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![]() ![]() ![]() A ![]() Recopilación de Investigaciones y Temas Relacionados de Forma Holística con el Valor. Instrumento Virtual al Servicio del Ambiente, el Desarrollo Económico, el Conocimiento y la Ciencia como Derechos ![]() “Genoma del Valor” se construye mediante aportes directos de diferentes personas que desean colaborar. S ![]() ![]()
El marco general de la economía mundial se ve afectado por las noticias de las dificultades de Grecia, de otros países de la eurozona y el desastre por derrame de petróleo en los Estados Unidos de Norte América. Grecia se encuentra atada a la Eurozona y la Eurozona atada a Grecia. Es una relación mutua que ha dejado a Grecia con ventajas y desventajas. Tomar solamente la óptica del razonamiento del gasto no es lo más indicado. Si no se analizan de manera integral los problemas, es posible que las soluciones sean temporales o que simplemente se posterguen problemas hacia el futuro. A manera de ejemplo, si en el pasado de hablo de rangos en los valores de los productos agrícolas, cabría pensar en mecanismos similares para ajustes macroeconómicos. Por otro lado, en la edición pasada hacíamos énfasis sobre la importancia de verificar la concordancia entre el desarrollo económico y la sostenibilidad de dicho crecimiento, relativo al agotamiento de recursos, otrora considerados inagotables. El tema del derrame petrolero, que por desgracia, las noticias indican que la magnitud del daño es enorme, refuerza la temática Entonces, nuevamente, la crisis financiera, eclipsará la crisis económica. ¿Seguimos esperando? Germán Roberto Díaz C. Genoma del Valor (Colombia) ![]() Medición de Valores de Cambio de los Servicios Ambientales El bosque es, al mismo tiempo, una propiedad conjunta pública y privada, desde la perspectiva de sus usos efectivos. Así, la propiedad de un bosque es a menudo un paquete formado por múltiples derechos. Desde un punto de vista económico, la propiedad efectiva de un bosque ha de ser extendida a los usos reales, de forma que, «(para) el análisis económico, sólo los derechos económicos ciertos, no los derechos nominales legales, son relevantes» (Eggertsson, 2003: 73). Así, un bosque es susceptible de generar rentas tanto a su propietario legal como a los usuarios públicos de los bienes y servicios que ofrece. Los usuarios públicos incluyen a los visitantes recreativos activos pero también a los beneficiarios pasivos. Los precios de los bienes y servicios comerciales son directamente observables; en consecuencia, estimarlos es una tarea simple —aunque laboriosa—. En el siguiente apartado nos ocupamos de los valores que no son objeto de venta. Estimación del Valor de Cambio de los Servicios Recreativos Públicos de libre acceso. En la metodología aquí presentada, y siguiendo a Caparrós (2000), Caparrós et al. (2003) y Campos et al.(2008a), el procedimiento normativo central de la metodología del SCN de utilizar precios de mercados similares se extiende para incluir outputs finales del bosque donde no existen precios de mercados similares (por ejemplo, servicios recreativos de libre acceso). En principio, nada distingue a un servicio como el recreativo, disfrutado por los visitantes que acceden libremente al bosque, de un producto no-maderero como la recolección de setas en Suecia, donde el acceso al bosque es libre (Hultkrantz, 1992). Sin embargo, ya que no existe un mercado real para los servicios recreativos del bosque, nosotros proponemos simular un mercado para determinar qué precio existiría si los servicios fueran interiorizados. Es decir, simulamos no sólo el lado de la demanda, sino también el lado de la oferta y el tipo de competencia que prevalece en el mercado de los servicios recreativos de libre acceso. Para simular el mercado, primero hemos de estimar la demanda recreativa en los bosques particulares estudiados. Podemos hacerlo mediante el método del coste del viaje, obteniendo así la función de demanda marshaliana que buscamos, o, alternativamente, realizar una encuesta de valoración contingente. En esta última estimamos primero la variación hicksiana, para así obtener con posterioridad la demanda marshaliana, suponiendo que el efecto riqueza es de escasa significación. Éste es el enfoque que vamos a seguir en los dos casos de estudio presentados más adelante. Sorprendentemente —pues supone incumplir los requisitos de la teoría de la renta— numerosas aplicaciones han agregado las mediciones de valores comerciales con los excedentes del consumidor obtenidos del disfrute recreativo del público en espacios naturales de libre acceso. Esta aproximación es claramente cuestionable ya que supone que en el mercado simulado todos los visitantes abonarían realmente su máxima disposición a pagar (DAP) declarada, lo que es un supuesto alejado de la realidad, si el objetivo es simular un mercado real. Por tanto, asumimos que el propietario del bosque —en la práctica— sólo puede elegir un único precio para ser cobrado a los visitantes y utilizamos dos supuestos extremos para obtener un intervalo para ese precio. En primer lugar, suponemos que los bosques estudiados tienen la condición de únicos, de modo que los propietarios pueden elegir el precio que deseen dada la situación monopolística de la que disfrutan (Caparrós et al., 2001 y 2003; Campos et al., 2008b). Como sabemos, en este caso el propietario del bosque obtiene el mayor beneficio cuando el precio iguala al coste marginal de la visita. Si la función de demanda se supone que es lineal y el coste marginal igual a cero, se sigue que el precio que maximiza el beneficio coincide con la mediana. Suponer un coste marginal cero es un supuesto extremo, pero en muchos casos es la única forma posible de asignar una cifra que debe ser admitida como un coste fijo por ofertar el servicio recreativo a los visitantes. No obstante, ni este supuesto ni el de la forma lineal de la demanda son limitaciones esenciales, ya que siempre podemos simular el precio que el monopolista establecería. Usaremos el valor obtenido suponiendo una posición de mercado monopolista como el precio máximo de la visita, siendo ésta una situación con beneficios extraordinarios del propietario monopolista (recauda beneficios por encima del coste de oportunidad en un mercado competitivo de capitales). Un criterio similar, aunque menos elaborado, ha sido propuesto por el grupo de trabajo de Eurostat de cuentas comerciales y ambientales de los bosques. El segundo supuesto extremo consiste en suponer que el área natural considerada es completamente homogénea con respecto a otras áreas naturales al alcance del consumidor por lo que podemos suponer un precio competitivo del servicio de libre acceso. En este caso, el precio sería de nuevo igual al coste marginal, lo que, dado el supuesto previo, implicaría un precio cero. Si suponemos que la oferta del servicio requiere una gestión comercial viable, debemos suponer que al menos los costes fijos de la gestión están cubiertos por el valor cuasi comercial del output. Así, un beneficio cero (renta del recurso natural) del servicio podría ser una aproximación admisible en esta situación particular. Sin embargo, si las diferentes áreas naturales han de competir en el mercado no es razonable suponer que todas son completamente homogéneas en costes y productos. Un supuesto intermedio podría ser que la estructura del mercado es de competencia monopolística. Y, como es bien conocido, la competencia monopolística supone que la diferenciación del producto es posible, aunque los productos diferenciados tengan sustitutos próximos. Este supuesto parece, ciertamente, razonable para el caso de los servicios recreativos públicos de libre acceso de hecho —que no siempre de derecho— y que, al menos en España, se da con frecuencia en áreas naturales al alcance del consumidor, donde cada área natural singular es obviamente diferente de todas las otras áreas, aunque muchas podrían ser sustitutas relativamente cercanas las unas de las otras a los ojos del consumidor. Si suponemos esta estructura del mercado, que la libre entrada en el mercado es posible (un supuesto no excesivamente alejado de la realidad) y, por motivos de simplificación del razonamiento, que todas las áreas naturales tienen la misma estructura de costes, obtenemos el resultado de que el precio «cuasi-comercial » iguala al coste medio, que obviamente no es cero cuando existe un coste fijo, incluso bajo el supuesto de un coste marginal cero. Esto es, nos encontramos de nuevo con el supuesto de beneficio cero del servicio recreativo de libre acceso. Así, en este estudio estimaremos el límite inferior del precio cuasi comercial del servicio recreativo que implica un beneficio cero (equivalente a un precio cero de la renta del recurso natural consumido), cubriendo de este modo el coste medio (en esta definición de coste medio incluimos el coste de oportunidad del capital inmovilizado en la prestación del servicio, suponiendo un margen «medio» de mercado). Discutidos los procedimientos para determinar el precio cuasi comercial del servicio recreativo, queda por determinar el número de unidades que pueden llegar a ser consumidas, conocido el precio del output recreativo. Es una práctica frecuente en los estudios del método de valoración contingente estimar el valor total del servicio multiplicando el precio simulado de mercado por todas las unidades consumidas fuera del mercado, esto es, gratuitamente (Hultkrantz, 1992); de modo que así se supone que, si se tuviera que pagar por el consumidor el precio simulado, no se reducirían las unidades consumidas del servicio respecto del número de unidades que se consumen en la situación fuera de mercado. Este supuesto es aceptable sólo si la influencia de este proceder es pequeña en el resultado agregado —por razones prácticas, que no por la teoría económica—. Sin embargo, si se establece un precio del servicio, se conoce por las curvas de demanda derivadas de los estudios de valoración contingente que se reduciría notablemente el número de unidades consumidas del servicio recreativo. Concretamente, si el precio del servicio recreativo se fija en un valor igual al valor estimado de la mediana de la disposición a pagar (DAP) del consumidor, suponiendo competencia monopolística, sólo el 50 por 100 de los consumidores actuales estarían dispuestos a pagar dicho precio. Nosotros suponemos en este estudio que el número de unidades consumidas del servicio se reduce de acuerdo con lo que predice la demanda para el límite superior del precio fijado por el monopolista, pero no se reducirá el consumo para el límite inferior del valor del output que se supone conlleva un beneficio cero para la competencia perfecta con libre acceso (y suponiendo la existencia de otros espacios naturales que son sustitutos perfectos). En las aplicaciones realizadas en el Parque Natural Los Alcornocales (PNA) y en los pinares de la Sierra de Guadarrama (PSG) (Caparrós y Campos, 2002, y Oviedo et al., 2005), se preguntó a los visitantes sobre las dos formas de pago que indicamos a continuación a través de una encuesta de valoración contingente. Como estábamos interesados en elegir el precio que realmente pagarían los visitantes, con independencia de su potencial aversión a una u otra forma de pago, en nuestras agregaciones de resultados usamos el precio obtenido de la pregunta sobre forma de pago vía incremento de los gastos del viaje, ya que, del análisis de diferentes modelos estadísticos aplicados a los datos de las dos encuestas citadas, se obtiene que la pregunta sobre incremento del gasto de viaje ofrece los valores más cercanos a la máxima disposición a pagar de los visitantes a cambio de no renunciar a la visita no guiada de un día al espacio natural (Campos et al., 2007a). Los detalles de las encuestas realizadas y la justificación de las preguntas concretas empleadas pueden encontrarse en Caparrós y Campos (2002), Campos et al. (2007a) y Oviedo et al. (2005). Una parte de los visitantes fueron confrontados con la posibilidad de establecer una entrada al espacio natural3, mientras que a otra parte de los visitantes se les preguntó acerca de su disposición a aceptar incrementos en los gastos de viaje4. Por las razones expuestas en Campos et al. (2007a) se ha dado preferencia a las preguntas formuladas en términos de un incremento en los gastos de viaje. Pablo Campos Palacín. Alejandro Caparrós Gass. La integración del valor de cambio de los servicios ambientales en las cuentas verdes de las áreas naturales. Instituto de Políticas y Bienes Públicos. Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). ![]() No pararemos de anotar. Como siempre y mientras tengamos tanda poco desarrollada la comunicación entre colegas de diferentes latitudes e incluso en las mismas regiones seguiremos indicando que las diferentes Normas, Protocolos, Metodologías, Técnicas, Recomendaciones Valuatorias, Colegios, Asociaciones, etc. son verdaderos puentes, mediante los cuales se unen los conocimientos, las personas y de manera particular, se fortalece una actividad, con tanto impacto social y económico, como lo es la valuación / Tasación. Para el efecto, la foto del “Puente de la Américas”; construcción la cual cruza el canal de Panamá. Tomada la misma desde el pie del cerro Ancón es una alegoría visual de ésta visión, se ha convertido en un ícono de éste convencimiento. ![]() Toma fue extractada de Wikipedia– Mapas Google. Corresponde a un trabajo fotográfico que ilustra visualmente el concepto planteado. ![]() Técnicas de valuación (Continuación) El MIB, multiplicador de ingreso bruto, se usa con frecuencia para valuar viviendas unifamiliares y permite comprobar los valores a los que se llegó a través de los métodos de comparación de mercado y de costo, más que como único determinante de valor. Para viviendas unifamiliares, el ingreso bruto será el alquiler (renta), sin ninguna otra fuente de ingreso derivada de la propiedad. Por ello, el método también recibe el nombre de multiplicador de alquiler bruto (MAB). Cuando se valúa una propiedad comercial, es probable que la cantidad de ingreso proveniente de todas las fuentes incluya más elementos que solo los alquileres, entonces el término MIB sea más apropiado. En síntesis, el MAB es simplemente un número que expresa la relación entre el precio de venta de una propiedad residencial y su alquiler bruto, ya sea mensual o anual, en concordancia a la temporalidad con que se haya determinado el alquiler bruto del IS. Un MAB suficientemente preciso se obtiene con datos recientes de ofertas de venta y ofertas de alquileres provenientes de cinco o más propiedades similares a la propiedad sujeto. Es importante observar que bajo la alternativa propuesta los pasos originales dos, tres, cuatro y cinco son innecesarios 56, existiendo una relación inversamente proporcional entre el MIB y la tasa de capitalización del paso 6. A continuación se explican con mayor detalle los siete pasos de la técnica: Determinación del Ingreso bruto potencial: Considera tanto el ingreso por alquileres como el ingreso derivado por otras fuentes, v. gr. maquinas expendedoras de alimentos u otros artículos, lavadoras tragamonedas, uso de estacionamientos, una tienda en el local, derechos por colocación de antenas, etc. Al elaborar el planteamiento del ingreso bruto potencial: Se pondrá por separado el ingreso por arrendamiento y el ingreso por otros conceptos recibido en el año en curso, luego se sumarán. Se calcula el total de ingreso esperado por arrendamiento de todas las unidades de alquiler, no obstante que algunas de ellas puedan estar desocupadas o ciertos inquilinos estén atrasados en el pago del alquiler. También se incluye el importe que se obtendría de las áreas ocupadas por el propietario o las habitaciones del velador. |