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DISCURSO DEL ILMO. SEÑOR ALCALDE, DON FRANCISCO FERNANDEZ ALVAREZ Entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad de León al Excmo. Señor Presidente de la República de Portugal, Don Aníbal-Antonio Cavaco Silva León, 11 de febrero de 2008 Hay algo más que otro país Tras Os Montes. Tras la Raya, los leoneses nos encontramos con nuestros hermanos. No con nuestros vecinos sino con nuestros compatriotas... porque aunque ahora todo parezca casi una leyenda hubo un tiempo, no tan lejano, en el que León y Portugal eran uno, en el que era mucho lo que nos unía y apenas nada, ninguna frontera, ningún papel, lo que nos separaba. Cuando alguien contempla el mapa del Reino de León de hace, más o menos mil años, podrá ver que tras esta bandera aparecen varias de las que hoy, pasado el tiempo, han llegado a ser algunas de las ciudades más importantes de Portugal. Coimbra, Bragança u Oporto eran parte de ese territorio leonés. Observando hoy ese mismo mapa de España y Portugal vemos que las mismas aguas que nacen y fluyen por parte de la provincia de León vierten al mar por las costas lusas. Y el agua une, vincula más que centenares de pequeñas cosas y salva las fronteras que con, tintes y fines burocráticos, levantan a veces los hombres. Pero hay mucho más que nos une a los portugueses, señor presidente. Durante años, León ha sido un destino ideal para los emigrantes de su país que, también en décadas, han sido la colonia más numerosa de “extranjeros en la provincia”. Hoy apenas quedan dos mil quinientos ciudadanos de origen luso viviendo en nuestra provincia pero sus hijos, sus nietos están ya integrados en nuestra sociedad y son leoneses, con todos sus derechos. Nuestro balance ahí es negativo, pues apenas un centenar de leoneses residen en su país, si hemos de hacer caso a las estadísticas. Es también negativo nuestro balance cuando hemos de reconocer el trabajo de unos y otros. En lograr ese equilibrio queremos enmarcar los reconocimientos que hoy las instituciones leonesas hacemos en su figura, presidente, de todo el trabajo de los portugueses. Sus, nuestros, compatriotas portugueses, si me lo permite, han trabajado duramente por sacar a León adelante. En las más duras tareas, en las más duras condiciones. Hoy, cuando han pasado ochocientos años desde nuestra separación como hermanos, queremos simbolizar en el presidente el reconocimiento a todos los vínculos que nos unen y, desde aquí, animar a proyectos comunes y alianzas que nos permitan trabajar por el mismo camino. En los últimos meses, como una voz única, los leoneses nos hemos postulado por la puesta en marcha de una autovía que enlace León con Bragança, como un eje de unión de algo más que una carretera, un eje de comunicación que permita recuperar viejos vínculos, se convierta en la salida de León al océano y sirva para comunicar Portugal con el resto de Europa. Hace sólo unas semanas reivindicábamos el pasado judío común con la preparación de itinerarios culturales que sigan más allá de la Raya. A través de la red europea de juderías, que ahora León preside, hemos de sentar las bases en lo que, repito, nos une. Y, ligazón sin duda es nuestro idioma. Ustedes han hecho del mirandés, una variante del leonés si me lo permiten, un idioma cooficial. Nosotros queremos recuperar el conocimiento y uso de nuestra lengua, nuestros vocablos, términos que nos son comunes y que nos permitirían mantener una conversación con nuestros hermanos lusos del norte sin esa barrera que, también con el tiempo, nos hemos puesto en el lenguaje. Cuando apenas nos faltan unos meses para la conmemoración, en el año 2010, de la creación del Reino de León creo que ésta es, sin duda, una oportunidad única para pedir la colaboración y el apoyo del Gobierno que usted preside para hacer que la celebración de esta efeméride alcance relieve internacional. Quizá podamos, a partir de ahora, desarrollar un programa de actividades conjuntas que nos permitan dar a conocer esa fecha y lo que significa para tantos territorios. Desde el Ayuntamiento de León y en colaboración con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales estamos dando ya los pasos necesarios para elaborar un programa de actos y actividades que permita dar a conocer la importancia histórica del Reino de León donde, no debemos olvidar, se celebraron las primeras cortes democráticas de Europa en 1188. Por ello, señor Cavaco, espero que podamos realizar algún evento conjunto enmarcado en esta celebración institucional. Para el equipo de gobierno que presido y para mí personalmente como alcalde es un orgullo especial poder imponer la Medalla de Oro de la ciudad, la más distinción con que León reconoce a las personas ilustres, al presidente de Portugal. En él se dan, sin duda, los méritos suficientes para hacerse acreedor de esta presea. Aníbal Cavaco Silva se licenció y fue profesor en la Universidad Técnica de Lisboa y se doctoró en Economía en la Universidad de York, Inglaterra, en 1974. Fue nombrado Ministro de Finanzas por Francisco Sá Carneiro en 1980, iniciando así una carrera política que le ha llevado a ocupar los puestos más elevados de la política del país vecino. Primer ministro de Portugal entre 1985 y 1995, su gobierno de diez años fue el más largo de toda la historia de los gobiernos elegidos democráticamente en el país y en su haber figuran algunos de los mejores resultados electorales de los presidentes lusos, y una de las carreras políticas más dilatadas y fructíferas de la democracia portuguesa. Desde hace poco menos de dos años es presidente de la república, al frente de la cual ha iniciado reformas importantes dentro la sociedad lusa. Comparto con él algunos de sus postulados y pensamientos y hago mía una frase suya que, creo, debe definir nuestro trabajo. "Los agentes políticos tienen que ser ejemplo de cultura, honestidad, transparencia, responsabilidad, rigor en el uso de los recursos, ética en el servicio público, respeto por la dignidad de las personas y cumplimiento de las promesas hechas". Siguiendo estas premisas vuelvo a repetir la conveniencia de este reconocimiento que hoy hacemos público que, espero, suponga un paso adelante en la colaboración mutua. Muito obrigado presidente, por su presencia y por aceptar este reconocimiento de todo el pueblo de León, pero sobre todo agradecemos su colaboración para poder seguir diciendo que leoneses y portugueses somos algo más que vecinos, somos hermanos. |