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Bacterias del suelo se hacen resistentes (02.09.12)Las bacterias en el suelo y las que enferman a los humanos intercambian rápidamente genes con resistencia a múltiples medicamentos y contribuyen a la creciente ineficacia de los antibióticos, según un artículo que publica hoy la revista Science. El equipo investigador lo encabezó Kevin Forsberg, del Centro para Ciencias del Genoma y Biología de sistemas en la Escuela de Medicina de la Universidad Washington, en St. Louis, Missouri. Las conclusiones de este estudio podrían modificar el enfoque que actualmente prevalece acerca de la resistencia bacterial a los antibióticos, y las formas de combatirla. El suelo terrestre es uno de los hábitat más grandes y más diversos en el planeta, señalaron los investigadores, y "los microbios del suelo representan uno de los antiguos orígenes evolucionarios de la resistencia a los antibióticos" . Esos microbios, agrega el artículo, se han señalado como "un reservorio de genes de resistencia disponibles para el intercambio con los patógenos clínicos". "La continua evolución y la amplia propagación de genes de resistencia a los antibióticos en los patógenos humanos es un problema clínico de la mayor importancia", explicaron los autores. Los suelos tienen un extenso contacto directo con los antibióticos que se usan en la crianza de ganado y en la agricultura, y son asimismo el hábitat natural de las bacterias Stretomyces, cuya especie representa la mayoría de todos los antibióticos producidos naturalmente. Las bacterias del género Streptomyces, el más extenso entre las actinobacterias, se encuentran predominantemente en suelos y en la vegetación descompuesta, y su presencia se distingue por el "olor a tierra húmeda" que resulta de su producción de un metabolito volátil, la geosmina. Forsberg y sus colegas emplearon la secuencia metagenómica para identificar a siete genes de resistencia en las bacterias del suelo de granjas que comparten una identidad perfecta con los genes de resistencia en varias cepas de las bacterias Salmonella, Klesbsiella pneumoniae y otros patógenos. También encontraron que los genes de resistencias múltiples se encuentran agrupados y flanqueados por elementos móviles del ácido desoxirribonucleico que, se sabe, permiten la transferencia de genes entre las bacterias. "El intercambio de resistencia entre el suelo y los patógenos enfatiza la importancia clínica del resistoma del suelo, independientemente de si los genes de resistencia pasan del suelo a la clínica o viceversa", agregó el artículo. Resistoma es el término que emplean los biólogos para referirse a la colección de todos los genes de resistencia a los antibióticos y sus precursores en las bacterias tanto patógenas como no patógenas. "La transmisión del suelo a la clínica establece al suelo como la fuente directa de los genes de resistencia en los patógenos", señaló el estudio. "El movimiento de la resistencia de los patógenos al suelo significa que los patógenos pueden transferir la resistencia a los organismos en el suelo, muchos de los cuales pueden causar infecciones nosocomiales (adquiridas en el hospital) y pueden emerger como patógenos" . Los resultados, añadió Science, indican que la contaminación del suelo y el agua con los desechos que contienen altos niveles de antibióticos, como asimismo el uso excesivo de antibióticos en la crianza del ganado, probablemente contribuyen a la selección de genes de resistencia a los antibióticos en las bacterias presentes en el ambiente. EL MERCADO DE LOS PRODUCTOS SALUDABLES, ¿MODA O ESTILO DE VIDA? A medida que crece la preocupación por la salud en el consumidor, aumenta el interés de la industria alimenticia por ofrecer productos que influyen en mejorar el estado de ánimo y bienestar de los compradores. La noción de una alimentación saludable siempre ha existido en la mente de los consumidores, sin embargo la tendencia hacia alimentos sanos, naturales y benéficos para la salud ha despegado con un fuerte dinamismo en los últimos años, cambiando la estructura de la industria alimentaria. Los consumidores prestan cada vez mayor atención a las cuestiones que afectan a su salud, así como a los alimentos que influyen en su estado de ánimo. Hoy en día, gracias a las tecnologías de la información, estos tienen el poder de exigir por parte de los fabricantes productos que, más que un alimento, se conviertan en un estilo de vida. El concepto “wellness” está relacionado con la condición de sentirnos bien, tanto física como mentalmente; ese estado por lo general se ha asociado a la práctica habitual de actividad física y buenos hábitos. Hoy en día, ha traspasado los mitos de la alimentación y penetrado todas las categorías hasta aquellos impensables por los consumidores como snacks, salsas, chocolatería y helados por mencionar algunos, transformando así a los alimentos como vehículos de beneficios nutricionales, ayudando a mantener un buen estado de salud y a prevenir enfermedades. Lo que busca el consumidor El uso de los ingredientes saludables y el rechazo a los productos químicos está determinando así la compra de los alimentos, por encima del precio. Según un informe de Deloitte publicado a principios del 2009 que analiza los hábitos de compra de los alimentos en el mundo, el 76% de los consumidores se preocupa hoy más por su alimentación que hace 5 años. Así mismo entre sus principales preocupaciones a la hora de adquirir un determinado producto están la elaboración con ingredientes saludables -prioritario para el 61%- así como el evitar el uso de productos químicos en la cocina (49%). Indica además que contar con la información del producto es determinante a la hora de hacer la compra, donde un 42% de los encuestados considera que no dispone de información suficiente sobre los productos que consume. Asimismo, la mitad de los consumidores se fija en los ingredientes de los productos antes de comprarlos, donde 2 de cada 3 de los encuestados buscan productos con menos azúcar y bajos en sal y calorías. De ésta manera, son los compradores los que a fin de cuentas definen en gran medida los desarrollos en el mundo de los ingredientes. En este sentido, gran parte de las tendencias en consumo para los próximos años van orientadas hacia la salud (principalmente relacionados con la salud gastrointestinal, cardiovascular, del sistema inmune y nervioso), la belleza y la sostenibilidad (ingredientes orgánicos y comercio justo). Para dar una perspectiva más amplia, vale la pena profundizar en los aspectos fisiológicos que respaldan el desarrollo de la alimentación saludable a partir de una mirada a los diferentes ingredientes que se van posicionando; es importante entonces destacar que dentro del concepto wellness se presentan dos corrientes concretas: la primera busca integrar al alimento nuevos ingredientes, que normalmente no están presentes en él y que aporten un beneficio adicional en términos de salud; estos son ampliamente conocidos como alimentos funcionales; la segunda se orienta a reducir ciertos ingredientes en el alimento, permitiendo declarar beneficios concretos en cuanto a reducción de factores como las calorías, sodio, azúcares y grasas; para ello hay una oferta interesante de sustitutos e ingredientes naturales. Los principales ingredientes funcionales para la alimentación saludable son los que se enfocan en la prevención de enfermedades cardiovasculares (ECV), gastrointestinales y control del peso. Los ácidos grasos omega 3 y 6 (PUFA: polyunsaturated fatty acids) han demostrado ser efectivos en cuanto a la disminución del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, entre otras razones por su alta insaturación que les confiere unas propiedades antioxidantes excelentes en cuanto al control de radicales libres en el torrente sanguíneo. Adicionalmente se ha encontrado que poseen propiedades hipotensoras (disminuyen la hipertensión arterial), hipocolesterolemias (disminución de la lipoproteína de baja densidad LDL, popularmente conocida como “colesterol malo”), antiinflamatorias (son precursoras de compuestos químicos que ayudan a reducir la inflamación en patologías como la aterosclerosis), entre otras. Nuevos segmentos y desafíos Además del importante dinamismo del mercado de los ingredientes, la diversificación en la formulación de productos también se origina por la ampliación del uso de algunos de ellos en categorías en las que no han estado presentes de forma habitual. Es el caso de ciertos ingredientes estimulantes como la cafeína, el gingseng o la guaraná, comunes en la categoría de bebidas, que ahora comienzan a introducirse en otros segmentos, como el de los desayunos, aportando un extra de energía para comenzar el día. El concepto de alimento que aporta energía y vitalidad se asocia actualmente con sustancias que permiten un mejor bienestar en términos emocionales (aquí caben la cafeína y la taurina, junto con los extractos de té y cacao) y con el aporte de calorías saludables y de rápida disposición como los carbohidratos simples. Durante los últimos treinta años el eje conductor de la industria fue la conveniencia, el placer, el sabor y la variedad. En el presente, si bien los atributos como el sabor, la calidad y la variedad permanecen como características buscadas a la hora de comprar un alimento, los aportes nutricionales y las funcionalidades adicionales se están convirtiendo paulatinamente en el eje central de los nuevos lanzamientos. Como la inclusión de ingredientes más naturales y mínimamente procesados generará variabilidad y dificultades de procesamiento, se presentarán nuevos desafíos tecnológicos en cuanto a niveles de calidad y sabor. Por ello, proveer altos niveles de funcionalidad de una manera más natural, será crítico para alcanzar los requisitos de calidad de los consumidores, más aún teniendo en cuenta que no hay nada que exija sacrificar o disminuir las expectativas en cuanto a sabor, calidad, consistencia o conveniencia, cuando se busca un producto saludable, natural y orgánico. |