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La industria en Argentina y Brasil a comienzos del siglo XXI: Avances y desafíos por Paul Cooney y Juan E. Santarcángelo1 Jornadas de Economía Crítica Córdoba, 25 a 27 de agosto de 2011 Facultad de Ciencias Económicas Universidad Nacional de Córdoba Resumen Desde comienzos del siglo XXI, Argentina y Brasil, los dos países más importantes de la región, han registrado períodos de sostenido crecimiento. En el caso de Argentina las tasas promedio fueron cercanas al 9% y el desempeño productivo del sector industrial ha vuelto a ocupar un lugar central a la hora de motorizar el actual patrón de crecimiento. Por otra parte, si bien en Brasil las tasas de crecimiento no fueron tan altas como en el caso de su país hermano, el sector industrial experimentó transformaciones que le permitieron consolidar importantes logros durante el gobierno de Lula. En este contexto, el propósito del presente trabajo es analizar las principales características de la evolución del sector industrial en cada uno de estos países con el fin de identificar cuáles han sido las ramas más dinámicas de este desempeño, el impacto que las políticas económicas aplicadas por los gobiernos de Lula, Kirchner y Fernández de Kirchner han tenido sobre el sector en cada uno de sus países, las diferencias y similitudes que presentan las experiencias analizadas, así como la evolución en el nivel y grado de articulación e integración entre los sectores de ambos países. Por último, cerramos el trabajo reflexionando a partir de la evidencia encontrada sobre los principales desafíos que enfrentan ambos países en materia industrial. I. Introducción Los comienzos del siglo XXI nos encuentran todavia en el medio de una crisis económica mundial general aunque pocos países estan oficialmente experimentando recesiones económicas. De todas maneras, parece claro que la economia mundial está en un punto de inflección en relación a los cambios substanciales que se están produciendo y su resultado final aún no parece claro, independientemente del obvio surgimiento y posicionamiento de China como la economia más dinamica del mundo y de la decadencia relativa de la capacidad manufacturera de los EE.UU. Con el estallido de la crisis en 2008, hubo un creciente consenso de que las recetas neoliberales ortodoxas tenían serios problemas2, lo que favorecía la aplicación de políticas más de índole Keynesianas, lo que a su vez, recuperaba cierto espacio para el Estado y la aplicación de politicas públicas. En este sentido, algunos cambios recientes en términos de política económica aplicada por los dos páíses más importantes del cono sur, Argentina y Brasil, son descriptos como un modelo que tiene hacia una nueva forma de neo-desarrollismo, en tanto plantea una ruptura importante con las políticas neoliberales y se embarca en un esfuerzo por desarrollar un modelo más tradicional de progreso económico, que enfatiza el rol de la industria local, el mercado interno y la generación de empleo. Desde comienzos del siglo XXI, Argentina y Brasil, han registrado importantes períodos de crecimiento. En el caso de Argentina las tasas promedio fueron cercanas al 9% y el desempeño productivo del sector industrial ha vuelto a ocupar un lugar central motorizando en buena medida, el actual patrón de crecimiento económico. Por otra parte, si bien en Brasil las tasas de crecimiento no fueron tan altas como en el caso de su país hermano, el sector industrial experimentó transformaciones que le permitieron consolidar importantes logros durante los dos mandatos del gobierno de Lula. En este contexto, el propósito del presente trabajo es analizar las principales características que ha tenido la evolución del sector industrial en cada uno de estos países con el fin de identificar cuáles han sido las ramas más dinámicas de este desempeño, el impacto que las políticas económicas aplicadas por los gobiernos de Lula, Kirchner y Fernández de Kirchner han tenido sobre el sector en cada uno de sus países, las diferencias y similitudes que presentan las experiencias analizadas, así como la evolución en el nivel y grado de articulación e integración entre los sectores de ambos países. Con estos objetivos, el trabajo se estructura en cinco secciones. En la siguiente sección se presenta un breve análisis de los principales cambios que esta experimentando el capitalismo a nivel mundial y los nuevos rumbos que está asumiendo la globalización neoliberal. En la tercera sección se analizan las principales características de la industria argentina en los últimos años prestando especial atención a la evolución de la producción, productividad, evolución de los salarios y transfrormaciones experimentadas por el sector. En la cuarta sección, replicamos el análisis para el caso de Brasil, y por último, cerramos el trabajo presentando algunas reflexiones a partir de la evidencia encontrada sobre los principales desafíos que enfrentan ambos países en materia industrial. II. Contexto Mundial: Nuevos Rumbos dentro de la Globalización Neoliberal El propósito de esta sección es presentar un breve resumén sobre el surgimiento de las políticas neoliberales y su implementación a lo largo de los años en diferentes regiones del mundo (América Latina, Asia, etc.), seguido por un breva sinopsis de sus fracasos y reestructuraciones que sufrió la ortodoxia neoliberal. En el siglo XX, uno de los principales defensores de la supremacía del mercado, las libertades individuales, y el laisseiz-faire fue el grupo que se autodenominó Mont Pélerin, que comenzaron a operar en 1947, luego de la segunda guerra mundial en Suiza. Con la idea de que muchos de los valores de la civilización occidental estaban en peligro, 36 académicos, la mayoría de ellos economistas, pero también con la participación de periodistas, abogados, historiadores y filósofos de diferentes partes del mundo, fueron invitados por el profesor Friedrich von Hayek a reunirse para discutir el estado y posible destino de las ideas liberales. Este grupo, que en cierto sentido surge como una reacción al desarrollo del Estado de Bienestar y también a la importancia del comunismo/socialismo y de los movimientos progresistas de esta época, interpretan como peligrosa la expansión del gobierno, el poder de los sindicatos y el monopolio comercial, y la amenaza de la inflación3. Lo interesante de este grupo es que encarna y defiende muchas de las premisas que luego fueron difundidads y aplicadas, sobretodo desde la estanflación de los años setenta, por la gran mayoría de los países en desarrollo. En un contexto donde el mundo se iba paulatinamente transformando en lo que muchos analistas han definido como sociedad posindustrial y cuando algunos de los países del tercer mundo estaban profundizando su modelo de industrialización, las reglas del juego cambiaron repentinamente, y las ideas monetaristas comenzaron a dominar la escena política, y las presiones por mayor austeridad y por programas de ajuste estructural comenzaron a ser moneda corriente. Estos cambios, a su vez fueron favorecidos y promovidos por importantes transformaciones internas en muchos de los países, que en el caso de América Latina se plasmó bajo la llegada durante estos años de feroces dictaduras militares. A comienzos de los años 80, con varios países sufriendo la aplicación de radicales planes de reestructuración económica; y en medio del auge y centralidad que adquirieron los organismos multinacionales de crédito, fundamentalmente el FMI y el Banco Mundial, la región favorecida por las políticas de estos organismos y ciertas complicidades locales, lograron en pocos años aumentar significativamente la deuda externa de muchos países de la región que derivó en la crisis de la deuda. Por ejemplo en los casos de Argentina, Brasil, y México, sus deudas se multiplicaron entre 3 y 5 veces. Si bien para Brasil y México el endeudamiento fue usado para la expansión de la industria; para el caso de Argentina, el endeudamiento sirvió para fomentar el desarrollo de un modelo aperturista con hegemonía financiera cuya princiapl victima fue la industrialización y la clase trabajadora. El FMI utilizó la crisis de la deuda como palanca para empujar a los países a adoptar los Planes de Ajuste Estructural (PAE), o en otras palabras, a aplicar un conjunto de políticas neoliberales tendientes a favorecer y defender el libre mercado. Los tres pilares básicos de este modelo son la liberalización del comercio, la desregulación financiera y las privatizaciones de las empresas públicas e incluso algunos autores sostienen que la flexibilización del trabajo se ha constituído en un cuarto pilar. Argentina experimentó un fuerte proceso de desindustrialización desde la llegada al poder de la dictadura militar de 1976 que transformó las bases sobre las que se sustentaba el proceso de desarrollo. Por otra parte, el caso más atrasado de abandono de la ISI fue el de Brasil, que apenas ocurrió a partir de 1989 cuando Collor de Melo comienzó su mandato y por eso corresponde al caso de “neoliberalismo tardío”.4 Sin embargo, en paralelo con la utilización del nivel de endeudamiento para transformar la economía, uno de los principales cambios que registró la región y que es un elemento central del discurso neoliberal, es el nuevo papel que comienza a desempeñar el Estado en la región. De acuerdo al marco teórico que se volvió dominante desde los años setenta, las políticas públicas no tienen verdaderos efectos en el corto y largo plazo, y el único efecto que producen es alterar y entorpecer el perfecto funcionamiento de los mercados. Generan imperfecciones que impiden el perfecto funcionamiento de la economía. Por ende, para el marco teórico neoliberal, las economías alcanzan su mejor funcionamiento, cuando el Estado interviene lo menos posible. De allí la crítica a las empresas públicas, la proclamación de la necesidad de privatizarlas y la crítica al estado planificador y desarrollista, que implementó una política industrial basada en la industrialización por sustitución de importaciones. Actualmente, ya han habido varias décadas de políticas neoliberales implementadas en la mayoría de los países de América Latina, lo que significa que ha pasado suficiente tiempo como para poder hacer una evaluación seria sobre los resultados de tales políticas. Después de la cadena de crisis financieras en los últimos años: México en 1994, Asia en 1996-97, Rusia en 1998, Brasil en 1999, Ecuador en 2000, Argentina entre 2001-2003 y ahora la crisis mundial de 2007-2009, los problemas generales del modelo neoliberal se han tornado más evidentes, aún para economistas mas vinculados al ‘mainstream’, como Stiglitz y Krugman, entre otros. Argentina y Brasil Una primera aproximación para analizar como ha evolucionado y se ha transformado el sector industrial en Argentina y Brasil es partir de una breve caracterización de cómo ha sido la dinámica general de crecimiento durante los últimos años. Como se puede observar en el gráfico n 1, las tasas de crecimiento de Argentina y de Brasil desde 1989 a la fecha, exhiben las tipicas volatilidades asociadas a la medición en tasas, aunque las variaciones que registra Argentina son mucho más pronunciadas que las registradas por Brasil. Como podemos apreciar, Argentina luego de superar la crisis hiperinflacionaria de fines de los años ochenta, comienza su recuperación productiva de la mano de la aplicación de un profundo plan basado en la apertura comercial, financiera, desregulación de los mercados y privatización de las principales empresas públicas. Luego en el año 1995, el país sufre los impactos del efecto Tequila y la leve recuperación que experimenta el país, deriva en la profunda crisis de comienzos del siglo XXI. Por último, el actual período de crecimiento exhibe una dinámica diferente que incluso la crisis financiera de 2009 parece no haber podido detener. Gráfico n 1 - Tasa de crecimiento del PBI en Argentina y Brasil. 1989-2010 ![]() Con respecto a Brasil, podemos apreciar debiles tasas de crecimiento del PBI brasileño de 1989 hasta 1999 con la excepción del período 1993-1995. Esto fue seguido por una leve tendencia alcista que alcanza a registra un crecimiento del 6% en 2007, una de las mayores tasa de crecimiento de los ultimos veinte años. Este fue seguido por el impacto de la crisis económica mundial, lo que provocó que? se registrara una tasa de crecimiento negativa para el año 2009, pero recuperandose nuevamente durante el 2010 con un crecimiento del 7,65%, el más alto del período analizado. Sin emabrgo, a pesar de esta evolución relativamente favorable, si consideramos el patrón histórico de crecimiento de Brasil, podemos remarcar que los niveles actuales de crecimiento, que durante el período 1992-2006 alcanzando una tasa de crecimiento de 3,0% anual promedio, lejos están de registrar los valores de 7,3% promedio anual durante el período 1960-1980. III. La industria Argentina en el siglo XXI La aplicación de políticas neoliberales y abandono del modelo de industrialización de importaciones comenzó con la dictadura militar de 1976-1983, y las medidas económicas aplicadas fueron consolidadas durante el gobierno del Alfonsín y posteriormente profundizadas durante la década neoliberal de los años 1990s durante el mandato de Carlos Menem y el Plan de Convertibilidad desarrollado por Domingo Cavallo. En términos económicos, el país siguió los lineamientos básicos del neoliberalsimo donde el sector financiero comenzó a instalarse como la actividad central de la economía, se procedió a la apertura de los mercados y el comercio, a reformar el Estado y a privatizar una enorme cantidad de empresas públicas. Durante la década de los años 1990s, Argentina pasó de tener tasas de desempleo del 6% hasta experimentar más de un 24% durante el auge de la crisis del 2001, y registrando niveles de pobreza sin precedentes (más del 50% de la población) y entrando en una depresión económica, con una caída del PBI de aproximadamente 12%. En relación al desarrollo de su sector industrial, podemos decir que Argentina experimentó dos olas de desindustrialización. La primera de ellas, corresponde con el impacto que experimentó el sector con la llegada de la dictadura militar de mediados de los años 70s (Azpiazu et. al., 2010; Cooney, 2007; y Santarcángelo, 2010 entre otros) y una nueva ola de desindustrialización durante el período de la aplicación del plan de convertibilidad durante los años 90s. Entre la moneda sobrevaluada, el tratamiento preferencial para ciertos sectores agro-industriales que se vieron enormemente beneficiados por las transferencias del Estado y el auge de las actividades financieras y de fuga de capitales, la contribución del PBI del sector manufacturero cayó sistemáticamente desde mediados de los años 70s hasta llegar a ser ligeramente superior al 15% en el año 2002, su menor peso relativo desde los años 1940s. A partir del abandono del régimen de Convertibilidad y la devaluación del peso en el año 2002, la economía local comenzó una paulatina recuperación que, sustentada en una elevada tasa de cambio permitió elevar el grado de protección efectiva de la producción local; y a la vez que favoreció una rápida recuperación de la rentabilidad mediante una aguda contracción de los salarios y, con ello, de los costos salariales. Como resultado de estos procesos, la economía registró para el período 2003-2008 tasas de crecimiento anuales promedio superiores al 8% (la tendencia de crecimiento del país más alta en los últimos cien años), sustentada por un aún mayor aumento en la inversión bruta interna fija (IBIF) que trajo como resultado que la relación IBIF con el producto interno bruto (PBI) se incrementara en más de un 200% para los años bajo análisis. Esta dinámica de recuperación económica impactó a todos los sectores de la economía pero uno de los más beneficiados por los cambios en los precios relativos, ha sido el sector industrial, que como podemos ver en el gráfico n 2 ha registrado, por primera vez desde el desarrollo basado en la industrialización por sustitución de importaciones, tasas de crecimiento similares a los registradas a nivel nacional. |