descargar 5.22 Kb.
|
8.4. ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI El siglo XVI es de un crecimiento constante pero lento hasta 1596 que una epidemia de peste causó una mortalidad catastrófica. El crecimiento de la población y la demanda de productos desde América generó una expansión en la economía aunque la producción no fue capaz de abastecer la demanda. En la Agricultura no se dieron mejoras en las estructuras agrarias debido a la existencia de una nobleza y una Iglesia latifundista dominante cuyos intereses se centraron más en el cobro de los arrendamientos que en la inversión para mejoras (y los arrendatarios no tenían posibilidades de invertir por lo tanto no podían ser competitivos). La explotación ganadera trashumante de ovejas merinas siguió, daban importantes cantidades de lana que se exportaban, esto fue denunciado por los fabricantes de textiles ya que se encarecía el precio de la lana. Se dio un impulso a la actividad metalúrgica vasca, a la naviera en Cataluña y Valencia y a la textil en Toledo, Segovia y Cuenca pero no podían competir con las calidades y los precios de productos europeos. El Comercio fue el sector que conoció un crecimiento más importante por el comercio con América, se centró en las ciudades castellanas y en los puertos Atlánticos (Sevilla) mientras que en la Corona de Aragón decayó. Los precios subieron con la llegada de oro y plata americanos y eso causó una continua inflación. La sociedad se caracteriza por la preeminencia de la nobleza y el clero y la persecución de cualquier disidencia religiosa o ideológica. La Nobleza (5%) estaba exenta del pago de impuestos, la alta nobleza (Títulos de Castilla y Grandes de España) había perdido parte de su poder pero mantenía su poder económico, poseedora de grandes patrimonios, maestrazgos y señoríos, cobraba sus rentas en especies, no sintió la inflación, ocupaban además puestos importantes en la administración y el ejército, otra condición era la de los nobles de segunda categoría, algunos carecían de fortuna. La nobleza consideró el ejercicio de determinadas profesiones como viles, entre ellas la artesanía y el comercio, lo que supuso su desprestigio social y ello evitó el desarrollo de la economía. El clero, también grupo privilegiado, existía una diferencia entre un clero rico y culto (obispos, abades, cardenales) y un clero rural (monjes, párrocos) pobre y sin recursos. Los no privilegiados, una burguesía poco desarrollada y el resto incluía la mayoría de la población en gran parte campesinos y población urbana, constituían el 80 % de la población y soportaban la carga impositiva). En cuanto a los Grupos diferenciados por su procedencia religiosa encontramos: judíos conversos (marranos) o musulmanes, moriscos, eran marginados, sufrían persecución, muchos intentaban ocultar su origen ante el temor a represalias y que se aplicasen los estatutos de limpieza de sangre que les imposibilitaba para pertenecer a la nobleza o acceder al empleo de cargos públicos; un tercer grupo marginado lo constituían los gitanos, (vivían de forma nómada y dedicados fundamentalmente al trato de ganado). |