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EL MARXISMO: SUS RAÍCES, CARÁCTER Y ACTUALIDAD Antonio Fernández Benayas Índice general INTRODUCCIÓN ............................................................................... 5 Lección I. UNA APROXIMACIÓN A LA REALIDAD ....................... 8 I.- ENERGÍA Y MATERIA .................................................................. 8 II.- LA UNIÓN QUE DIFERENCIA ................................................. 13 III.- LA MADRE TIERRA ................................................................. 15 IV.- EL HOMBRE ............................................................................. 16 V.- REFLEXIÓN Y LIBERTAD RESPONSABILIZANTE .............. 18 VI.- RAZÓN Y RELIGIÓN ................................................................ 20 VII.- EL UNO Y TREINTA Y TRES MILLONES DE DIOSES ....... 21 VIII.- EL CAMELLO, EL LEÓN Y EL NIÑO ................................... 23 IX..- LO REAL Y EL AMOR .............................................................. 26 Lección II. EL CRISTIANISMO ........................................................ 30 I.- JESUCRISTO ............................................................................... 30 II.- LA SAL DE LA TIERRA ............................................................. 32 III.- LOS CRISTIANOS Y LA PROPIEDAD PRIVADA .................. 33 IV.- LA CIENCIA Y LA DOCTRINA ................................................ 41 V.- UN SENTIDO DE LA HISTORIA .............................................. 47 VI.- EL ENTRONQUE CULTURAL DEL MUNDO IBÉRICO ....... 54 Lección III. LOS DOS REINOS ......................................................... 63 I.- RELIGIÓN Y PODER ................................................................... 63 II.- LO FEUDAL Y EL DINERO ....................................................... 72 III.- LA REVOLUCIÓN BURGUESA .............................................. 76 IV.- LA FIEBRE HUMANISTA ....................................................... 81 V.- EL FIN Y LOS MEDIOS ............................................................. 85 VI.- ¿LIBERTAD «ESCLAVA» O LIBERTAD ................................. 89 RESPONSABILIZANTE ........................................................... 89 VII.- NUEVOS CAMINOS PARA LA CIENCIA ............................. 96 VIII.- LA RAZÓN VITAL ................................................................ 101 Lección IV. ESPECULADORES Y REVOLUCIONARIOS ........... 104 I.- LA MAREA RACIONALISTA ................................................... 104 II.- EXPERIENCIA CIENTÍFICA, FANTASÍA Y FE ..................... 109 III.- DESPIERTA, PUEBLO, DESPIERTA ..................................... 114 IV.- SUEÑOS Y SANGRE CONTRA EL ANTIGUO RÉGIMEN.. 123 Lección V. MERCADEO DE IDEAS Y SISTEMAS ....................... 134 I.- RAÍCES BURGUESAS DE LA LUCHA DE CLASES ............. 134 II.- LAS TRES FUENTES DEL SOCIALISMO MARXISTA, según Lenín ............................................................................................... 137 III.- EL IDEALISMO ALEMÁN ...................................................... 138 IV.- LA ECONOMÍA POLÍTICA INGLESA................................... 163 V.- EL SOCIALISMO FRANCÉS .................................................. 172 VI.- MOISÉS HESS, PRECURSOR DEL MARXISMO ................ 179 Lección VI. VIDA Y OBRA DE CARLOS MARX .......................... 183 I.- EL ENTORNO FAMILIAR Y SOCIAL ..................................... 183 II.- EN EL CRISTIANISMO Y OTROS IDEALES DE ................... 185 JUVENTUD .............................................................................. 185 III.- EL SUEÑO DE PROMETEO ................................................... 190 IV.- LA MATERIA Y LA ESPECIE ................................................ 193 V.- CARLOS MARX, DOCTRINARIO COMUNISTA .................. 199 VI.- LA PRODUCCIÓN INTELECTUAL DE CARLOS MARX ... 208 VII.- CARLOS MARX Y LA ESPAÑA DE SU TIEMPO ............... 213 VIII.- EN EL CEMENTERIO DE HIGHGATE, LONDRES ........... 223 IX.- FIELES, REVISIONISTAS Y RENEGADOS .......................... 227 Lección VII. LA «PRAXIS» MARXISTA ......................................... 234 I.- RUSIA, MARXISMO Y PODER SOVIÉTICO ........................... 234 II.- DESDE LOS SOVIETS AL «DEUTSLAND ÜBER ALLES» ... 245 III.- EL DESPERTAR DE CHINA .................................................. 253 IV.- EL MARXISMO DE LOS INTELECTUALES ........................ 260 V.- ENTRE LA ÉTICA Y LA «PERESTROIKA» ............................ 274 VI.- MARXISMO Y «TEOLOGÍA DE LA REVOLUCIÓN» ........... 281 VII.- ¿SOCIALISTAS ANTES QUE MARXISTAS? ...................... 283 Lección VIII. REHACER CAMINOS DE LIBERTAD.................... 291 I.- VIVIR Y SER .............................................................................. 291 II.- SER Y POSEER ......................................................................... 293 III.- UN COMPROMISO VITAL .................................................... 295 IV.- LA GUERRA, EL AMOR Y LA HISTORIA ............................ 297 V.- LA TÉCNICA Y EL TÚ ............................................................. 300 VI.- TODO EN TODOS ................................................................... 302 Lección IX. LIBERTAD Y RECURSOS PARA TODOS ................. 304 I.- HOMO FABER, REY DEL UNIVERSO .................................... 304 II.- LA LEY NATURAL DEL TRABAJO ....................................... 307 III.- TRABAJADORES Y PARÁSITOS .......................................... 309 IV.- LA DEMOCRATIZACIÓN INDUSTRIAL .............................. 311 V.- EL DINERO COMO HERRAMIENTA .................................... 315 VI.- LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA...................................... 320 VII.- NUEVOS CAMPOS DE EXPANSIÓN ECONÓMICA ......... 324 Lección X. COMPROMISO DE PERSONALIZACIÓN .................. 328 I.- ANTE EL FRACASADO INVENTO DE NUEVOS VALORES 328 II.- ¿DEMOCRACIA RESPONSABILIZANTE? ............................. 333 III.- EL LASTRE DE LA BUROCRACIA ....................................... 337 IV.- UN SUGESTIVO PROYECTO DE ACCIÓN EN COMÚN ... 339 Conclusión. VERDAD, LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD ....... 342 5 INTRODUCCIÓN Tú, el otro, yo... somos mucho menos de lo que podemos ser: más libres y más nosotros mismos. Pero seguro que conquistaremos progresivas parcelas de Libertad, si acertamos a sintonizar con la Realidad. Claro que intentar escapar de la Realidad es la más estúpida de las posibles aventuras humanas, algo que causaba verdadero pavor a Carlos Marx, personaje que siempre presumió de muy realista y que, nadie lo duda, ha influido poderosamente en la historia de los últimos cien años. Desde sus orígenes, el Marxismo se presentó como Ciencia de la Realidad: lo que ya se sabe frente a lo que se imagina, el materialismo frente al idealismo, el socialismo «científico» frente al socialismo utópico... En su período de mayor esplendor, el propio Lenín encontró razones para dogmatizar: «La doctrina de Marx es omnipotente porque es exacta. Es la heredera y continuadora de los mejor que ha creado la Humanidad en forma de Filosofía Alemana, Socialismo Francés y Economía Política Inglesa». 6 Claro que, si eso que llamó Lenín «lo mejor que ha creado la Humanidad» no es más que otra de tantas simples formas de ver los fenómenos y las cosas desde unas determinadas circunstancias histórico-geográficas en cuanto que no corresponden con la verdadera naturaleza del Hombre y han carecido y carecen de contundente demostración... ¿En dónde encontraremos su base científica? ¿Qué razón de peso encierran para justificar los retrocesos históricos y tiranías que se han producido y se producen en el nombre del Marxismo? ¿Por qué, ciertamente, el Marxismo sigue «calentando la cabeza y el corazón» (Garaudy) de millones de hombres y de mujeres y sigue alimentando el discurso de no pocos de los «ilustrados» (el calificativo es mío) de nuestra época? Las siguientes reflexiones nacen de la preocupación por una mayor sintonía con la Realidad, la cual, naturalmente, debe marcar (así lo entendemos nosotros) las coordenadas de una mayor libertad. Son reflexiones que, desde una óptica que consideramos avalada por la propia Historia, parten de lo que entendemos por nuestro origen, «función vital» y destino para entrar en el recordatorio y análisis de las raíces, carácter y actualidad del Marxismo. Si el Marxismo pretende ser una ciencia exacta que se apoya en la realidad de las cosas y de la Historia, inspira a no pocos intelectuales, constituye la base doctrinal de los partidos llamados de izquierdas y del poder político de algunos estados; si, evidentemente sigue vivo aún en la forma de obrar y de pensar de millones de personas... bien merece la atención que vamos a dedicarle y que lo hagamos desde la perspectiva que nos dicta una que nos parece evidente concepción de la Realidad, el conocimiento de la historia y nuestra propia conciencia. 7 Nuestras premisas, citas y reflexiones componen un curso de diez lecciones, que son otras tantas invitaciones a la libre participación en un necesario camino de mayor entendimiento. 8 Lección I. UNA APROXIMACIÓN A LA REALIDAD I.- ENERGÍA Y MATERIA Sin Energía no es posible la realidad en ninguna de sus formas y, mucho menos, la Vida en cualquiera de sus manifestaciones. Se llama a la Energía el corazón de la Materia... Sin duda que es eso y también el punto de apoyo del Orden Universal. Unos, los creyentes, dicen que la Energía es el canal en que se expresa la voluntad y el poder de Dios. Para otros, la Energía, el «movimiento», es un directo efecto de las virtualidades de la Materia, a la que conceden la autosuficiencia y el poder de definirse a sí misma: suponen que Materia y Energía son coexistentes e íntimamente complementados desde el principio... para, por virtud del azar y de su propia forma de ser, constituir las sucesivas realidades... ¿Cuál fue el principio, por qué las sucesivas realidades y hacia dónde conduce todo ello? ¿Es el Caos el motor y la razón de todo? La certera respuesta a esas incógnitas ha resultado un escollo imposible de salvar desde la fe materialista... 9 tanto que, situándose en una radical imparcialidad, resulta más lógico admitir la existencia de un Ser no material capaz de crear y modular la Materia. Si los situados en una recalcitrante fe materialista defienden el supuesto de que «la Materia es el todo y no necesita nada más», nos obligarán a responder: habría de resultar científicamente demostrada la improbable autosuficiencia de la Materia y aun faltarían respuestas a las preguntas clave de la existencia humana: ¿ Puede todo moverse sin que haya nadie que lo mueva o, al menos, le haya dado un primer impulso? ¿De dónde viene lo que me rodea y de que formo parte? ¿Adónde voy o puedo ir? Y... todo ello ¿por qué? Hoy no cabe en el cerebro humano la idea del Caos o “desorden absoluto”, que los antiguos presentaban como entidad primigenia. Se sabe ya que Orden, Materia y Energía son como una tríada inseparable. Para la Ciencia más actual la Energía es de un carácter tal que, estando en el trasfondo (o “corazón”) de toda Realidad material, sugiere como necesaria una dependencia extramaterial. Es decir, es en el corazón de la propia Materia en donde se encuentra una evidente prueba de la existencia de Dios, sin el cual no es posible explicar esa apreciable marcha hacia la convergencia universal de cuanto existe: ese clarísimo proceso de evolución es como un largo y apasionante camino entre el Principio y el Fin de Todo. Principio y Fin que son como los polos de la Esfera que todo lo envuelve. Dentro de esa fantástica Esfera caben la Eternidad y el Tiempo. También cabe la lógica que muestra como necesaria la “hominización” del Universo. En la capacidad de interpretación de la Ciencia de hoy entran dos muy elocuentes experiencias: 10 Primera: Todo, desde el ínfimo corpúsculo a la más compleja realidad material, acusa la presencia de la Energía, tanto que, en el límite de lo más elemental, Materia y una parte y forma de Energía (“interior”) están COMPENETRADAS en un grado tal que parecen fundirse o confundirse la una en la otra. Ya, desde esa indisoluble compenetración, “hacen el juego” a la Energía Exterior. Segunda: En el campo del Espacio-Tiempo se manifiesta constantemente la tendencia de lo simple a lo complejo: Partiendo de una reducida serie de elementos que, a su vez, tienen su origen en infinitesimales expresiones de Materia-Energía, un larguísimo proceso de “complejización” ha hecho posible la innumerable gama de realidades físicas hasta dar lugar a la UNICA REALIDAD FÍSICO-ESPIRITUAL terrena capaz de pensar y de amar en libertad. Ambas elocuentes experiencias presentan como muy respetable la Teoría de la Evolución y como infinitamente improbable un momento de desorden en la configuración del Universo: el inconmensurable mar de polvo cósmico o de partículas elementales requirió, desde el Principio, la presencia de la Energía en cuya propia razón de ser hubo de incluir el sentido del Orden o de PRECISA ORIENTACIÓN HACIA ALGO. Carece, pues, de sentido imaginar un Cosmos invadido por una Materia absolutamente amorfa y a expensas de que le preste un sentido el Caos, que algunos han pintado como Azar providente. Los materialistas, desde Demócrito hasta nuestros agnósticos, han pretendido salvar la encrucijada presentando a ese Azar como una especie de dios abstracto capaz de acertar con la única salida en el laberinto de lo inconmensurable. Hasta ahora la Ciencia no ha presta11 do base alguna a tal aventuradísima suposición. Confluyen, en cambio, dos creencias que antaño se presentaron como antagónicas: la “Creation ex nihilo” y la Evolución desde lo simple y múltiple hasta lo complejo y convergente hacia la UNIÓN QUE DIFERENCIA. Y, en extrapolación de lo “apuntado” por el Génesis, cabe en la lógica más rigurosa una “historia” del Universo al estilo de: En principio, el Universo era expectante y vacío; las tinieblas cubrían todo lo imaginable mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de lo Inmenso. El Espíritu de Dios es y se alimenta por el Amor. Dios, el Ser que ama sin medida, proyecta su Amor desde la Eternidad a través del Tiempo y del Espacio. Producto de ese Amor fue la materia primigenia expandida por el Universo por y entre raudales de Energía: “Dijo Dios: haya Luz y hubo Luz”. Es cuando tiene lugar el primero (o segundo) Acto de la Creación: el Acto en que la materia primigenia, ya actual o aparecida en el mismo momento, es impulsada por una inconmensurable Energía a realizar una fundamental etapa de su evolución: lo ínfimo y múltiple se convierte en millones de formas precisas y consecuentes. Lo que había sido (si es que así fue) expresión de la realidad física más elemental, probablemente, logra sus primeras individualizaciones a raíz de ESO que ya han captado los ingenios humanos de exploración cósmica: un “momento” de Compresión-Explosión que hizo posible la existencia de fantásticas realidades físicas inmersas en un inconmensurable mar de “polvo cósmico” o de “energía granulada”. La decisiva primera etapa hubo de realizarse a una velocidad superior, incluso, a la de la misma luz, fenó12 meno físico que, según Einstein, produce en los cuerpos el efecto de aumentar (y acomplejar) su masa. Desde el primer momento de la presencia de la más elemental forma de materia en el Universo, se abre el camino a nuevas y cada vez más perfectas realidades materiales. Ese proceso de imparable reconversión, de EVOLUCIÓN, sin duda que obedece a un PLAN DE COSMOGÉNESIS. Creación, Plan de Cosmogénesis y Evolución desde y hacia el Amor Universal: ésa es la Fe que liga al Cielo con la Tierra. Se trata del PLAN de Aquel que ama infinitamente e imprime amor a cuanto proyecta, crea y anima. Y lo hace según una lógica y un orden que El mismo se compromete a respetar. En consecuencia con los respectivos caracteres, con el estilo de acción y con las etapas y caminos que requiere el PLAN DE COSMOGÉNESIS, superan barreras y logran progresivas parcelas de autonomía las distintas formas de realidad. En ese intrincado y complejísimo proceso son precisas sucesivas uniones (¿reflejo de ese Amor Universal que late en cuanto existe?) o elementales expresiones de afinidad primero química, luego física, biológica más tarde y espiritual al fin. Desde los primeros pasos, hay en todo lo que se mueve una tendencia natural que podría ser aceptada como “embrión de libertad” y que se gesta en armonía y orientación precisas hacia la cobertura de la penúltima etapa de la Evolución, que habrá de protagonizar el Hombre. El HOMBRE, hijo de la Tierra y del aliento divino, está invitado a colaborar en la inacabada Obra de la Creación. Habrá de hacerlo en plena libertad, única situación en que es posible corresponder al Amor que preside todo el desarrollo de la Realidad. 13 Podemos, pues, creer que son expresión de Amor tanto la Energía que aglutina la potencialidad y evolución de cuanto existe como los más fecundos actos en la historia de los hombres. Obviamente y al margen de los ríos de tinta en que se defiende otra cosa, el carácter excepcional del hombre cobra efectividad porque dispone de un complejo soporte material, fruto del ENCAUZAMIENTO de las más valiosas virtualidades de la Realidad |