La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea






descargar 19.17 Kb.
títuloLa caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea
fecha de publicación07.10.2016
tamaño19.17 Kb.
tipoDocumentos
e.exam-10.com > Documentos > Documentos
Asunto: La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea. Francia: de Mitterrand a Chirac.

Madrid, 26 de marzo de 2014.

A quien corresponda:

Francia. París. Distrito 8. "Palais de l'Elysée." 09 de mayo 1984. El presidente François Mitterrand.

A mediados de los años ochenta la Francia socialista había iniciado un cambio político. Mauroy había sido el primer ministro más popular de la V República pero en 1984 se había convertido en el más impopular, mientras que el presidente Mitterrand conservaba el apoyo de los franceses 1. Laurent Fabius, con imagen moderna, sustituyó a Mauroy y los comunistas abandonaron el ejecutivo tras plantear la reconversión industrial y convertirse en los más impopulares. Este juicio negativo contra los socialistas provino sobretodo de la decreciente evolución económica, que se situaba en un 1,3 % de crecimiento, tras haber alcanzado hasta el 6 % entre 1963-1973, además el paro alcanzó el 10 %. A los problemas económicos se sumarían, incluso, la dispar forma de ejercer el Gobierno. Así, si el ministro de Defensa preparó en 1985 una operación para hundir el barco ecologista Rainbow Warrior con la anuencia del presidente, sin embargo, no tendría la aceptación de Fabius.

Las elecciones legislativas de 1986 producirían la alternancia política. En ello la extrema derecha representada por el Frente Nacional de Le Pen tuvo gran importancia. El “nacional-populismo” se encargó de fragmentar el espacio político, en las elecciones de 1984, a las elecciones europeas, había obtenido el 11 %. Esta vez no se trataba del voto de la Francia rural sino de la urbana e industrial. El incremento del voto extremista tenía su principal base en la emigración. En 1968 había dos m. de emigrantes de los que el 71 % eran europeos y en 1982 había 3,6 m. con un 43 % de procedencia africana. Paradójicamente, Le Pen pudo conquistar un electorado urbano hasta ahora lejano a su opción.

Francia. París. Laurent Fabius en la sede del Partido Socialista. 1993.

En las elecciones de 1986 se introdujo el sufragio proporcional y los resultados ofrecieron una menor distancia de la prevista entre las dos grandes opciones: 42 % para la izquierda y 44 % la derecha. Con el 10 %, el FN humilló al PCF, que quedó por detrás. La iniciación de las privatizaciones había propiciado cierto giro hacia el liberalismo en el Gobierno socialista anterior. Se habría una nueva etapa política tras un cuarto de siglo de imposible cohabitación entre un presidente y un primer ministro con idearios contrapuestos. Ahora Chirac gobernaría entre 1986-1988.

Al lado de Chirac desempeñó un papel muy importante Balladur, como ministro de Economía, Hacienda y Privatizaciones. El Gobierno no hizo demasiados cambios, uno fue volver a la ley electoral mayoritaria. El liberalismo y algunos casos de corrupción del Gobierno anterior no desestabilizaron a Mitterrand mientras que las tensiones sociales afectaron al Gobierno de Chirac.

Francia. Val de Marne. Jacques Chirac, líder del RPR, en un mitin en las elecciones parlamentarias. 1986.

La elecciones presidenciales de abril de 1988 fueron de nuevo ganadas por Mitterrand con un programa de unidad nacional ante la fragmentación política de la derecha auspiciada por un Le Pen contrario a votar a Chirac que, además, tuvo como contrincante a su derecha a Barre, un personaje que podía hacerle sombra. Sin embargo, el plebiscito ocultaba la realidad de que el electorado estaba más hacia la derecha, pero más repartido.

Las elecciones legislativas de junio de 1988 los socialistas ganaron por tan solo cinco escaños. Mitterrand nombró primer ministro a Rocard a quien profesaba un “odio tranquilo” por su falta de carácter y capacidad de Gobierno. Éste a elección del presidente tuvo centristas y ministros “de la sociedad civil”. El único éxito de Rocard se produjo en el conflicto de Nueva Caledonia pacificando a indígenas y colonos. La situación económica mejoró siguiendo la coyuntura internacional.

El Gobierno de Rocard entre 1988 y 1991 ha sido descrito por los historiadores como “morosos” anteponiendo los grandes acontecimientos en política exterior a la mediocridad de la política interior, cuyo hecho más relevante sería la celebración del bicentenario de la Revolución Francesa.

Francia. De izquierda a derecha: Pierre Béregovoy, diputado por el departamento de Nièvre, François Mitterrand, presidente francés y candidato a las elecciones presidenciales y socialista Michel Rocard. 1988.

Rocard en este período defendió las reformas fiscales de difícil aplicación. El Gobierno no congenió con él y se mantuvo durante un tiempo gracias a la crisis del Golfo, pero finalmente Mitterrand prescindió de él como si fuera un “lacayo”. El electorado se hacía eco de la situación política y escapaba de de la órbita de los grandes partidos que ya solo contaban con el 52 % del electorado, mientras que un 56 % pensaba que las nociones de izquierda y derecha estaban superadas. A parte de la bonanza económica del período Rocard, crecería la conflictividad social relacionada con la inmigración. El debate de los velos de las estudiantes musulmanas y la declaración del primer ministro “Francia no puede albergar toda la miseria del mundo” encendería los ánimos. Otro escollo importante sería el de la corrupción con escándalos de la época precedente que empezaron a aflorar. Nucci, un ex ministro socialista, estaba involucrado en el fraude de las ayudas al Tercer Mundo, aunque sería declarado inocente por unos jueces que se criticaron a si mismos.

La Guerra del Golfo se convirtió en Francia en una cuestión ampliamente debatida. Fue Mitterrand quien tuvo la responsabilidad casi única de la dirección de la política francesa: las acusaciones de ambigüedad en su contra no estuvieron justificadas, pero en la clase política hubo una profunda división. Chevenement, antiguo promotor de las asociaciones de amistad con Irak y ministro de Defensa, dimitió de forma ostentosa. El propio Le Pen dio la sorpresa al estar a favor de Irak. La opinión pública, en cambio, no parece haberse visto muy seducida por el pacifismo.

Tras Rocard, una mujer fue nombrada para sustituirle en mayo de 1991, Edith Cresson, con desesperación de los rocardianos del presidente. Salvo por el hecho de ser mujer o tomar el testigo dejado en Europa por Thatcher, el caso es que duró menos de un año en el puesto, pues Mitterrand nombró a Béregovoy, su opción personal, pero quizás demasiado tarde para su gusto. En poco tiempo se produciría la próxima elección legislativa, justo cuando la situación económica empeoró en torno a 1993, momento en que se pasó del 4 % de crecimiento a cifras negativas. De nuevo surgió la protesta social ahora por parte de los campesinos y contra la emigración. El propio Chirac llegó a decir que en Francia había “sobredosis” de extranjeros. Prosiguieron los escándalos, ahora por los políticos de derecha; una mezcla entre el nacionalismo y una de las epidemias del siglo (envenenamiento de sangre, SIDA).

Como la Guerra de Irak, el proyecto de profundización europea aprobado en Maastricht resultó un grave problema en el seno de la clase política francesa durante el período 1991-1992. Crecieron los populismos de diferente signo poco propicios al europeísmo. El referéndum de septiembre de 1992 se ganó con un 50,8 % del voto positivo. Esta inquietud demostrada por el electorado pronto se vio ratificada en las elecciones de marzo de 1993 en donde la izquierda quedó por debajo de los cien escaños y el 30 % de los votos, el legislativo se situó más a la derecha que en toda la Historia francesa en un siglo.

Discurso inaugural del primer ministro Edouard Balladur. 1995.

En el período 1993-1995 se reprodujo la “cohabitación” entre Gobierno de derechas y presidente de izquierdas. Con Edouard Balladur más circunspecto que Chirac que decidió presentarse a la presidencia. Balladur había gobernado Francia desde la época final de Pompidou desempeñando cargos importantes con posterioridad. Buen administrador y empresario, no había pensado en una carrera política partidista. Su Gobierno, europeo y centrista, prosiguió las privatizaciones e intentó arreglar la situación financiera heredada. Su estilo fue apaciguado y tolerante y ante las dificultades optaba por renunciar o diferir. Este recurso le valió para gobernar sin confrontarse, pero, en la campaña presidencial posterior, le perjudicó gravemente. Tres de sus miembros habían sido procesados. Mientras tanto, los socialistas con una imagen de Mitterrand en franco receso parecían capear una grave crisis: sustituyeron a la dirección del partido mientras el suicidio de Béregovoy, en relación a un préstamo sin interés no pagado, transmitió la sensación de corrupción, para y por la derecha. En las elecciones europeas de 1994 los socialistas quedaron en tan solo el 14 % del electorado con Tapie, el nuevo candidato populista y aventurero apoyado por el presidente de la República. Éste con dos intervenciones quirúrgicas daba la impresión de caminar hacia su desaparición de la vida política. Las revelaciones de las relaciones mantenidas con el Vichy de Petain y la noticia de tener una hija legítima pueden estar relacionadas con el modo de despedida del escenario público.

Esto obliga a hacer mención a dos aspectos de sus catorce años presidenciales. La política exterior de Mitterrand fue muy activa: viajó más que Giscard. Su actitud fue tradicionalista y plenamente gaullista. Pero a la vez muy contraria a Moscú lo que propicio el acercamiento de los Estados Unidos. No creyó en el derecho de injerencia y mantuvo una clara resistencia a la unión alemana, lo que le hizo defender la frontera germano polaca con máxima firmeza para dilatar el proceso. El regreso de los conservadores a la URSS en 1991 le pareció normal. Personalista e individualista en su dirección, su tercermundismo fue verbal y siempre compensado por su cercanía personal a Israel. La política exterior francesa proporcionó más decepciones que alegrías debido a la limitación de la capacidad de acción francesa. Sin embargo el mundo cultural vivió un renacimiento con un presupuesto de 35.000 m. de francos para los grandes proyectos del ministro Jack Lang. Además se descubrieron nuevos campos de acción, como la fotografía y el comic.

Francia. París. Son las 21.00 PM y se anuncio que el señor Jacques Chirac era elegido quinto presidente de Francia, en la recepción y la sala de banquetes del Hotel de Ville de Paris (el Ayuntamiento), el ex alcalde agradece a sus partidarios antes de dejarlos para asistir a una recepción en la sede del partido. 7 de mayo 1995.

La elección presidencial de 1995 fue original al disponer de dos candidatos que parecían ser del partido gaullista RPR. Chirac no había superado nunca el 20 % anteriormente y la opinión pública parecía favorecer a Balladur. Pero este vio perjudicado su prestigio al percibir honorarios de empresas privadas mientras era diputado. La resurrección del socialista Jospin le hizo llegar al 23 % en la primera vuelta; al final, Chirac le ganó por el 52 al 47 %, una distancia confortable pero nada abrumadora.

Tras presidir Mitterrand y al poco de su muerte, los cambios políticos habían sido muchos, casi todas las legislativas habían sido socialistas. En Europa Occidental también habían dominado estos. Había nacido una Francia nueva en la que había casi desaparecido la vida rural, mientras el sector terciario suponía el 70 % de los puestos de trabajo, la mitad de las mujeres habían abandonado el hogar como única ocupación, había dos m. de estudiantes universitarios y tan solo un 13 % de misalizantes dominicales. Aún así, la sociedad francesa tenía como problemas acuciantes el paro, la exclusión y la inmigración.

Afectuosamente, JAG.stilo.

1 Fuente principal: Javier Tusell. Manual de Historia Universal. 9. El mundo actual. Historia 16, 2001.

Añadir el documento a tu blog o sitio web

similar:

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconLa caída del comunismo y sus consecuencias. Perestroika y democratización en la urss

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconLa caída del comunismo y sus consecuencias. Los conflictos del nuevo...

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconPaper La crisis económica de la Unión Europea: ¿Complejo de Saturno...

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconLa “Union” (Europea) que no quiere ser “Jack”: “British go home”...

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconTema 12: europa y la unión europea

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconDesafíos: problemas estructurales (dimensión, I+D+i, tecnología)...

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconEuropa como bloque: la unión europea

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconRespuesta de la red de ongs Europa-Cuba a las conclusiones del Consejo...

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconLa Unión Europea dictamina una nueva Recomendación sobre alfabetización...

La caída del comunismo y sus consecuencias. De la Europa unida a la Unión Europea iconTema 2: España en Europa y en el mundo: España en la Unión Europea....




Economía


© 2015
contactos
e.exam-10.com