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We remind you that appearances form no safe guide as to a man’s health. Your only reliance is upon doctor’s verdict, otherwise you incur great responsibility. We are sending you a booklet of the Law referred to when they arrive.38 Los obreros contratados, en lo sucesivo, deberán ser previamente examinados. En medio de la deficiencia sanitaria, se instala ahora la sospecha del simulacro de enfermedad. La máquina no se fía de sus desperfectos. De hecho, las “apariencias” de salud parecen sentirse como una amenaza a la Explotadora. La fuerza de trabajo ingresa en adelante a un nuevo régimen de vigilancia que en lugar de asegurar la atención médica durante las faenas se urge por prevenir el ingreso a ellas de “enfermos disfrazados”39. ------------------------ En fin, vale la pena remarcar que la producción del desierto biopolítico no fue una voluntad exclusiva de la Explotadora. Los pioneros, y luego los pequeños estancieros que resistieron en sus márgenes, buscaron también el mayor beneficio y con la menor inversión. La diferencia es que la Explotadora se acercó a este ideal que en aquéllos quedó apenas esbozado. No se trata de ciudadanos comprometidos con la región vs. compañías lucradoras –recordemos que Braun o Menéndez también fueron pioneros– sino más bien de una cuestión de olfato empresarial para saber cómo acabar con la competencia y con el resto de obstáculos (ya fueran indios, baguales u obreros enfermos)40. 3. Circulación Una vez producido el desierto las estancias de la SETF estuvieron lejos de transformarse en establecimientos. Al contrario, el mantenimiento del régimen estepárico dependía de un tránsito continuo. En este sentido, el vaciamiento operado era antes una condición de funcionamiento que una falta de sentido progresista. La circulación animal, humana y mercantil fue la base del imperio ganadero. La inconmensurabilidad que algún momento alcanzó el dominio Explotadora era menos el de un territorio que el de una multiplicidad de redes sobre las que se montaba su negocio. Lejos estamos aquí de la idea de feudo medieval que algunos autores han propuesto (Bayer, 2002:23). La soberanía no residía en la delimitación de una comarca ni en la vigilancia de sus bordes –hemos visto la impotencia de la policía nacional–, sino en la apertura ilimitada de conexiones y, por ende, en el gobierno de los enlaces y de los cruces. Rabé, al referirse a la eficiencia vial de la Explotadora, señalaba en un paréntesis (ver más arriba) que “los animales cambian periódicamente de ubicación”. En efecto, no sólo existían campos de veraneo y de invernada donde las ovejas pastaban estacionalmente, sino que había además un tránsito desde la periferia al casco estanciero durante la esquila o los arreos para la marca de corderos. Existían también flujos ovinos entre estancias –hacia la grasería– o entre la isla y el continente –hacia el frigorífico. Tenía lugar, en fin, un tránsito constante de animales perdidos / encontrados que desbordaban los cercos divisorios de los potreros e incluso de las secciones y que constituían una masa flotante de ganado desterritorializado. Ante tamaño tráfico, y para evitar confusiones, el trabajo de marcaje corporal del ganado –cortes en las orejas para las ovejas, marcas de fuego en el lomo para caballos y vacas– tenía tanto o más importancia que los alambrados constantemente sobrepasados. No obstante, este intento de organización caligráfica también era a veces precario: La tiza lacre que el ganado presenta en los lomos, indica a cada propietario los ovinos de su pertenencia. A causa de esta marca que es fácil de imitar, se producen innumerables desavenencias entre los estancieros colindantes y son también numerosos los altercados que estos llevan ante la justicia. Generalmente, los pequeños propietarios yugoeslavos, se proveen de la carne substraída en el cerco del vecino; este sistema poco recomendable es conocido por todos los que tienen ganado y por esta causa casi todos proceden en la misma forma. La feliz solución de tan ventajoso problema consiste en no dejarse sorprender con el delito en las manos. Cuando se suele presentar este último percance, es de ver como el substraído levanta el grito hasta los cielos, pidiendo justicia para él y castigo para el delincuente; tales clamores y aspavientos cesan en el mismo instante en que otro vecino le sorprende en idéntica tarea y a su vez lo acusa por el mismo delito para el cual el llorón pedía justicia. Esta lucha eterna entre vecinos que se acechan y que viven sobre aviso, constituye un verdadero rompe-cabeza para el que por primera vez llega a Tierra del Fuego con la vara de la justicia. (Fuentes Rabé, 1923: t.I, 143). Lejos de asumir el carácter “yugoslavo” de estas prácticas –que Rabé pretende hacernos creer–, es posible extenderlas a una escala mayor. El tráfico, lícito o ilícito, no era sólo una cuestión de “pequeños propietarios”41 sino que incumbía también a las grandes sociedades ganaderas: Para los estancieros de Santa Cruz no existe, por lo tanto, otra ley que la que les marca su propio interés. Conviene llevar a Chile los ganados; pues los pasan tranquilamente. Les conviene traerlos, los traen. La ley de Aduana misma parece suficientemente elástica, ya que pueden burlarla con toda comodidad. Solicitan permisos de exportación sin fijar término, y con un permiso por diez mil ovejas, por ejemplo, pasarán treinta mil, cincuenta mil o lo que quieran y en el tiempo que deseen hacerlo. Lo mismo ocurre con la importación. El pretexto de esquila o invernada permite burlar al Fisco sin pagar los derechos de aduana. (Borrero, 1928: 66). El período en que las fronteras nacionales comienzan a interferir en los dominios de la Explotadora obstruyendo la circulación animal –período al que se refiere Borrero–, refleja el valor que estos desplazamientos sin límites (territoriales) ni limitaciones (administrativas) implicaban para el funcionamiento global de la empresa. En particular, las secciones Cerro Castillo y Fuentes del Coyle, ubicadas una a cada lado de la frontera, fueron el teatro de este tipo de tráfico que en el lapso de unos años pasó de la legalidad al delito, sin que por ello dejase de practicarse42. Por otra parte, los documentos de la SETF que desclasificamos aquí, documentos principalmente administrativos, describen con mayor o menor detalle –según la carpeta que se trate– el ritmo cotidiano de los circuitos de la compañía. Como hemos visto, figuran en ellos asuntos relativos al tráfico marítimo y terrestre, al abastecimiento de mercaderías, al enganche de mano de obra y a la organización global del trabajo. De entre ellos llama en particular la atención el “Copiador de Circulares” redactado por el General Manager para instruir o informar permanentemente a todas las secciones. El título del volumen denota perfectamente la función que dicha correspondencia tenía en cuanto a la aplicación de los mismos procedimientos productivos en todas las estancias43. El siguiente extracto, que nos permitimos transcribir in extenso, es representativo de esta relación entre circulación de información y automatismo productivo: W.R. Cameron Esq: Caleta Josefina CIRCULAR LETTER addressed to the Managers of the different sections of the Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego on the subject of LAMB–MARKING. ------------------------------------ In view of the approach of the lamb-marking Season I take this opportunity of calling the attention of the Managers to the very great importance of this operation and to the necessity of giving it their special attention in order that the work may be carried out in the best possible manner. There is no gain in breeding a large number of lambs, and then for the lack of a little care and forethought allow a large proportion of them to be mis-mothered and lost at the marking a month or two after there were born. Any extra care and expenses given to the operation will be always well repaid. The following are some of the essential points to be taken into account during the operation of lamb-marking:- 1. To have sufficient number of corrals in suitable positions in each camp in order to avoid the driving of the sheep a long distance to the corral. In the course of a long drive some of the lambs are sure to get mis-mothered before they reach the pens, in which case the mothers are likely to rush off as soon as they let go to the spot they were first missed their lambs, instead of looking around the corrals for them, as they would do if they only lost them on arriving close to pens. 2. The advantage of a sufficiency of pens also enables the sheep to be brought into the corrals in small points,–the smaller the better,– as if the sheep are brought in large numbers the ewes get so hungry and thirsty before finally being released that they only think of satisfying these desires before looking for their lambs. 3. The Ewes should be brought together in small flocks and released as soon as possible. 4. Sheep should never, unless under very exceptional circumstances, be brought into the corrals overnight, for the reasons given above. 5. The ordinary mothering pen is generally useless for the purpose for which it is intended. The ‘mothering’ can be much better done out in the camp, an a couple of the most trustworthy men should be told off for this duty and follow every gang for this express purpose, keeping the flock carefully and well in hand till they are satisfied that the mothering has been well accomplished. 6. As a rule the lamb marking is hurried over far too quickly. Any efforts breaking must be STRONGLY REPRESSED, and in the event of rough weather coming during the operations, when, the work should be delayed until favourable conditions obtain. It is only natural that the lambs are to quickly find their mothers during calm mild weather than during gales of wind and dust.44 En este circuito disciplinario de la información, es posible apreciar también las otras dimensiones de la estancia en que los elementos debían circular. Un espacio problemático donde esto se materializaba era el intercambio en el almacén o despacho. Cada estancia poseía uno de estos comercios, que la Explotadora aprovechaba, como un circuito cerrado, de forma que ningún tráfico escapara a su dominio. Así, la compañía adquiría en Europa y EE.UU mercaderías diversas –desde vestimenta hasta abarrotes, medicinas e incluso armas– la mayoría ajenas a los mercados chileno y argentino, y que ofrecía en exclusiva a sus obreros. Se trataba de un lugar problemático puesto que los trabajadores no tenían más opción –el siguiente almacén era la ciudad– que comprar todo aquello que no les proporcionaba la Explotadora a la propia empresa, abriendo cuentas que luego se descontaban de sus salarios. El conflicto surgía entonces en la medida en que ...los precios se mantienen siguiendo las fluctuaciones del cambio internacional; la reducción de chelines y peniques a moneda chilena, confunde y desconcierta a los consumidores. Y como éstos sólo perciben sus salarios al final de las faenas, hacen sus pedidos por medio de vales que se van acumulando hasta el arqueo total. En esta época estalla la protesta general, protesta que se evapora en medio de chelines, peniques y libras esterlinas reducidas al insignificante valor del papel moneda. (Fuentes Rabé, 1923: t.II, 26-27)45. Los libros de contabilidad a los que hemos tenido acceso detallan el seguimiento acucioso de los haberes y deudas de cada obrero. Fuentes Rabé, esmerado en su trabajo etnográfico, alcanza a realizar algunos cálculos a espaldas de sus anfitriones: Hemos recogido algunos datos que se refieren a las ganancias obtenidas por estos “despachos” durante el primer semestre del año en curso (1918) y ellos revelan que estos almacenes, instalados para proporcionar los artículos a precio de costo, están muy lejos de reflejar tal propósito. Las ganancias suman buen capital y parece que una parte bien apreciable de los sueldos acumulados por el trabajador, vuelve a las cajas de la estancia. (t.II, 27). Pero el control de la circulación animal y mercantil es el correlato del principal de los flujos, o al menos del que más nos interesa aquí: el humano. Hemos referido fugazmente más arriba el carácter inestable de la mano de obra encarnado en la figura del Contratista que hacia 1915 se había constituido en el mediador de la relación entre la Explotadora y la mayor parte de la mano de obra, esto es, los obreros estacionales. La subcontratación, en efecto, permitió a la Explotadora realizar una economía casi perfecta de medios de producción y fuerza de trabajo. Este cálculo se empleaba ya en las primeras etapas de su organización: se trataba de mantener un celoso equilibrio entre empleo y desempleo, según las temporadas de mayor o menor actividad. Al acercarse el otoño de 1906 –período de escasez de mano de obra–, T.G Cameron, administrador de la estancia Caleta Josefina, escribía a su hermano Alejandro, administrador general en Punta Arenas: Work started at the Graseria on the 5th. We are very short of hands_ only 5 peones turned up_ one of these was the mozo, whom have had engaged at $40 per month. I enclose herewith a list of peones & carniceros, passengers per ‘Araucania’. If it is possible to get a few more peones it would be advisable, I have had to pay all the peones $90 per month, & some $100_ the men on the night shift & others doing heavy work. Considering we pay such a high wage, it is necessary to put through the greatest possible number of sheep per day, & get the business finished sooner.46 Una situación radicalmente opuesta ocurría en la primavera –época de abundancia de mano de obra– del año siguiente, cuando ahora A. Cameron informaba al administrador de la sección Springhill: Men are plentiful here just now so there will be no occasion to raise wages at any rate for some considerable time and unless the mines occupy a great number of men we shall be able to keep the price of labour down to a reasonable limit...47 Así, para conservar los sueldos en un “límite razonable”, los trabajadores no debían partir –pues en tal caso la escasez de mano de obra obligaría a subirlos– sino permanecer, circular, a un cierto radio de la estancia, disponibles para cuando se los requiriese. En caso de disidencia, de abandono de los circuitos de la Explotadora, era preciso asegurarse de haber extraído del “elemento” el máximo rendimiento posible. El General Manager Cameron se lo explicaba en 1907 al administrador de la sección Philip Bay a través del caso de unos ovejeros escoceses: Contract shepherds: In reference to your query inletter No 117 re the four shepherds named: Rose Bain Harper H. Harper D. Sent from Punta Espora, these men have to be debited with £ 17 passage from Scotland to Punta Espora £ 1 cash in Punta Arenas £18 total to the debit of each one. You should have received advice of this from Springhill, as they were advised of these advances when the men sent down to Punta Espora. You must endeavour to utilize these men profitably until they paid the amount of their passages at all events.48 De ahí que la Explotadora, pese a reconocer en el desempleo un problema –como veremos detalladamente en la última parte de este trabajo–, una contra-circulación que amenazaba el régimen en su conjunto, concluía que el vagabundeo era funcional a la máquina aunque urgía regularlo. Así lo resolvió el administrador Greer, de la estancia Cameron, ante el caso extremo de un individuo que rechazaba el trabajo: ... logramos ver al indio Santiago; vive en las inmediaciones de la Estancia, viste a la moderna, no trabaja en nada y diariamente acude a la casa principal en demanda de alimentos. La Compañía lo retiene en su poder y, mensualmente, lo gratifica con una libra esterlina a fin de que pueda invertirla en el almacén de Cameron. Lo mantiene y lo viste a condición de que no robe ganado y de que no tenga perros salvajes. (Fuentes Rabé, 1923: t.II, 51). Esta suerte de “raciones” ofrecidas por Greer49 –que evocan las que ofrecían los gobiernos argentino y chileno a los mapuche a cambio de la paz–, son el negativo –para el desempleo– de lo que vino a ser la subcontratación –para el empleo. En este sentido, la subcontratación abrió aún más el campo de la circulación obrera. A través del contratista se ampliaban las redes de reclutamiento de la fuerza de trabajo al tiempo que se reducían los trámites para su posterior liberación. Por otra parte, negociando sólo con el contratista, la Explotadora se ahorraba no sólo la operación de “enganche" sino también el hecho de dirimir en los numerosos conflictos que hacia 1920 se fueron produciendo50: Como los contratistas asumen directamente toda responsabilidad corriendo con la direccion de los trabajos, pago de los obreros, alojamiento, mantencion y atencion de la jente contratada; viene a ser un intermediario responsable entre la Administracion y el trabajador. Tal ocupacion, llena de sinsabores y asperezas, deja pingües ganancias al contratista, ganancias que se derivan del trabajo en las mismas faenas ya sea de economias en las raciones (que siempre son muy abundantes) o de mayor precio por animal esquilado. Este último punto es de necesidad apreciarlo, pues las administraciones a fin de verse libres de tratar directamente con el esquilador, asignan a éstos una cantidad determinada, jeneralmente 26 centavos por animal esquilado, dejando al contratista, por el mismo animal la suma de treinta o mas centavos (Fuentes Rabé, 1923: t.II, 100). El “contrato” era la herramienta en que se plasmaba esta sujección diferida en que entraban los obreros al incorporarse a alguna de las estancias de la compañía. Pese a la liberación de responsabilidades que garantizaba por esta mediación la Explotadora, era preciso asegurar que dicho liberalismo no desbordara ni obstruyera la red una vez “enganchados” los nuevos empleados: To the Managers, ALL STATIONS. Dear Sirs The following is a transcript of contract signed by the men who have just arrived from the North per s.s “CHILOÉ”: CONTRATO DE ENGANCHE. “… En Castro á Dieciocho dias del mes de Diciembre de mil novecientos dieciseis los abajo suscritos han celebrado el siguiente contrato con los Señores Braun y Blanchard, representantes de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, en Magallanes, para prestar sus servicios en las Estancias de la referida Sociedad: 1º. Nos comprometemos á prestar nuestros servicios en cualquiera faena que se nos designe en las Estancias de la referida sociedad. 2º. Declaramos por el presente contrato que estamos desligados completamente de la Federación Obrera de Magallanes mientras estemos con este compromiso, y que cumpliremos con exactitud nuestros contratos para trabajos en las Estancias citadas. 3º. Quedamos conforme con el sueldo mensual asignado de 26.10 o Seis libras esterlinas y diez chelines que se nos abonará desde el Jueves 21 del presente mes y ademas la comida diaria desde el dia del embarque. 4º. Se declara que la Compañía se obliga á proporcionarnos el pasaje de aquí á Punta Arenas y hasta las Estancias y el de regreso del mismo punto á Castro una vez que no sean necesarios nuestros servicios.- which we pass on to you for your information. We are, dear sirs, Yours faithfully, Por La SOCIEDAD EXPLOTADORA DE TIERRA DEL FUEGO, T.R.D Burbury General Manager51 El detalle de la interdicción de cualquier tipo de vínculo con la Federación Obrera de Magallanes es un indicio de la principal traba que entorpeció la organización soberana de la Explotadora en el período que nos ocupamos. En efecto, la actividad sindical, desde principios del siglo XX, fue creciendo como un excedente, o un síntoma, indisociable de la economía practicada por la compañía, esto es, de la múltiples circulaciones –entre ellas la obrera– que su biopolítica propiciaba. Se trató, de hecho, de un cortocircuito que afectó sensiblemente las distintas secciones del imperio ganadero, una avería que señaló el ejercicio de otros itinerarios, la existencia de otras encrucijadas y de otros enlaces en el desierto estanciero. |