sinónimo de crecimiento, el estar vinculado laboralmente en ciudades grandes de esta manera dificulta y estropea el mejoramiento en la calidad de vida de las personas.
En Colombia debe haber una legislación que regule mejor estos tipos de empleo en pro del crecimiento económico del país, para que de esta manera se le preste atención también a condiciones que pueden favorecer al perfeccionamiento de las habilidades de la mano de obra en Colombia.
Bibliografía
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Cardenas, M. (Marzo de 2007). Informalidad en Colombia: nueva evidencia. 35 .
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García, G. (2011). Determinantes macro y efectos locales de la informalidad laboral en Colombia. Sociedad y Economía (21), 69-98.
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