LA EXPLOTACIÓN DE RECURSOS NATURALES EN COLOMBIA: EN BUSCA DE LA SOSTENIBILIDAD Y EL DESARROLLO
Valentina Marín Vargas valentina.marin@est.uexternado.edu.co
Resumen: A lo largo del presente documento se hace una crítica a la extracción de recursos naturales en Colombia, especialmente en el sector minero energético y de hidrocarburos, a través de un análisis del método que se utiliza en el país y sus efectos. Asimismo, se hace una comparación con las formas de explotación en Noruega con el fin de entender las dinámicas de ambos países desde su auge y repercusiones. Palabras clave: patrimonio natural- recursos naturales- extracción- minería. Abstract:
The following text is a critic, through the analysis of its methods and effects, of the extraction of natural resources in Colombia, specially on the mining and hydrocarbon sectors. The purpose is to understand the dynamics of the exploitation and to compare the industry in Colombia with the one in Norway aiming to explain its repercussions. Key Words: natural resources- mining industry- exploitation. Introducción: La evolución de las necesidades del ser humano, la industrialización y los cambios en los medios de producción han tenido grandes repercusiones sobre la explotación del patrimonio natural de los países. Asimismo, el aprovechamiento de las ventajas de la extracción de los recursos naturales ha constituido un factor de suma importancia en materia de desarrollo económico. No obstante, este tipo de modelo de desarrollo ha tenido graves repercusiones en la integridad del patrimonio natural, y la materialización de sus beneficios no ha logrado verse plasmada en sociedades como la colombiana. El patrimonio natural abarca los elementos y procesos naturales que existen en un espacio geográfico determinado. El concepto incluye el suelo, subsuelo, aire, agua y la diversidad biótica y ecosistémica, comprendiendo todas las interrelaciones y las capacidades de auto reproducción y auto sostenimiento. (Albavera, 2004). La amplitud del concepto de patrimonio natural recalca su importancia, tanto para quienes habitan en dicho espacio geográfico, como para quienes tienen el interés y las capacidades técnicas que se requieren para su aprovechamiento. De tal manera, en un país como Colombia, que cuenta con un sinfín de recursos naturales de todo tipo, su explotación y cuidado deberían someterse a procedimientos más rigurosos con el fin de alcanzar el verdadero desarrollo. Dos de los componentes más importantes del patrimonio natural son los minerales e hidrocarburos, cuya explotación constituye un gran porcentaje de los aportes a las finanzas públicas de los países. Dado lo anterior, la producción y exportación de este tipo de recursos puede contribuir a la generación de empleo e impulsar el crecimiento de la economía. Sin embargo, es importante recordar que se trata de recursos no renovables que incurren en altos costos de tipo ambiental y social, lo que quiere decir que los beneficios que se supone deben derivarse de su explotación, no siempre se traducen en beneficios ligados al desarrollo económico. “El reto principal tanto en materia de hidrocarburos como en materia de minería, es hacer la explotación de manera sostenible” (Estupiñan, 2011). ¿Una verdadera locomotora para el desarrollo en Colombia? Durante los últimos años se ha presentado en Colombia un crecimiento sin precedentes en las actividades extractivas: “cerca del 50% de las exportaciones del país provienen del sector minero energético” (Estupiñan, 2011) y a su vez se ha incrementado el descontento generalizado de la sociedad civil y los sectores ambientalistas que representa la “emergencia y profundización de conflictos sociales vinculados a actividades de exploración y explotación en los territorios rurales” (Industrias extractivas, 2013). Dicho descontento traducido en manifestaciones, demuestra la incapacidad de las políticas de extracción para erradicar la pobreza y llevar estabilidad económica a las regiones del país.
 Fuente: (Londoño, 2013)
Es posible explicar las fallas del sector a partir de la inexperiencia del país en esta materia, el deterioro del medio ambiente e incluso la debilidad en las instituciones. En primer lugar, Colombia resulta ser un país muy atractivo para las inversiones, dada su basta oferta de recursos naturales explorados e inexplorados, los cuales pueden explicar tanto las fallas como los beneficios de la explotación, y que llevaron a detonar el auge minero en el que aún se encuentra el país hoy en día.
Fuente: (Rodas, 2010) El auge minero en el país vino acompañado de la instalación de minas en los diferentes municipios lo cual llevó a que se cambiaran las dinámicas existentes y a que gran parte de la comunidad se vinculara con la actividad. “Como consecuencia de la minería a cielo abierto, se han perdido tierras agrícolas que daban trabajo y sustento a la comunidad local, se limitó el acceso al agua y se produjo un deterioro en la calidad de este recurso”. (Industrias extractivas, 2013). Es comúnmente conocido que la actividad minera deja a su paso gran cantidad de residuos y lleva a la pérdida del suelo y la biodiversidad, entre
Fuente(Londoño, 2013) muchas otras consecuencias. “Extraer un gramo de oro implica gastar hasta 1.060 litros de agua. La misma cantidad de arroz, de papa o de leche se puede producir con menos de dos litros”. (Londoño, 2013). En un país como Colombia, en el que los índices de pobreza son significativamente altos y en el que la distribución de los recursos derivados de este tipo de actividades parecen no tener mayores efectos en las zonas de influencia, se hace evidente la necesidad de replantear el papel de la inversión extranjera, la cual es la gran protagonista en el tema de explotación de recursos minero energéticos y de hidrocarburos. Asimismo vale la pena cuestionarse si el papel de las instituciones y el diseño de las políticas de extracción están encaminadas a promover el desarrollo del país y de sus regiones. Dando lo anterior, en teoría podría pensarse que el Sistema General de Regalías está destinado precisamente para distribuir de manera equitativa los recursos derivados de la explotación de recursos naturales a lo largo y ancho del país. De hecho, las regalías derivadas del sector minero energético están destinadas a obras de infraestructura, salud y educación y gracias la “boom” se espera un crecimiento significativo de la cifra. (Estupiñan, 2011). No obstante, la materialización de estas obras de desarrollo es bastante pobre en relación a las ganancias derivadas del sector.
El ejemplo noruego: La ciudad de Bergen en Noruega, es el centro de las industrias petroleras y de gas en el país y a diferencia de los centros de explotación de recursos naturales en Colombia, es un centro de mucha riqueza y planeación a futuro. Los noruegos son conscientes del valor de sus recursos naturales, el valor del patrimonio natural de un país aumenta a medida que éstos se tornan escasos (Albavera, 2004). Es por lo anterior que, a diferencia de muchos países que han gastado las rentas derivadas de petróleo, este país ha invertido más del 95% de sus ingresos derivados del gas y el petróleo en un fondo soberano que se calcula en $800 millones (Treannor, 2014) y el resto del dinero ha estado destinado al gasto público.
 Es así como el éxito de Noruega en este tema es gracias, en primer lugar, a la confianza en el gobierno: "Confiamos en el gobierno. Creemos que nuestro dinero de los impuestos se gastará sensatamente. Una vez que comienzas a confiar en que los otros están contribuyendo con su parte, entonces cada uno está contento de contribuir con la suya". (Treannor, 2014). En segundo lugar, en este país el trabajo es bien remunerado lo que lleva a que éste sea de mejor especialización y calidad, promoviendo el desarrollo y generando aún más confianza en las instituciones. Más que por la abundancia el país se preocupa por la administración de las ganancias, es por esto que su riqueza energética es tangible para la población. Claramente hay profundas diferencias entre ambos países. Por un lado, Colombia es un país increíblemente rico, no sólo en recursos minero energéticos sino en todo tipo de recursos, sin embargo esto no significa que estos sean infinitos y la baja preocupación que existe en el país por proteger, por ejemplo, los recursos hídricos, sólo refleja la subvaloración que existe del patrimonio natural. Por otro lado, una lección más que le deja Noruega a Colombia, es la valoración de lo nacional por encima de la inversión extranjera. A pesar que en el país nórdico confluyan distintas multinacionales, éste se la enfocado en que el dinero que se invierta o se ahorre sea a favor del interés nacional y de los planes a nivel macroeconómico que se ha planteado el gobierno. En Colombia este tipo de políticas resultan ser políticas de gobierno y no de Estado, lo que quiere decir que responden a los intereses políticos de momento y no son pensadas en trascender más allá de un periodo de gobierno a otro. Es decir, a pesar de que el cambio entre gobiernos traiga renovación al país y sea absolutamente necesario, todas las políticas no pueden estar pensadas a corto plazo y la existencia herramienta pensadas en el desarrollo a largo plazo sólo evidencian el gran vacío del Estado en el momento de la materialización de dichas políticas. La manera en la que Noruega ha logrado librarse de la enfermedad holandesa y ha logrado maximizar la explotación del recurso es admirable y deja para Colombia un punto clave a reflexionar: los recursos naturales sí son fuente de desarrollo cuanto están acompañadas de políticas públicas que protejan los intereses macroeconómicos y de las industrias nacionales. Asimismo los recursos son finitos y su durabilidad depende del buen manejo que se haga de ellos. Para finalizar, el caso de Noruega es sólo un ejemplo de los miles que existen de buena praxis a la hora de extraer y explotar los recursos naturales, y aunque las diferencias estructurales entre países no permitan replicar a la perfección los modelos que han tenido éxito, éstos sí dejan precedentes aplicables según sea el caso.
Consideraciones finales: Las ventajas que otorgan los recursos naturales a un país privilegiado como Colombia podrían ser exponencialmente mayores si se implementaran métodos de minería responsable, en la cual se hiciera uso adecuado de los recursos hídricos y se diera un mayor control al vertimiento de desechos. Así, se asegurarían las necesidades del presente sin comprometer las futuras, reduciendo al mínimo los efectos negativos de la actividad económica, tanto en el consumo de recursos como en la generación de residuos, de tal forma que sean soportables por las próximas generaciones, la experiencia de noruega, a pesar de sus diferencias con el país, deja a consideración la finitud de los recursos naturales y de la importancia de planear a largo plazo. Por otro lado, se debería dar mayor importancia a las zonas de influencia directa de la explotación, donde se pueda ver materializado el altísimo capital que se invierte en el sector. Como se pudo evidenciar a lo largo del presente trabajo, a Colombia aún le falta mucho por aprender en el tema de explotación de recursos naturales. Los temas más críticos a los que se enfrenta están relacionados a la distribución de los recursos y a la preservación del medio ambiente como motor sostenible del desarrollo económico del país. Colombia es una país de contradicciones, donde la desigualdad alcanza niveles extremadamente altos y al mismo tiempo la variedad del patrimonio natural lo convierte en uno de los países más diversos y ricos del planeta. Dado lo anterior, es evidente la necesidad de replantear y endurecer las medidas que hasta ahora se han implementado, las cuales no han logrado extender los beneficios que otorga la riqueza de la tierra colombiana.
Bibliografía Albavera, F. S. (2004). El desarrollo porductivo basado en la explotación de recursos naturales. Santiago de Chile, Chile.
Ortiz, A. M. (2013). sectoriales, Estudio sobre los impactos socioeconómicos del sector minero en Colombia: encadenamientos. La Silla Vacía.
Estupiñan, F. (2011). Las Locomotoras del Desarrollo: minas, energía e innovacón. Bogotá, Colombia.
Aranibar, A. (2011). La industria extractiva en América Latina y el Caribe y su relación con las minorías étnicas.
Dinero. (Septiembre de 2014). Agilización de licencias, más problemas que soluciones. Dinero .
Industrias extractivas, r. n. (2013). OIDHAC.
Rodas, C. (2010). El sector minero colombiano: Fuente de Oportunidades.
Londoño, V. (2013). Colombia no está preparada para la locomotora minera. El Espectador.
Treannor, S. (2014). ¿Cómo evitó Noruega la "maldición del Petróleo"? (B. Mundo, Ed.) |